El primer templo cristiano

El parque natural de Valderejo, el valle de Valdegov¨ªa y los alrededores de esta pen¨ªnsula alavesa en territorio burgal¨¦s conservan casi intactos los paisajes que vieron aquellos cristianos que pusieron en marcha el primer templo de esta religi¨®n en el Pa¨ªs Vasco, el monasterio de San Rom¨¢n, en Tobillas. Restaurado recientemente por la Diputaci¨®n alavesa, esta peque?a iglesia guarda todav¨ªa algunas de las huellas de aquel primero que surgi¨® a la sombra de la cercana di¨®cesis de Valpuesta, en la actualidad provincia de Burgos.A pesar de su sencillez, de su aparente insignificancia, la iglesia de Tobillas fue uno de los principales monasterios de la cristiandad de su tiempo. Alrededor de su historia inicial se pueden descubrir los primeros pasos de los seguidores de Cristo en el Pa¨ªs Vasco, cuya dataci¨®n ocupa un lugar preferente entre las controversias hist¨®ricas sobre este territorio.

Era el a?o 822 cuando el abad Avito lleg¨® al lugar que hoy se conoce como Tobillas para fundar un monasterio. Eligi¨® un territorio casi virgen: los pobladores aut¨®ctonos eran pocos y todav¨ªa no hab¨ªan sido contaminados por el cristianismo, mientras que la presencia musulmana en la Pen¨ªnsula (que ya alcanzaba el primer siglo) no hab¨ªa llegado tan al norte.

Hab¨ªa habido, eso s¨ª, romanizaci¨®n, tal y como constatan los historiadores, mientras que los predicadores del Evangelio se limitaban a vivir, de momento, como trogloditas en las numerosas cuevas que salpican este valle de Valdegov¨ªa y otros del resto de ?lava. As¨ª que la fundaci¨®n del abad Avito, que como tantos otros padres del cristianismo, hu¨ªa de la presi¨®n musulmana, debi¨® impresionar a los lugare?os. Lleg¨® nada m¨¢s y nada menos que con 24 juntas de bueyes, 100 vacas, 80 yeguas, 20 caballos y mulos, 500 ovejas y 24 libros, todo un capital para la ¨¦poca.

Extenso territorio

Como era costumbre en aquella ¨¦poca, al abrigo del monasterio se puso un extenso territorio que conforma buena parte de la comarca natural que se encuentra entre el occidente alav¨¦s y el noreste de Burgos. La repoblaci¨®n que hab¨ªa generado la subida isl¨¢mica desde el primer Al Andalus hacia el norte de la pen¨ªnsula se vivi¨® en este valle de Valdegov¨ªa con especial inter¨¦s. No s¨®lo por la fundaci¨®n de ¨¦ste y otros monasterios, sino porque se cre¨® un n¨²cleo de poder cristiano, que fue el embri¨®n de la recuperaci¨®n de los territorios a los musulmanes.

Y adem¨¢s, en el de Tobillas y en los monasterios cercanos, se fue gestando el primer castellano a partir del lat¨ªn que hablaban aquellas comunidades. Es cierto que tradicionalmente se ha localizado en el cercano enclave de San Mill¨¢n de la Cogolla la aparici¨®n de las primeras palabras del castellano, pero estudios recientes colocan a Valdegov¨ªa como primer referente de los balbuceos de aquel romance.

Lo que s¨ª est¨¢ claro es que la animaci¨®n de la zona era superior a la actual. Un paseo por este occidente alav¨¦s presenta una poblaci¨®n envejecida, escasa actividad laboral, si no es en los principales municipios (como Villanueva o Espejo) y un futuro que pasa por la explotaci¨®n del parque natural de Valderejo y algunas empresas que han surgido a su sombra dedicadas al turismo o a la producci¨®n de queso.

En tiempos del abad Avito y sus sucesores como los famosos Tello o Vigila, el monasterio de Tobillas (o cualquiera de los que se encontraban en los alrededores) mov¨ªa a un gran n¨²mero de gentes que estaban a su servicio. Y adem¨¢s pose¨ªan numerosas propiedades a sus alrededores, m¨¢s all¨¢ del lugar dedicado a dar sepultura a sus fieles, que estaba en primer t¨¦rmino.

Est¨¢ ubicaci¨®n del cementerio se ha podido comprobar ahora con el reciente descubrimiento que ha tenido lugar frente a la iglesia de Valpuesta, que fuera sede episcopal en aquellos primeros siglos de presencia musulmana. Al levantar el pavimento para realizar unas canalizaciones, se han hallado algunas tumbas pertenecientes, seg¨²n las primeras observaciones, a los primeros tiempos de la creaci¨®n de este templo ubicado geogr¨¢ficamente en Valdegov¨ªa, pero administrativamente en Burgos.

Y ya que se ha legado hasta Tobillas, no est¨¢ de m¨¢s acercarse a Valpuesta, aut¨¦ntica sorpresa para el profano en esta gran comarca. Es inimaginable encontrar a la vuelta del camino esa iglesia que tiene un peque?o n¨²cleo que nunca ha tenido m¨¢s de una docena de vecinos.

El a?o de fundaci¨®n de este monasterio clave en la Alta Edad Media es un poco anterior al de Tobillas. Fue en el 804 cuando el obispo Juan, procedente de Oviedo y bajo el amparo de la monarqu¨ªa asturiana, emprende la construcci¨®n de un complejo religioso que alcanzar¨¢ en poco a?os la categor¨ªa de sede episcopal.

Manuscritos

Se especula que Tobillas lleg¨® a contar con un escritorio en el que los monjes copiaban libros sagrados, pero s¨ª existe la certeza total de que Valpuesta fue un centro de este tipo, uno de los m¨¢s reputados de la Cristiandad de su tiempo. Valpuesta fue al norte del Ebro lo que San Mill¨¢n en La Rioja o San Juan de la Pe?a en Arag¨®n. De aquella actividad quedan algunos manuscritos que reflejan la rica vida de estas comunidades.

Al visitante de hoy en d¨ªa le quedan unos restos que har¨ªan las delicias de un ilustrador rom¨¢ntico, con un claustro que se mantiene en pie gracias a estar apuntalado. En el interior del templo, los restos de un esplendor secular luchan contra un abandono que tambi¨¦n suma siglos, a la espera de que la Junta de Castilla y Le¨®n (una de las comunidades con mayor n¨²mero de monumentos hist¨®ricos) se atreva con la iglesia de Valpuesta.

Por su parte, la de Tobillas, al otro lado del Omecillo, m¨¢s humilde, presenta despu¨¦s de su cuidada restauraci¨®n algunos de esos rasgos visig¨®ticos que la han hecho merecedora del primer puesto en la clasificaci¨®n de templos cristianos del Pa¨ªs Vasco.

Datos pr¨¢cticos