Clinton aplazar¨¢ una ejecuci¨®n para que el reo se beneficie de una revisi¨®n de la sentencia
El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, aplazar¨¢ la ejecuci¨®n de Juan Ra¨²l Garza, condenado a muerte en 1993 por encargar el asesinato de tres personas. Garza, cuya ejecuci¨®n estaba prevista para el 5 de agosto, iba a convertirse en la primera persona en ver cumplida su condena a muerte por un delito federal en los ¨²ltimos 40 a?os. El aplazamiento permite al Departamento de Justicia elaborar nuevas normas sobre la tramitaci¨®n de una posible clemencia y analizar el papel que juega la raza en la aplicaci¨®n de la pena de muerte.
El Departamento de Justicia tiene la ¨²ltima palabra en la petici¨®n de la pena de muerte para acusados de delitos federales, que son aquellos considerados de especial gravedad para el pa¨ªs, como terrorismo, espionaje o narcotr¨¢fico. Entre 1927 y 1963 se ejecut¨® a 32 personas, la ¨²ltima de ellas, Victor Feguer, por el m¨¦todo de la horca. Desde entonces no ha habido ninguna ejecuci¨®n por este tipo de delitos, a pesar de que el Gobierno, a trav¨¦s del Departamento de Justicia, ha pedido y conseguido la pena capital en m¨²ltiples casos. Recientemente, en medio de la pol¨¦mica sobre la arbitrariedad de la pena de muerte, el Gobierno de Clinton pidi¨® esa condena para un joven que mat¨® a tres personas en una cafeter¨ªa de Washington. El Departamento de Justicia debe elaborar ahora nuevos procedimientos para la tramitaci¨®n de los recursos y las clemencias; el sistema actual no se hab¨ªa modificado desde la reinstauraci¨®n de la pena de muerte para delitos federales en 1988. Aunque las nuevas normas estar¨¢n listas en dos o tres semanas, a Garza se le permitir¨¢ iniciar la tramitaci¨®n de una clemencia y con ello al menos aplazar¨¢ varios meses la ejecuci¨®n de su condena. Posiblemente la decisi¨®n final sobre el perd¨®n (si su condena a muerte no es revocada) quedar¨¢ en manos del pr¨®ximo presidente. Con la decisi¨®n, Clinton lograr¨¢ la pirueta pol¨ªtica de llegar a presidente con una firme defensa de la pena de muerte (interrumpi¨® su campa?a electoral en 1992 para firmar una ejecuci¨®n como gobernador de Arkansas) y marcharse con un aplazamiento que muestra su cara m¨¢s bondadosa.
Jake Siewert, portavoz de la Casa Blanca, confirm¨® que el presidente aplazar¨¢ la ejecuci¨®n "porque quiere asegurarse de que Garza tiene una oportunidad plena de tramitar su petici¨®n de clemencia y de que ¨¦l, como presidente, tiene la oportunidad de revisar el caso a fondo".
En el proceso contra Garza, el Gobierno de EE UU (parte acusadora) viol¨® los derechos del acusado en la legislaci¨®n internacional al introducir durante el juicio varios casos de asesinatos en M¨¦xico que no estaban resueltos en ese pa¨ªs. Aun as¨ª, el a?o pasado el Tribunal Supremo rechaz¨® los recursos contra la condena a muerte y abri¨® las puertas a la ejecuci¨®n. Hace unos d¨ªas el presidente declar¨®: "Aquellos que apoyamos la pena de muerte tenemos la responsabilidad de asegurar que el proceso y el resultado son justos y constitucionales".
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