"Lucho por no afrontar el nuevo d¨ªa"

Los ¨²ltimos a?os de la vida de Vittorio Gassman estuvieron marcados por la dura batalla contra la depresi¨®n. "Quiz¨¢s hubiera podido liberarse de la depresi¨®n", ha explicado uno de sus amigos m¨¢s ¨ªntimos, Luciano Lucignani, "pero ten¨ªa otros problemas de salud, problemas con las coronarias. Y, sobre todo, fumaba demasiado". Gassman era uno de esos fumadores alternativos. Dejaba los cigarrillos por un periodo breve, luego volv¨ªa con redoblada furia a la cajetilla. La terapia de la escritura que le recomend¨® su m¨¦dico, Giovanibattista Cassano, sirvi¨® para drenar la amargura profunda del actor, pero tampoco pudo curarle. En uno de sus libros, claramente autobiogr¨¢fico, Memorie dal sottoscala, el protagonista se refiere a "la lucha por no afrontar la jornada". Y a?ade: "Un peque?o esfuerzo y volver¨¦ a gustarme incluso. ?C¨®mo es que no me gusto ya, desde cu¨¢ndo?". A juicio de sus amigos, el golpe definitivo se lo dio la emisi¨®n de televisi¨®n que condujo Gassman el a?o pasado. Se titulaba Il Mattatore y en ella Gassman recib¨ªa a antiguos compa?eros, discut¨ªa sobre lo divino y lo humano, criticaba lo que le molestaba. Lo cierto es que no lograba conectar con el p¨²blico. "Puso en el programa todas sus energ¨ªas. Recuerdo que me sorprendi¨® la vitalidad que ten¨ªa cuando lo vi. Era una vitalidad desesperada, casi masoquista", explicaba otro de sus amigos, Davico Bonino, al diario La Stampa, de Tur¨ªn. Una vitalidad preludio de la nueva crisis depresiva que lleg¨® puntual. "Era un hombre profundamente culto", a?ade Bonino. "Era un t¨ªmido, y su actitud de matador formaba parte de esa timidez. Era incluso mis¨¢ntropo, igual que su amad¨ªsimo Moli¨¨re. En el fondo, los dos han muerto de lo mismo".