La guerra sucesoria en IU se convierte en un pulso de poder Anguita-Frutos

La guerra en Izquierda Unida por la sucesi¨®n de Julio Anguita amenaza con convertirse en un pulso de poder entre el todav¨ªa coordinador general y Francisco Frutos, el secretario general del PCE. Anguita quiere obligar a Frutos a presentarse como candidato junto a Gaspar Llamazares, el l¨ªder asturiano, en la reuni¨®n del Consejo Pol¨ªtico Federal del 15 de julio. Frutos, que considera que ello s¨®lo contribuir¨ªa ahora a "enfrentar y dividir" a la coalici¨®n, prefiera aplazar este tema hasta septiembre. La decisi¨®n, en uno u otro sentido, desautorizar¨¢ a uno de los dos e incluso podr¨ªa provocar dimisiones.En IU, y especialmente en el PCE, hay una tradici¨®n a la hora de tomar cualquier acuerdo colectivo: no votes en contra, no te enfrentes al l¨ªder; ya vendr¨¢n otras reuniones en las que se podr¨¢ revocar la decisi¨®n. Siempre es mejor posponer que mojarse.

Eso es lo que sucedi¨® cuando, a primeros de mes, se vot¨® la propuesta de Anguita sugiriendo un desfile o examen en el que los aspirantes a sucederle expusieran ante el m¨¢ximo ¨®rgano sus ideas. Frutos y los suyos votaron a favor, pero con la condici¨®n de que la fecha se decidiera en otra reuni¨®n de la Presidencia, la del 3 de julio. Y despu¨¦s han descalificado el planteamiento de Anguita: "El debate colectivo y democr¨¢tico es el mejor para sacar conclusiones democr¨¢ticas y colectivas, no otras f¨®rmulas", alegan.

El asunto puede parecer trivial: un mero cambio de fechas. Pero la tensi¨®n que se vive dentro de la organizaci¨®n convierte cada cuesti¨®n en una batalla. Si Anguita mantiene su intenci¨®n de hacer ese desfile el 15 de julio, la votaci¨®n se har¨¢ inevitable. Habr¨¢ que mojarse. Ser¨ªa, pues, en la cita de la Presidencia Federal del 3 de julio. Dadas las posiciones de cada uno, el resultado estar¨ªa muy re?ido y la direcci¨®n se partir¨ªa por la mitad.

De compa?eros a enemigos

La situaci¨®n es tan compleja y la relaci¨®n personal entre los l¨ªderes est¨¢ tan viciada que las minor¨ªas reconocen su temor a que la pugna, centrada en el PCE, el partido hegem¨®nico, conduzca en octubre a una asamblea que divida a IU y concluya en su "desaparici¨®n". As¨ª lo temen los representantes del Partido de Acci¨®n Socialista (Pasoc), Izquierda Republicana y la Tercera V¨ªa.

La lucha de fondo es entre Anguita y Frutos. El primero, aunque no expresamente, apoya a Llamazares, por lo que la retirada de este ¨²ltimo -al menos, de momento- elimina el front¨®n que ambos utilizaban para lanzarse pelotazos envenenados.

Los que fueran compa?eros de viaje inseparables -Frutos sucedi¨® a Anguita, con la connivencia de ¨¦ste, al frente del PCE- se han convertido en adversarios. El coordinador general no soporta, seg¨²n dirigentes pr¨®ximos, que Frutos haya tratado de promoverse ahora como su sucesor sin contar con ¨¦l. Algunos dicen que no ha asumido bien el hecho de que Frutos, en la etapa preelectoral, cuando pact¨® con el PSOE, trasladara la imagen de que era el salvador de IU tras el infarto de Anguita, que entonces ya estaba muy cuestionado. A su vez, Frutos no perdona que Anguita, en vez de dejar que Llamazares y ¨¦l se enfrentaran con sus respectivos apoyos, haya intervenido directamente con su respaldo al asturiano.

Mientras tanto, del an¨¢lisis de los 26.000 cuestionarios contestados hasta ahora por los afiliados, de los 80.000 remitidos por Anguita al efecto, se deduce que los militantes de IU desconocen el trabajo de sus cargos p¨²blicos y desconf¨ªan de su gesti¨®n.

Por a?adidura, los informes iniciales que servir¨¢n para redactar el primer borrador de la ponencia marco de la Asamblea coinciden en que el excesivo peso pol¨ªtico alcanzado por los aparatos y, sobre todo, el seguidismo al l¨ªder han erosionado la cohesi¨®n interna.