Homologaci¨®n y atraco

El mismo d¨ªa en el que me enter¨¦ de que la delincuencia hab¨ªa bajado en Madrid un tres por ciento, me dijeron que el Gobierno aut¨®nomo se hab¨ªa subido el sueldo un treinta, un cuarenta y hasta un cincuenta por ciento. Algo falla, pens¨¦; la delincuencia deber¨ªa haber bajado m¨¢s y los sueldos deber¨ªan haber subido menos, sobre todo cuando los pol¨ªticos tienen la boca llena de moderaci¨®n salarial. Bostezan y les sale moderaci¨®n salarial; tosen y escupen perdigones de moderaci¨®n salarial; no dan dos pasos, en fin, sin recomendar moderaci¨®n salarial para los otros, mientras ellos practican el desenfreno salarial con el dinero de nuestros impuestos. La bajada del delito ha sido absorbida de inmediato por la subida de Gallard¨®n y C¨ªa. Eso s¨ª que es delito. Lo que te dan por un lado te lo quitan por el otro. Si hici¨¦ramos una encuesta para ver qu¨¦ ha notado el ciudadano m¨¢s, si el descenso del delito o el aumento salarial de Gallard¨®n, encontrar¨ªamos muchas sorpresas.-?T¨² notas que te atracan un 3% menos? -he preguntado a mi vecino arriba.

-A m¨ª me siguen atracando lo mismo que antes, la verdad.

-Pues deber¨ªan atracarte un 3% menos. Reclama en la ventanilla de delitos.

Llamo a la puerta del vecino de abajo:

-?Qu¨¦ notas m¨¢s, la bajada del 3% o la subida del 30%.

-La subida del 30%, desde luego, sobre todo porque resulta incomprensible que el delito, que es malo, se comporte mejor que los salarios, que son buenos. Deber¨ªa ser al rev¨¦s.

Claro que, como ha repetido hasta la saciedad el consejero de Econom¨ªa de Gallard¨®n, los salarios de estas personas tan respetables no suben, sino que se "homologan". Ah¨ª est¨¢ el secreto de atracar sin vulnerar la ley. La pr¨®xima vez que entres en un banco con una metralleta no debes gritar "esto es un atraco", sino "esto es una homologaci¨®n".

-?Y si atracamos esa farmacia?

-Yo prefiero homologarla, que es lo mismo, pero sin riesgo.

A m¨ª me falta valor para ser delincuente, pero si alg¨²n d¨ªa venzo los escr¨²pulos, lo primero que har¨¦ ser¨¢ homologarme. Menos mal que los delincuentes no son muy aficionados a leer los peri¨®dicos, porque si vieran la homologaci¨®n de Gallard¨®n saldr¨ªan a la calle a homologarse y no quedar¨ªa un banco ni un transe¨²nte sin atracar.

Lo curioso es que mientras estos se?ores se homologan con furia, el trabajador normal y corriente se deshomologa. ?O no es una deshomologaci¨®n que a uno le suban la carest¨ªa de la vida (que suena fatal, por otra parte: carest¨ªa de la vida), mientras que algunos cargos regionales se suben hasta el 50%? El problema es que, como la palabra deshomologar no existe, no tiene uno ventanilla en la que poner una queja.

Hace poco perd¨ª en el aeropuerto una maleta e hice la reclamaci¨®n en el mostrador correspondiente. Al dar la vuelta, sin embargo, me la encontr¨¦ junto a una papelera. Observ¨¦ su contenido y, como no me faltaba nada, regres¨¦ a la ventanilla de reclamaciones para dar aviso. Pero me dijeron que desreclamar era m¨¢s complicado que reclamar. De hecho, el funcionario me aconsej¨® que no desreclamara si no quer¨ªa meterme en l¨ªos.

-Usted tiene su maleta, ?no? Pues m¨¢rchese a casa y deje que las cosas sigan su curso.

Me fui un poco inquieto, pero la verdad es que hasta ahora no he recibido noticias, mientras que si hubiera desreclamado me habr¨ªan puesto una multa por decir palabrotas. Al no existir el t¨¦rmino desreclamar, las cosas se complican mucho cuando desreclamas. Pues eso es lo que pasa con el sueldo de usted y con el m¨ªo, que pueden deshomologarlo todo lo que quieran gracias a que el verbo deshomologar no existe. Mala suerte. Si no existiera el verbo perder, tampoco se perder¨ªan las maletas, as¨ª que cualquier d¨ªa lo proh¨ªben. El vocabulario, en fin, es una conquista. Los pol¨ªticos se han inventado el verbo homologar para ganar un pasta y el verbo liberalizar para subirnos la gasolina. Ahora deber¨ªamos inventar nosotros un verbo para vengarnos. Pero no podemos porque nos faltan recursos ling¨¹¨ªsticos. No es casual que est¨¦n quitando el lat¨ªn y la literatura de las ense?anzas medias: lo hacen para que no aprendamos sutilezas como la de homologar y continuemos creyendo que pedir un aumento de sueldo es un atraco en tiempos de moderaci¨®n salarial. Qu¨¦ mundo.