Proleg¨®menos de feria

El atildado caballero que el pasado a?o vino a orientarse de lo que pod¨ªa costar un abono de sombra para las corridas sanfermineras, sin otro ¨¢nimo que lo que pod¨ªa ¨¦l pedir para los que ya tiene, ha vuelto a plantear la cuesti¨®n. Todo lo que suponga conseguir una peseta sin realizar el menor esfuerzo les subyuga.De nuevo el locutor (en los a?os 40 se le llamaba espiquer), que relata cuanto pasa y no pasa en la plaza, cobra publicidad por su programa, no paga la entrada y, adem¨¢s, pone a parir a la empresa, como debe ser.

Otra vez los insaciables del llamado "pase de favor". Su argumento es que no merma ingresos por taquilla cuando se ha vendido todo el aforo. Y es as¨ª, pero no tienen en cuenta el incordio que les supone a quienes tienen que estrecharse en su localidad para que ellos puedan sentarse. Se conocen verdaderos especialistas en estos pases. La frase m¨¢s socorrida es "tengo un compromiso". Uno de estos pedig¨¹e?os, muy conocido, para restarle importancia al favor utilizaba el diminutivo pasecico. Una vez a un apoderado le dijo: "?No tendr¨ªas un trajecico de luces para un novillero que empieza y al que estoy apoyando?".

A estos personajes les aflige una infinita ansiedad por conseguir sin esfuerzo lo que desde hace muchos lustros ha sido organizado por otros y han conseguido el ¨¦xito a base de aportar ideas, proyectos, riesgo y trabajo. No solamente quieren obtener rentabilidad del esfuerzo de los dem¨¢s sino que, si no consiguen sus prop¨®sitos, no tienen reparo alguno en censurar agriamente lo que la mayor¨ªa ve con buenos ojos.

En estos d¨ªas de preparativos de la feria las complicaciones en el trabajo surgen minuto a minuto hasta coordinar todos los detalles, que son bastantes. Pero volver¨¢n los emocionantes encierros, precedidos de agridulces dianas, que satisfacen a muchos y acongojan a otros; y volveremos a ver el alegre desfile de los alguacilillos, la banda de m¨²sica interpretando pasodobles y el broche de las mulillas, por el recorrido desde el Ayuntamiento hasta la plaza de toros. Luego, todo el grader¨ªo del coso revestido de blanco y rojo, que vibrar¨¢ con el valor y el arte de los toreros... Felices fiestas.

Ignacio C¨ªa es director de la Casa de Misericordia de Pamplona.