Sanidad impone las primeras multas a organismos por incumplir el veto al tabaco en sus dependencias
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El Gobierno regional ha impuesto las primeras multas a organismos y empresas por no poner los medios para impedir que en sus dependencias fumen los trabajadores, en aplicaci¨®n del real decreto sobre limitaciones en la venta y uso del tabaco. Una facultad de la rama de letras de la Complutense, un Ayuntamiento del oeste y una sucursal de banco han sido las primeras entidades sancionadas con 500.000 pesetas. Los expedientes se iniciaron por la denuncia de trabajadores de estos centros contra compa?eros fumadores, a la vez que reclamaban su derecho a disponer de un espacio libre de humo.
"La ley siempre se inclina del lado del no fumador frente al fumador", argumenta Juan Ra¨²l Sanz, jefe de la inspecci¨®n territorial de la Consejer¨ªa de Sanidad. El departamento que dirige ha intervenido en el ¨²ltimo a?o en alrededor de 300 expedientes, de los que tres han concluido con sanciones econ¨®micas y dos m¨¢s est¨¢n a punto de resolverse en el mismo sentido. "Despu¨¦s de una primera etapa de informaci¨®n, en la que se ha intentado explicar cu¨¢les son las normas dictadas en la ley para la venta y uso del tabaco para la prevenci¨®n de la salud de la poblaci¨®n, ha llegado el momento de aplicar la legislaci¨®n vigente", a?ade el inspector.Los tres primeros expendientes, que se han cerrado con multas leves -las fijadas entre 100.000 y 500.000 pesetas-, han partido de denuncias privadas. La Consejer¨ªa de Sanidad ha querido preservar la intimidad de los afectados, si bien admite que la difusi¨®n de estos casos es "la mejor campa?a" contra el tabaco que pueden hacer.
"Un trabajador de un Ayuntamiento situado al oeste de la Comunidad denunci¨® a tres compa?eros de despacho que fumaban habitualmente. En este caso, adem¨¢s de tenerse en cuenta el derecho de cualquier persona a reclamar un espacio libre de humo, se daba el caso de que en ning¨²n centro de la Administraci¨®n se puede fumar de cara al p¨²blico", explica Juan Ra¨²l Sanz. Durante tres meses, los inspectores comprobaron que, como se?alaba el denunciante, la norma se incumpl¨ªa. "Entrevistamos a los tres fumadores, que reconocieron consumir tabaco en el Ayuntamiento. 'Fumamos, ?y qu¨¦?', nos respondieron. Y tras comprobar su reiterada actitud decidimos imponer la sanci¨®n". En esta guerra entre un no fumador y sus compa?eros de trabajo intent¨® mediar, sin fortuna, el alcalde. "La multa por ley siempre recae en la empresa responsable, que en este caso fue el Ayuntamiento. La secretar¨ªa t¨¦cnica de la consejer¨ªa es la que se encarga de cobrar la multa. No sabemos si en este caso, el alcalde responsabiliz¨® a los tres trabajadores de esta sanci¨®n econ¨®mica", explica Sanz.
Un expediente de dos a?os
Una profesora de una facultad de la rama de letras de la Universidad Complutense trabaj¨® durante dos a?os para que no se fumara en el centro.
El inspector de la Consejer¨ªa de Sanidad relata as¨ª este caso: "En las facultades no se puede consumir tabaco por ley, pero sabemos que es uno de los sitios donde m¨¢s se fuma. Se hace en las clases, en los pasillos, en los ascensores y en especial en la cafeter¨ªa. Es muy dif¨ªcil controlar que se cumpla la norma sin tener la complicidad del decano y del resto de los profesores. En este caso fue una profesora quien denunci¨® lo que suced¨ªa. Hablamos con el decano en varias ocasiones, pero no colabor¨® en ning¨²n momento. En este expediente se tuvo en cuenta la actitud del responsable de la facultad. La multa ha sido de 500.000 pesetas".
En todos los casos instruidos y resueltos con sanci¨®n, la consejer¨ªa mantiene las inspecciones peri¨®dicas para comprobar que despu¨¦s de imponerse los castigos la norma se cumple. "De momento no tenemos noticias de que se haya vuelto a fumar ni en el Ayuntamiento ni en la facultad objeto de las sanciones, pero mantenemos la vigilancia", informan desde la consejer¨ªa.
