"Siempre he sido rarita"
Pregunta.Tiene usted pinta de ancianita bondadosa y compuesta.Respuesta. Compuesta y sin novio.
P. ?Qu¨¦ hay debajo?
R. Yo siempre he sido igual, de joven y de vieja. Lo que pasa es que el estuche exterior corresponde al f¨ªsico. Pero el interior siempre ha sido el mismo: una mujer inconformista y, en mis ¨¦pocas, rebelde. Ahora, la rebeld¨ªa me da mucha pereza.
P. Dice que no escribe para vender. Pero no parece que pueda quejarse.
R. Nunca he escrito para vender, sino para comunicar. Si vendo, me parece muy bien y muy sorprendente, porque eso significa que hay mucha gente que me sigue y, sobre todo, que me comprende.
P. ?Qu¨¦ hay de su proverbial timidez?
R. Ya ves. Contin¨²a.
P. De peque?a, le encantaba que la metieran en el cuarto oscuro. Ya era rarita.
Perfil
A sus 75 a?os, la ¨²nica mujer que, hoy por hoy, se sienta en la Academia tiene un pelo bell¨ªsimo en su blancura y unas manos huesudas que llevan catorce lustros contando historias. Aficionada a la carpinter¨ªa y la ferreter¨ªa, le apasiona, sobre todo, "leer, leer y leer". Tambi¨¦n el cine, la m¨²sica y "vivir, estar con amigos, tomar copas, hablar y so?ar"
R. Siempre he sido rarita y creo que, hasta cierto punto, lo sigo siendo. Pero eso que me mortificaba mucho antes, ahora me da igual. Me gustaba el cuarto oscuro, porque me lo pasaba muy bien.
P. No m¨¢s rarita por eso que por empezar a escribir cuentos a los cinco a?os.
R. No es muy habitual. Yo lo hac¨ªa porque, si no arranco a escribir, reviento. Si el mundo no me aceptaba, yo me lo ten¨ªa que inventar.
P. ?Cu¨¢l es la mayor maldad que recuerda de sus monjas de las Damas Negras?
R. Re¨ªrse de que yo era tartamuda.
P. ?Por qu¨¦ la crueldad est¨¢ tan presente en sus libros?
R. Porque la he vivido muy de cerca. Y no hablo solamente de m¨ª, porque todo lo que nos rodea forma parte de nuestra vida. Y cuando yo veo esa crueldad, ese ego¨ªsmo, esa maldad contra cantidad de gente que no tiene voz para expresarse, para defenderse..., eso me exaspera.
P. En el bosque, tema central de su obra, ?hay m¨¢s lobos o m¨¢s Caperucitas?
R. Las Caperucitas son imb¨¦ciles. Para m¨ª no tienen ning¨²n inter¨¦s. Los lobos, s¨ª. Yo tengo una idea del lobo y de Caperucita que se desmarca de los freudianos. El lobo es un ser que me gusta. Yo me siento un lobo estepario.
P. Usted dice haber visto hadas, gnomos, ¨¢ngeles. ?Se ha encontrado con alguien normal?
R. Lo triste es que me he encontrado siempre con gente normal entre comillas.
P. "Comprendo mejor a un trasgo que a un banquero". ?Qu¨¦ ventajas tiene el trasgo?
R. No s¨¦ si tiene ventajas o desventajas. Lo ¨²nico que s¨¦ es que entiendo su mundo. Los banqueros, con excepciones honrosas -no me vayan a negar ahora cr¨¦ditos-, no son inteligibles para m¨ª.
P. ?Est¨¢ usted segura de ser un caballero de la Tabla Redonda frustrado?
R. ?Ah! ?Lo he dicho? Pues ahora pienso que quiz¨¢ s¨ª, pero sin la brutalidad.
P. ?Qui¨¦n ser¨ªa su rey Arturo?
R. ?Yo!
P. Se apunta a todo.
R. Todo junto. Y Ginebra. Y Lancelot. Tambi¨¦n sir Gawain. Y, sobre todo, Galahad.
P. ?El grial existe, o su b¨²squeda es ya un fin es s¨ª misma?
R. Seguramente debe de existir, puesto que todo el mundo, sabi¨¦ndolo o no, va en su busca.
P. ?En la Real Academia hay servicios de se?oras?
R. Ni de se?ores ni de se?oras. Hay servicios unisex, porque ¨¦stos no son nada machistas.
P. Los hombres y usted visitan el mismo sitio.
R. Hay varios, todos est¨¢n muy bien y no hay problema. Yo siempre que he ido estaba sola... Adem¨¢s, no creas que van todos all¨ª con ganas de hacer pip¨ª.
P. ?Qu¨¦ queda tras una existencia de francotiradora?
R. Pues la satisfacci¨®n de no haber claudicado nunca ante nada ni ante nadie, ni ante usos, costumbres, pol¨ªticas y reg¨ªmenes.
P. ?El sentido del humor la ha ayudado a sobrevivir?
R. Por supuesto. El sentido del humor y re¨ªrme de m¨ª misma. El que no se sabe re¨ªr de s¨ª mismo va dado.
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