Intimidad

La temporada del paparazzi ya se ha abierto en Marbella, y pese a que estamos a principios de julio parece que el verano promete una buena caza gr¨¢fica. Contra los objetivos de las c¨¢maras no existe vacuna posible, aunque esto no significa que los famosos no puedan obtener un poco de intimidad y disfrutar de sus vacaciones. Hay varias formas de enfrentarse a los destellos de los flases. Una es con much¨ªsimo dinero, como el rey Fahd de Arabia Saud¨ª, que ha gastado nada menos que 18.000 millones de pesetas en la remodelaci¨®n de su palacio marbell¨ª. De seguro que buena parte de esta inversi¨®n est¨¢ destinada a garantizarle un descanso en la intimidad de su mansi¨®n, que cuenta con todas las comodidades para que no tenga que hacer incursiones fuera de los l¨ªmites de su propiedad.Tampoco se queda atr¨¢s el m¨¦todo patentado en los ¨²ltimos a?os por Antonio Banderas, que llegar¨¢ este mismo mes a su casa de la urbanizaci¨®n Los Monteros, donde permanecer¨¢ todo el verano junto a su familia. La mansi¨®n perteneci¨® a la fallecida Encarna S¨¢nchez, que blind¨® sus muros contra objetivos indiscretos. Claro que, de puertas para fuera, no existe protecci¨®n alguna. El actor ha llegado a una entente cordial con los paparazzis: se deja fotografiar varias veces a cambio de un poco m¨¢s de intimidad. En principio se hablaba de su permanencia en Espa?a hasta diciembre con motivo del rodaje de las aventuras de Corto Malt¨¦s, el famoso marino de las historietas de Hugo Pratt, pero esta producci¨®n europea se encuentra un poco en el aire, al parecer, por problemas de financiaci¨®n.

Est¨¢ claro que la pr¨¢ctica y residir varias temporadas en la zona curte mucho. Sin duda esta falta de experiencia le provoc¨® un peque?o disgusto a Julio Iglesias, que recientemente ha adquirido una mansi¨®n en la vecina localidad de Oj¨¦n. El cantante se las ve¨ªa muy felices la pasada semana en un restaurante de Puerto Ban¨²s, confiado de haber logrado eludir con ¨¦xito a las c¨¢maras. Pero la cosa no le sali¨® tan bien como cre¨ªa y, al ser alertado de la simple presencia de un fot¨®grafo en la puerta de entrada, abandon¨® el establecimiento no sin antes pedir explicaciones al personal al que culp¨® del chivatazo. Est¨¢ claro que el ex marido de Isabel Preysler, en su condici¨®n de nuevo vecino de la zona, tendr¨¢ que inventar su propio m¨¦todo para sobrevivir a las particularidades gr¨¢ficas de Marbella.

MEME DEL R?O