El crucial factor Hierro
Por autoridad, recursos y experiencia, la presencia frente a Francia del central, todav¨ªa entre algodones, se antoja decisiva
Con el derecho que les da su condici¨®n de campeones del mundo, los franceses se atribuyen el papel de favoritos frente a Espa?a. Tambi¨¦n es cierto que lo dicen con la impertinencia del nuevo rico. La tradici¨®n del f¨²tbol franc¨¦s es larga, no s¨®lo en el ¨¢mbito estrictamente deportivo. Si existe la Copa del Mundo y la Copa de Europa se debe a la capacidad de sus visionarios, a Jules Rimet y Henry Delauney, al peri¨®dico L'Equipe, que vieron las formidables posibilidades que ofrec¨ªa el f¨²tbol para desarrollarse en todos los ¨¢mbitos, desde el competitivo hasta el mercantil. Tampoco puede olvidarse las sagas de equipos y jugadores que han alcanzado la gloria, desde la Francia de Kopa y Fontaine en 1958 hasta el equipo que Zidane llev¨® a la victoria en el Mundial de 1998, pasando naturalmente por la inolvidable selecci¨®n de Platini, Tigana y Giresse. Las cosas como son: Francia puede presumir de historia. Sin embargo, los espa?oles no acaban de verlo como un pa¨ªs profundamente futbol¨ªstico. Y hubo momentos, como las dos d¨¦cadas que separaron el Mundial del 58 y el del 78, en los que Francia era un p¨¢ramo futbol¨ªstico. Al d¨ªa de hoy, sus equipos s¨®lo han ganado un torneo: la Copa de Europa que conquist¨® el Ol¨ªmpico de Marsella frente al Milan. En el mismo ¨¢mbito, los equipos espa?oles han ganado 23 torneos europeos. Desde Espa?a, Francia no alcanza la consideraci¨®n que se debe a Italia, Alemania o Inglaterra en las cuestiones del f¨²tbol.La prensa francesa presenta el partido con Espa?a como un recodo en el inevitable camino de su selecci¨®n a la final. A los argumentos propios -qu¨¦ se puede decir de un equipo que cuenta con varios de los mejores jugadores del momento, Zidane a la cabeza- a?aden la presunta carencia de argumentos ajenos. No ven a la selecci¨®n espa?ola en condiciones de ofrecer una respuesta contundente. Ah¨ª se equivocan. Espa?a viene de atravesar una experiencia que ha activado todos los mecanismos de supervivencia. Sin duda, tiene m¨¢s cohesi¨®n, voluntad y recursos que hace dos semanas. Es un equipo que se ha hecho a s¨ª mismo en las condiciones m¨¢s duras, y eso suele resultar decisivo en el f¨²tbol. La historia est¨¢ escrita muchas veces por equipos que han cumplido su misi¨®n despu¨¦s de atravesar todos los escalafones de la adversidad. Veremos si Espa?a responde a este perfil.
Si es verdad que el f¨²tbol es un estado de ¨¢nimo -y la selecci¨®n puede aprovecharse de la excitaci¨®n que le produjo su impensable victoria ante Yugoslavia-, tambi¨¦n tiene un lado aritm¨¦tico, el que resulta de la suma de la calidad de sus jugadores. Los franceses pueden presumir de su superioridad en este aspecto. Tienen estrellas en todas las l¨ªneas y en el banquillo. De ah¨ª que lo m¨¢s conveniente para Espa?a ser¨ªa equilibrar al m¨¢ximo lo que parece una desventaja. La presencia de Hierro el pr¨®ximo domingo ser¨ªa capital para el equipo de Camacho. Por autoridad, recursos y experiencia, Hierro no admite comparaci¨®n entre los defensas espa?oles. Frente a Yugoslavia se observaron demasiadas deficiencias en el cap¨ªtulo defensivo, una cierta orfandad provocada por la ausencia de un jugador indispensable en la selecci¨®n. Hay dudas sobre su recuperaci¨®n, pero todav¨ªa no est¨¢ descartado para el partido. A la vista de la espectacular alineaci¨®n francesa y de las carencias que se observaron ante Yugoslavia, no habr¨ªa noticia mejor que el regreso de Hierro al equipo.
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