A la guerra contra el 'narco'
La base militar de Tres Esquinas, al sur de Colombia, es la mayor m¨¢quina antinarcotr¨¢fico del mundo
"?Claro que estoy contento!; ?no ve que hasta ahora no he visto m¨¢s de cinco helic¨®pteros juntos? ?Ahora tendremos 60!". As¨ª responde el general Mario Montoya cuando se le pregunta sobre la ayuda de Estados Unidos para financiar el componente militar del Plan Colombia. "A¨²n falta la ayuda de la Uni¨®n Europea, esperamos la que sea", agrega este general de 51 a?os.Montoya, un hombre de estatura mediana y ojos peque?os, es el comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta, con base en Tres Esquinas, la fortaleza antinarc¨®ticos m¨¢s grande del mundo. Esta en un punto estrat¨¦gico de las selvas del sur colombiano, entre las regiones de Caquet¨¢ y Putumayo (oficialmente las dos mayores productoras de coca del pa¨ªs), rodeada por dos inmensos r¨ªos, El Orteguaza y El Caquet¨¢. En esta base, construida en l932 durante el conflicto con Per¨², se concentrar¨¢ toda la ayuda norteamericana para realizar el llamado "Empuje al sur de Colombia", que pretende terminar con la producci¨®n, procesamiento y comercializaci¨®n de la coca. Actuar¨¢n conjuntamente 8.000 hombres del Ej¨¦rcito, Armada, Fuerza A¨¦rea y polic¨ªa. "La meta es ambiciosa", dice Montoya; espera que en menos de tres meses empiecen a llegar los recursos: 574 millones de d¨®lares para el ej¨¦rcito y 115 para la polic¨ªa. Por falta de recursos, el primer batall¨®n antinarc¨®ticos, activado desde el pasado mes de diciembre, apenas ha operado a un 5% de su capacidad.
Empezar¨¢n la tarea de neutralizar el crecimiento del narcotr¨¢fico con la movilidad de los helic¨®pteros y los 3.500 hombres de tres batallones antinarc¨®ticos, entrenados y equipados por Estados Unidos; luego vendr¨¢ el reto de reducirlo. Habr¨¢ "tomas" de zonas predeterminadas, para ubicar laboratorios de procesamiento y destruirlos. Con el apoyo del Ej¨¦rcito para repeler ataques, la polic¨ªa fumigar¨¢ los cultivos. "Nos hacen da?o los de 20, 40, 100 hect¨¢reas; pero si en la l¨ªnea de fumigaci¨®n aparecen los peque?os, tambi¨¦n los vamos a fumigar". Por r¨ªos y aire se bloquear¨¢ la entrada de productos qu¨ªmicos (para procesar la hoja de coca) y la salida de la droga. Para esta labor est¨¢n destinados 129 millones de d¨®lares. La base respaldar¨¢ la interceptaci¨®n a¨¦rea con aeronaves P3 de la aduana de Estados Unidos, que operar¨¢n desde las bases de Ecuador y Aruba.
A un lado de la pista a¨¦rea de Tres Esquinas, en una enorme c¨¢psula verde, est¨¢ la central de inteligencia, el "cerebro" de esta guerra. Dotada con equipos suministrados en su mayor¨ªa por Estados Unidos, esta sofisticada central permite detectar movilizaciones de tropas, interceptar comunicaciones y vigilar esta inmensa zona de r¨ªos y selvas donde, seg¨²n cifras oficiales, hay unos 2.000 guerrilleros, dos frentes paramilitares y grupos de narcotraficantes.En un kiosco hecho de madera, tela de camuflaje y tejas de zinc, el general Montoya explica a un grupo de periodistas invitados a Tres Esquinas la realidad "coquera" de Caquet¨¢ y Putumayo. Para ¨¦l, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) son "narcotraficantes y bandidos". Tienen, dice, el monopolio del 75 o el 80% del negocio en la zona, que est¨¢ en capacidad de producir m¨¢s de 645 toneladas de coca¨ªna, casi l00 m¨¢s que la demanda mundial, que es de 570. En s¨®lo tres municipios (Orito, La Hormiga y Puerto As¨ªs), asegura, existe la mayor concentraci¨®n de cultivos de coca del mundo, unas 50.000 hect¨¢reas. All¨ª, al extremo suroccidental del Putumayo, las autodefensas (el general Montoya prefiere llamarlos "delincuencia organizada") le disputan a las FARC el negocio. Los primeros le pagan a los campesinos 500.000 pesos m¨¢s por kilo de pasta de coca.
Una y otra vez repite que si la insurgencia "con sus fusiles y lo malos que son" no se hubieran metido en el narcotr¨¢fico, este negocio no hubiera crecido tanto, ni el Ej¨¦rcito se hubiera involucrado en su lucha". Recuerda que la Fuerza de Operaci¨®n Conjunta (la mayor fuerza de ¨¦lite del pa¨ªs), a su mando, naci¨® en l998 como respuesta a esta actividad conjunta de guerrilla y narcotraficantes, luego de que las FARC "acab¨®" con un batall¨®n de 256 hombres acantonados en plena selva. Y recuerda tambi¨¦n que el general Barry McCafrey (zar antidrogas de Estados Unidos), ante esta realidad plante¨® un d¨ªa: "Ustedes ponen los hombres, nosotros los medios". Seg¨²n cifras extraoficiales, en Colombia hay unos 200 asesores norteamericanos. El Plan Colombia contempla la llegada de hasta 500.
"Si las FARC est¨¢n metidas en el negocio de la coca¨ªna, la lucha tambi¨¦n ser¨¢ frontal contra ellos", advierte el general al grupo de periodistas. ?Se avecina una guerra larga? "No es guerra; es una lucha. La guerrilla va a tratar de defender sus negocios y neutralizar nuestra acci¨®n. Por eso nos preparamos militarmente para llevarla a cabo". Y asegura que hay "indicios" de que la guerrilla tiene armas antia¨¦reas y que es un hecho que canjean pasta de coca por fusiles AK-47. Y ve as¨ª la reacci¨®n de la poblaci¨®n civil que quedar¨¢ en medio del conflicto: los ind¨ªgenas y colonos, asegura, quieren cambiar y esperan un buen programa social por parte del Gobierno; los raspachines (cortadores de hoja) regresar¨¢n a sus tierras, y los "narcocultivadores" de m¨¢s de l0 hect¨¢reas se ir¨¢n. "Los vamos a perseguir para que no lleven el cultivo a otro lugar", afirma tajante. Seg¨²n organismos de investigaci¨®n social, esta ofensiva militar producir¨¢ desplazamientos masivos en un pa¨ªs que, en este momento, por culpa de la violencia, tiene m¨¢s de dos millones de desterrados internos.
El final de la visita es un sobrevuelo en helic¨®ptero para ver los desastres que ha provocado en la selva la coca. No es necesario ir lejos. La base est¨¢ rodeada de cultivos. Son peque?as parcelas, siempre con la casa en medio. Aqu¨ª y all¨¢ ¨¢rboles gigantes tirados en una tierra rojiza, retazos de selva reci¨¦n aserrados. La imagen m¨¢s significativa, en v¨ªdeo, es la que muestra la frontera con Ecuador. A este lado del r¨ªo Putumayo, una selva herida, llena de vac¨ªos; al otro,la imagen de lo que ha sido por a?os la Amazon¨ªa: la reuni¨®n de ¨¢rboles m¨¢s grande del mundo. "En Ecuador, est¨¢n adelantando acciones para evitar que el narcotr¨¢fico se vaya para all¨¢", asegura convencido el general Mario Montoya.
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