Las armas de los protestantes
La explosi¨®n de ayer en Belfast pone al fin el foco sobre uno de los asuntos m¨¢s desatendidos del proceso de paz: ?d¨®nde est¨¢n las armas lealistas?, ?por qu¨¦ nadie ha exigido en voz alta el desarme del bando protestante? Mientras el Sinn Fein era sometido al tercer grado para que lograra un compromiso de desarme del IRA que salvara el proceso de paz, y as¨ª lo hizo, las bandas lealistas siguieron campando a sus anchas en los barrios y pueblos m¨¢s probrit¨¢nicos del Ulster sin que a nadie pareciera importarle que entregaran o no su millar de pistolas, fusiles y ametralladoras y sus dosis de explosivo Powergel. "Este pueblo lo controlan hombres armados y no pasa nada", susurraba temeroso, hace pocos d¨ªas, un vecino de uno de los peque?os pueblos pescadores de la costa de Irlanda del Norte vaciados de cat¨®licos.A pesar de que las luces no les enfocaran, los paramilitares protestantes estaban ah¨ª todo este tiempo, y ahora que el proceso de paz ha vuelto al carril institucional, han actuado.
No lo han hecho todos. Seg¨²n The Irish Times, el anuncio de ruptura de alto el fuego de los Luchadores por la Libertad del Uslter ha sido s¨®lo iniciativa de uno de sus comandos: el de Shankill Road, uno de los paisajes m¨¢s truculentos de esta guerra que a¨²n sigue vivo, con sus lealistas rapados y tatuados en la calle y sus grandes murales patri¨®ticos. Si se confirma que se trata s¨®lo de una disidencia, no se pondr¨¢ en peligro el proceso de paz. Pero esa escisi¨®n nunca deber¨ªa ser desde?ada, porque demuestra algo m¨¢s peligroso: la profunda divisi¨®n que viven los protestantes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.