Errores acumulados

El PP siempre ha sostenido que el extinto Consell Metropolit¨¤ de L'Horta fue un ambicioso engendro creado por los socialistas con una finalidad perversa, ejercer como contrapeso pol¨ªtico al creciente poder que ganaba la derecha en la ciudad de Valencia.La realidad metropolitana de Valencia impone la necesidad de compartir entre los diversos municipios que rodean la ciudad servicios comunes como la gesti¨®n de las basuras o el suministro de agua potable. La asamblea del CMH surgi¨® como un foro que podr¨ªa gestar nuevas f¨®rmulas de cooperaci¨®n entre los 44 municipios que integraban la entidad a partir de una complicada f¨®rmula de participaci¨®n que garantizaba la presencia todos los partidos representados en las diversas corporaciones locales. La asamblea nunca asumi¨® ese reto, ni siquiera logr¨® subvenciones estatales paralelas a las que reciben Madrid y Barcelona debido a su condici¨®n de grandes urbes.

Durante la pasada legislatura, el PP logr¨® controlar la asamblea del CMH con apoyo de Uni¨®n Valenciana. Pero despu¨¦s de las elecciones de junio de 1999, la izquierda logr¨® sumar mayor¨ªa en el ¨®rgano metropolitano. El Consell se apresur¨® a dinamitar la instituci¨®n despu¨¦s de una serie de tumultosas sesiones constitutivas que el PP intent¨® impedir a toda costa y que desembocaron en la promesa de elaborar una nueva norma.

El proyecto que ha redactado el Consell, sustentado por una amplia mayor¨ªa absoluta en las Cortes, sacrifica la representaci¨®n pol¨ªtica en aras de una supuesta eficacia. Todos los grupos llegaron a admitir que el entramado del CMH generaba un exceso de actividad burocr¨¢tica inneecesaria, pero Joan Rib¨®, coordinador general de Esquerra Unida, puso el dedo en la llaga ayer cuando ilustr¨® la noci¨®n que el PP tiene de la pol¨ªtica: "Despolitizar en su lenguaje es hacer desaparecer a las minor¨ªas y hacer callar a la oposici¨®n", coment¨®.