Esperar
JAIME ESQUEMBREUna amiga-lectora de Benidorm ha seguido con especial inter¨¦s el debate abierto sobre las listas de espera en la sanidad p¨²blica valenciana. Ella da la raz¨®n a los medios, y se la quita por tanto al Consell, porque vive en propia carne una situaci¨®n que lleva camino de amargarle la existencia.De momento, ya se cuestiona su anta?o convencida y encendida defensa del sistema sanitario p¨²blico, y eso le reconcome las entra?as y le nubla la conciencia.
El caso es que su especialista le recet¨® una radiograf¨ªa de mamas, para despejar sospechas. Antes de 24 horas se plant¨® en el centro de salud, y para su sorpresa le indicaron que pod¨ªa ser citada para realizar la prueba en el plazo de dos a?os. Hasta tres veces pregunt¨® al celador. ?Dos a?os para una mamograf¨ªa? Y las tres veces le respondieron lo mismo. Naturalmente, no esperar¨¢ la llamada telef¨®nica y ya ha pedido cita en la cl¨ªnica privada.
Para colmo, como su caso no es de quir¨®fano, ni siquiera forma parte de la estad¨ªstica que el presidente Zaplana pasea por sus dominios. Su prueba, seg¨²n los criterios que aplican los populares, no debe implicar urgencia. Pero lo que no sab¨ªa es que lo peor estaba por llegar.
De vuelta al m¨¦dico le cont¨® lo sucedido. El ginec¨®logo cambi¨® de especialidad y tuvo que aplicar todos sus conocimientos de psicolog¨ªa para calmar los ¨¢nimos. En eso venci¨® ella, y el facultativo acab¨® confes¨¢ndole que se avergonzaba de la situaci¨®n y de la consigna, nunca por escrito, que le hab¨ªa llegado de sus superiores: no m¨¢s de cinco minutos por paciente.
Ese mismo d¨ªa, Zaplana inaugur¨® con todo su s¨¦quito, bombo y platillo, el centro de especialidades de Benidorm, en funcionamiento desde cinco meses antes, y dijo aquello de que la sanidad p¨²blica valenciana alcanzaba niveles hist¨®ricos. Le¨ªdo as¨ª, sin considerar que el presidente se refer¨ªa a la calidad asistencial, quiz¨¢s tenga raz¨®n: niveles hist¨®ricos de mediocridad. Es una estrategia calculada cuyo desenlace se vislumbra con claridad. No hay m¨¢s que revisar el ejemplo de las resonancias magn¨¦ticas.
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