"La flauta m¨¢gica" de Comediants hechiza en el bosque animado del Generalife

El Festival de Granada alcanza este a?o su 49 edici¨®n. El inteligente compositor Alfredo Aracil ha logrado que la extensi¨®n de p¨²blico del Festival de Granada crezca sin necesidad de caer en populismo alguno y a trav¨¦s de unas convocatorias que comprenden todo el espectro de la creaci¨®n musical y coreogr¨¢fica. Desde Bach, Morales o Mozart hasta Luis de Pablo o la electr¨®nica; desde la danza cl¨¢sica y contempor¨¢nea al arte popular de Andaluc¨ªa. El Festival de Granada arranc¨® con la fiel y feliz versi¨®n de Comediants de La flauta m¨¢gica, que logr¨® hechizar al teatro del Generalife.

Este a?o pintan en el mundo de la historia y la cultura las conmemoraciones astrales de Carlos V y Juan Sebastian Bach, junto al recuerdo cercano y entra?able de Rodolfo Halffter, Rafael Alberti en su proyecci¨®n musical o la pintura de Jos¨¦ Guerrero, y el festival se inaugur¨® el viernes en clima solidario e interesado con la Petite Bande de Sigsiswald Kuijken, en el patio de Carlos V, y The Sixteen, de Harry Christophers, en el monasterio de los Jer¨®nimos.Cuatro conciertos de Juan Sebastian Bach, los dos primeros de Brandeburgo, el doble para viol¨ªn y el en La menor para viol¨ªn, s¨®lo nos trajeron al Bach italianista e ¨ªntimo. Las versiones, no por historicistas fueron menos vivas, y tan humanas que no falt¨® a la cita cierta dosis de inseguridad en alg¨²n instrumentista de viento. No la hubo en la esplendorosa misa Mille Regretz, sobre una Chanson de Desprez, del grande y emocionante Morales, tan divino como el pintor pero, quiz¨¢, m¨¢s humano. Naci¨® hace 500 a?os y su polifon¨ªa casi imaginera sigue vigente en su hermosura absoluta.

El bosque animado

Mozart, dec¨ªa Stendhal, "siempre encanta", y podr¨ªa haber a?adido que sorprende cada vez que su m¨²sica perfecta y su espirituoso teatro musical reaparece. M¨¢s a¨²n si el escenario es el bosque de erectos y matizados cipreses que el festival hizo nacer a orillas del Generalife. En tan encantatorio teatro abierto se ense?ore¨® Mozart y su Flauta m¨¢gica, seg¨²n la fiel y feliz interpretaci¨®n de Comediants y el arte natural, imaginativo e identificado del maestro Josep Pons, el director de la productora teatral Joan Font y sus ingeniosos colaboradores Joan Guill¨¦n y Albert Faura.

Entre todos hicieron del teatro del Generalife nuevo bosque animado, hasta evidenciar, en su aire y su detalle, el esp¨ªritu que animara a Mozart y convertir a los espectadores en seres plet¨®ricos de felicidad. Desfilaron ante nosotros, en unidad armoniosa de concepto y en continuidad de incitante fantas¨ªa, los ni?os y las damas, Sarastro, su templo y los s¨ªmbolos mas¨®nicos, la deliciosa pareja de Papageno y Papagena -encarnada con primor y ternura por Wolfgang Rauch y Mar¨ªa Casas-, la nocturnal reina de la noche cantada con agilidad t¨¦cnica y espiritual por Milagros Poblador, la ternura enamorada de Ana Rodrigo en Pamina junto al excelente Tamino de Deon van der Walt, el Sarastro grave de Konstantin Gorny, los coros de la Comunidad de Madrid y Cantate Domino y la Orquesta Ciudad de Granada, que toc¨® con flexibilidad, elevaci¨®n y estilo, todos ellos llevados con seguridad y criterio propio por el maestro Pons. Entre todos parecieron justificar las palabras de Luis Cernuda en sus a?os de tristeza y lejan¨ªa: "Siempre nos quedar¨¢ Mozart".

Grandes y prolongadas fueron las ovaciones y m¨²ltiples las salidas a escena de cuantos han sido art¨ªfices de esta Flauta m¨¢gica que desde Barcelona se extiende a diversos escenarios espa?oles. Pero m¨¢s significativo que el mismo aplauso resultaba el gesto sonriente de cuantos asistieron al teatro del Generalife despu¨¦s de vivir este Mozart tan natural y europeo, pero s¨®lo posible en Granada, la ciudad-amor de los grandes catalanes de ayer, Alb¨¦niz, Rusi?ol o Malats, y los de hoy, Xavier Montsalvatge, Victoria de los ?ngeles, Gaspar Cassad¨®, Pons o Font. Cu¨¢ntas cosas pueden hacerse con un presupuesto m¨¢s grande de inteligencia que de euros.

Canciones de Alberti

En la tarde de ayer se inici¨® la serie de recitales de canciones sobre textos de Rafael Alberti encomendada a la mezzosoprano Mar¨ªa Arag¨®n y al pianista Fernando Turina, nieto de Joaqu¨ªn Turina. Tienen lugar en el teatrillo del Alambra-Palace, un local de cierta importancia hist¨®rica, pues all¨ª se dieron cita, en la d¨¦cada de los veinte, personalidades como Federico Garc¨ªa Lorca, Manuel de Falla, Mauricio Ravel, Ernesto Halffter, Joaqu¨ªn Nin, ?ngel Barrios, Rodolfo Halffter, Adolfo Salazar, Emilio Garc¨ªa G¨®mez, Antonio Gallego y Bur¨ªn, entre otros.

El Festival de Granada, dispuesto a rescatar la mayor parte de cap¨ªtulos referentes a la m¨²sica en la ciudad, rehabilit¨® hace unos las actividades del teatrillo y este a?o las dedica al reflejo de la poes¨ªa de Rafael Alberti en las canciones de compositores hispanos. El programa comprende ejemplos muy valiosos y representativos de Javier Montsalvatge, ?scar Espl¨¢, los dos Halffter, Ant¨®n Garc¨ªa Abril, Miguel ?ngel Coria y el argentino Calos Guastavino.

Por otra parte, el XXXI Curso Internacional Manuel de Falla sumar¨¢ sus lecciones magistrales sobre diversas materias a cargo de personalidades internacionales muy representativas: Mark Withers, sobre pedagog¨ªa musical; Guillermo Gonz¨¢lez, de interpretaci¨®n pian¨ªstica; el cuarteto Greenwich, sobre m¨²sica de c¨¢mara, y el franc¨¦s Yvan Nommick, an¨¢lisis musical. Dirige el curso, como en a?os anteriores, el profesor Jos¨¦ Carlos Palomares.