Normal
"A¨²n no s¨¦ qu¨¦ vamos a obtener. Ni siquiera estoy seguro de que vayamos a obtener nada, lo digo con toda humildad". Son palabras de Pujol pocas semanas antes de las ¨²ltimas elecciones. Feo papel el de quien ped¨ªa de entrada m¨¢s de medio bill¨®n para empezar a hablar de su apoyo al PP. Pero puede que sus problemas no hayan hecho sino empezar.Pues, mientras la ministra de Educaci¨®n anuncia un nuevo Decreto de Humanidades, y a la espera del nuevo plan de financiaci¨®n de las CC AA, la pol¨ªtica de normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica no recibe sino varapalos. Ya la tramitaci¨®n de la Ley de Pol¨ªtica Ling¨¹¨ªstica de 1998, que sustitu¨ªa a la de Normalizaci¨®n de 1983, fue objeto de pol¨¦mica y s¨®lo un acuerdo de ¨²ltima hora impidi¨® que el Defensor del Pueblo la recurriera por anticonstitucional. Poco despu¨¦s fue la batalla por los doblajes de pel¨ªculas al catal¨¢n, tambi¨¦n perdida por la Generalitat frente a las distribuidoras. Y ahora se abre por dos frentes la "normalizaci¨®n" universitaria.
El primero, en la m¨¢s catalanizada de las universidades, la Rovira. La sanci¨®n a una profesora por desobedecer ¨®rdenes (verbales, pr¨¢ctica m¨¢s que sospechosa) de no entregar ex¨¢menes de selectividad en castellano dio lugar a una denuncia ante los tribunales, que suspendieron el Reglamento de Usos Ling¨¹¨ªsticos de la Universidad imputando al rector en un duro juicio por prevaricaci¨®n. La reacci¨®n del catalanismo fue por lo dem¨¢s exagerada. El Parlament oy¨® al rector en un asunto sub iudice y m¨¢s de un centenar de alcaldes de Tarragona firmaron otro documento de apoyo denunciando "una actitud de hostilidad contra la lengua catalana" que, "por medio de un recurso de inconstitucionalidad", trataba de frenar la normalizaci¨®n. Al parecer, solicitar amparo ante los tribunales puede ser desacato.
La historia se repite en la menos catalanizada de las universidades, la Pompeu Fabra, y acerca de la definici¨®n del catal¨¢n como idioma oficial propio de la Universidad. Seg¨²n el juzgado de lo contencioso de Barcelona, ni las universidades pueden tener idiomas propios (competencia no amparada por la autonom¨ªa universitaria del art. 27.10 de la CE) ni ¨¦ste puede ser s¨®lo el catal¨¢n. Y de nuevo las reacciones son poco prudentes; el director de Pol¨ªtica Ling¨¹¨ªstica de la Generalitat acusa a los jueces de ser "juez y parte, ya que... entienden que pueden pasearse por toda Espa?a sin necesidad de saber catal¨¢n, gallego o vasco".
Pero el problema no es ya el de la normalizaci¨®n de la lengua catalana, por fortuna plenamente conseguida. Nada menos que el 95% de los catalanes son biling¨¹es, sin duda como consecuencia de la inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica, una pol¨ªtica que pudo parecer err¨®nea, pero que el tiempo (y la comparaci¨®n con otras CC AA, como Euskadi) ha mostrado acertada. Todo un ¨¦xito en menos de 20 a?os. La normalizaci¨®n es tan obvia que en las recientes pruebas de selectividad en la Rovira s¨®lo el 3% de los estudiantes solicitaron el examen en castellano.
Dejemos, pues, de abusar del lenguaje. "Normal. D¨ªcese de lo que se halla en su natural estado", asegura la Real Academia. Pues bien, lo que no estar¨ªa en su "natural estado" es que en una comunidad biling¨¹e, en la que el 46% de los ciudadanos utilizan el castellano (el 45% usa el catal¨¢n), l¨®gicamente con dos idiomas oficiales, en la que el 55% tuvieron el castellano como lengua materna (y s¨®lo un 39% el catal¨¢n), lengua en la que est¨¢ escrita buena parte de su literatura y su historia, no se puedan realizar ex¨¢menes en castellano o se d¨¦ preferencia al uso de ninguna (y, repito, ninguna) de las dos lenguas. Lo que en este caso tiene adem¨¢s consecuencias acad¨¦micas que afectan a la libertad de c¨¢tedra: G?sta Esping-Andersen, profesor visitante en la Pompeu y prestigioso soci¨®logo, ha sido denunciado por las juventudes de Esquerra porque no acepta ex¨¢menes en catal¨¢n. El problema es que ¨¦l, que habla franc¨¦s, ingl¨¦s, alem¨¢n, italiano y espa?ol, no entiende el catal¨¢n.
De modo que no hay intenci¨®n alguna de desestabilizar el proceso ling¨¹¨ªstico, salvo que desee aludir a la intenci¨®n de desestabilizar el castellano "en su natural estado". Estamos ante un problema de derechos humanos y de libertad de expresi¨®n. Normalizado el catal¨¢n, por favor, hagamos normal el castellano. De verdad que no hay nada anormal en ello.
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