En la sucursal del BBV -hay oficinas de otros bancos con expediente abierto- investigada por la queja de un trabajador, tampoco se fuma desde hace semanas. "En este caso", se?ala Sanidad, "la reclamaci¨®n fue muy similar a la efectuada por el funcionario del Ayuntamiento. Se trataba de un grupo de trabajadores que fumaba sin parar y que fue denunciado por un compa?ero que se quejaba de ser un fumador pasivo. Se comprob¨® que as¨ª suced¨ªa y se procedi¨® a sancionar". El banco fue multado con 500.000 pesetas.
En el caso del empleado de banca se actu¨® con el respaldo del comit¨¦ de salud e higiene, cuyos integrantes deben cuidar, seg¨²n la ley, que se cumplan estas normas. "Cualquier trabajador puede reclamar su espacio libre de humo y todas las empresas tienen obligaci¨®n de velar por este derecho", aclara Juan Ra¨²l Sanz.
La inspecci¨®n trabaja en dos casos m¨¢s, a¨²n pendientes de resoluci¨®n. En uno est¨¢ involucrado un juez de instrucci¨®n que ha sido denunciado por permitir que se fume en su secretar¨ªa. "Los juzgados son uno de los lugares en los que m¨¢s se fuma. La situaci¨®n en la que se encuentra la gente que acude hasta all¨ª propicia situaciones de tensi¨®n que muchos mitigan con un cigarro. Tambi¨¦n es m¨¢s complicado impedir que se cumpla la ley en un lugar de paso como ¨¦ste. A ello hay que a?adir que a una persona acusada de un delito grave, le parece una tonter¨ªa que se le multe por fumar", explican en la Consejer¨ªa de Sanidad.
Responsables de este departamento se entrevistaron hace cinco a?os con la entonces juez decana Manuela Carmena. "Gracias a su intervenci¨®n, en las salas de audiencia ya no se fuma. No sucede lo mismo en el resto de las dependencias", a?aden. Una situaci¨®n similar se produce en los centros sanitarios. "El trabajo por hacer es mucho. Nos preocupa, por ejemplo, lo mucho que se fuma en el metro. Ellos tienen su reglamento, pero se incumple", se?alan los inspectores.
Espacios prohibidos
El Real Decreto 192/988, sobre limitaciones en la venta y uso del tabaco, proh¨ªbe fumar en los siguientes supuestos:-Lugares donde exista mayor riesgo a la salud del trabajador por combinar la nocividad del tabaco con el perjuicio ocasionado por el contaminante industrial.
-Cualquier ¨¢rea laboral donde trabajen mujeres embarazadas.
-Centros de atenci¨®n social destinados a menos de 16 a?os.
-Centros docentes.
-Oficinas de las administraciones p¨²blicas destinadas a la atenci¨®n al p¨²blico.
-Locales donde se elaboren, transformen, preparen o vendan alimentos.
-Salas de uso p¨²blico, lectura y exposici¨®n.
-Salas de teatro, cine y otros espect¨¢culos p¨²blicos y deportivos en locales cerrados.
-Ascensores.
Para que se cumpla la ley se solicitar¨¢ la colaboraci¨®n de los comit¨¦s de seguridad y salud en el trabajo y de los comit¨¦s de empresa.
La normativa tambi¨¦n dicta indicaciones para que se habiliten zonas diferenciadas para los fumadores en locales de teatro, espect¨¢culos p¨²blicos o deportivos cerrados, salas de espera de transporte colectivo y cualquier local donde exista la prohibic¨ª¨®n de fumar. En caso de que no se pudiera delimitar un espacio, se mantendr¨¢ la prohibici¨®n en todo el local.
-En los locales comerciales cerrados y con amplia concurrencia de personas ser¨¢ especialmente ostensible la se?alizaci¨®n de las ¨¢reas para fumadores.
-En los centros y establecimientos sanitarios la direcci¨®n del mismo diferenciar¨¢ las ¨¢reas espec¨ªficas donde se permita fumar, que ser¨¢n en todo caso independientes para los usuarios de los servicios y visitantes y para el personal del centro.
-En los centros docentes se permitir¨¢ fumar exclusivamente en la zonas reservadas, que no podr¨¢n ser zonas de convivencia entre profesores y alumnos menores de 16 a?os.
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