?Hay vida despu¨¦s de Zaplana?
Aunque la cuesti¨®n tiene mucha tela metaf¨ªsica que cortar, de momento los pol¨ªticos valencianos se han quitado las lega?as y se han ido a estirar las piernas por los s¨®rdidos pasillos de los juzgados. Un poco tarde, como siempre, se han dado cuenta de que para escapar de la mediocridad y del bostezo, les hace falta algo m¨¢s que una cesta de sufragios o un nombramiento de subsecretario: les hace falta una citaci¨®n judicial, una querella de esas que los deja en ojeras y llenos de santa indignaci¨®n, pero con una estampa de m¨¢rtires que da gozo verlos. El magistrado Luj¨¢n acaba de conceder simb¨®licamente la medalla de sufrimientos por el ente p¨²blico, a seis altos cargos de RTVV: no s¨®lo ha archivado el caso, sino que ha amonestado severamente a los socialistas por judicializar la pol¨ªtica, y qu¨¦ descaro. Pero si la justicia es o debe ser independiente de los otros poderes, no lo es de la fascinaci¨®n de la moda. Y la moda ya mont¨® su pasarela hasta en la sala del crimen. Ahora, al imputado Jos¨¦ Emilio Cervera le toca hacer el pase del modelo tr¨¢fico de influencias, a la exigente clientela de EU.
Los cobros indebidos, al plat¨® Estos perenganos van a m¨¢s, y ya circulan con la insolencia de los dem¨®cratas pata negra: no pasaron por el TOP, pero s¨ª por el juzgado de guardia, que siempre es una cruz, adem¨¢s de un pegote. En el Festival de Pe?¨ªscola, arras¨® P¨ªdele cuentas al rey. En el Ayuntamiento de Alicante, s¨®lo se les pide cuentas a los ediles, que tambi¨¦n arrasaron pero por los supuestos cobros indebidos de los beneficios que han percibido de las empresas mixtas -Aguas Municipalizadas y Emarasa-, en su condici¨®n de consejeros de las mismas. Despu¨¦s de 16 a?os de vigencia de la Ley de Incompatibilidades del Personal al Servicio de las Administraciones P¨²blicas, que especifica que, aparte de las dietas e indemnizaciones por asistencia, "las cantidades devengadas porcualquier otro concepto ser¨¢n ingresadas directamente a la tesorer¨ªa p¨²blica que corresponda", decenas de ediles de las m¨¢s variopintas corporaciones y partidos, se han descolgado del limbo donde se encaramaron, en los d¨ªas de rosas y nostalgia, con una expresi¨®n de insultante inocencia: "Pero, ?c¨®mo es posible? Y nosotros tan campantes, sin olernos la tostada". No, no han eludido el bicho. Los ex alcaldes socialistas Jos¨¦ Luis Lassaletta y Angel Luna sacaron pecho: Nada, nada si hay que devolver la pasta, se devuelve y en paz. Y Luis D¨ªaz Alperi, el actual regidor popular declar¨® a este peri¨®dico: "Los pol¨ªticos no somos expertos en temas jur¨ªdicos y si esos cobros son irregulares, alguien ten¨ªa que habernos avisado".
De aqu¨ª a la eternidad
Pues tambi¨¦n es verdad. Pero muy pocos vecinos terminan de creerse tanta ignorancia, ignorancia que por otra parte no los exime del cumplimiento de la ley y etc¨¦tera. Son muchos a?os, muchos ediles -algunos abogados en ejercicio y otros licenciados en Derecho-, muchos millones, muchos asesores jur¨ªdicos y muchos secretarios generales del Ayuntamiento, adem¨¢s de la supuesta sensibilidad democr¨¢tica de tantos concejales electos, como para tragarse el descomunal despiste. Ahora, a esperar los informes que confirmen o no el desaguisado. Algunos ya han insinuado t¨ªmidamente que, despu¨¦s del tiempo transcurrido, le habr¨¢n prescrito los plazos. Es posible, dicen los juristas, que haya prescripci¨®n legal. Pero, ?y moral? ?y ¨¦tica? Mientras, y aprovechando que el AVE no pasar¨¢, si pasa, por ninguno de los trazados previstos por el Consell - ?lvarez Cascos, dixit-, el presidente Zaplana anunci¨® que la pr¨®xima parada era ya la gloria. Y describi¨®, lleno de justo j¨²bilo, un panorama id¨ªlico: la Comunidad Valenciana es la locomotora de Espa?a, y Europa nos contempla con asombro. Hemos tocado el techo y el cielo. La repera, en fin. El A?o de la Victoria. Cuando nos falte este presidente, entre taumaturgo y torero de sal¨®n, ?qu¨¦ van a hacer nuestros pol¨ªticos, nuestros empresarios, nuestros trabajadores, nuestros docentes, nuestros agricultores? Pero es que, ?hay vida despu¨¦s de Zaplana?
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