Dictadura de la ley y prensa libre

Transcurridos m¨¢s de cien d¨ªas desde que fue elegido presidente y justo 200 desde que lo es en la pr¨¢ctica, Vlad¨ªmir Putin sigue siendo un enigma; nadie se atreve a asegurar con rotundidad si el cerebro del antiguo agente del KGB esconde o no un alma de dem¨®crata. Cuando habla de "Estado fuerte" o "dictadura de la ley", hay quien ve tan s¨®lo una promesa de orden y regeneraci¨®n (que Rusia necesita tanto como el pan), pero tambi¨¦n hay quien se echa a temblar porque intuye una amenaza autoritaria.Sin embargo, ¨¦l se mostr¨® ayer, una vez m¨¢s, convencido de que un poder fuerte no s¨®lo no pone en peligro la democracia, sino que, al menos en Rusia, es el ¨²nico capaz de garantizarla. Ese Estado, se?al¨® ayer, "no puede existir sin respeto a los derechos humanos y las libertades, y adem¨¢s puede asegurar el equilibrio de intereses entre individuo y sociedad".

Putin defendi¨® ayer la libertad de expresi¨®n como "un irrenunciable valor democr¨¢tico", afirm¨® que "la democracia rusa no puede sobrevivir, y la sociedad civil no se puede crear sin una aut¨¦ntica libertad de prensa". Por eso, dijo, est¨¢ en contra de la censura. Los motivos de inquietud surgen de sus matizaciones. La censura, aclar¨®, no s¨®lo puede proceder del Estado, sino tambi¨¦n de los propios medios, sujetos a intereses comerciales y pol¨ªticos. Eso hace que a veces "se conviertan en medios de desinformaci¨®n masiva que se dedican a librar batallas contra el Estado".

Por ello, prometi¨® garantizar a los periodistas una "libertad real" y que "no sea s¨®lo una parodia". Habr¨¢ que ver c¨®mo se prepara ese guiso, del que forma parte la reciente detenci¨®n de Vlad¨ªmir Gusinski, presidente del grupo Most, ¨²nico que le planta cara.

Putin defendi¨® ayer el reforzamiento del papel de los partidos pol¨ªticos, pero dej¨® muy claro que "no necesitan ser burocr¨¢ticos e inclinados contra el poder, ni mucho menos sustituir a ¨¦ste". Esa filosof¨ªa la plasmar¨¢ en una ley sobre los partidos cuyo borrador se estudia ya en la Duma.

El presidente descalific¨® las especulaciones sobre una amenaza autoritaria, y dijo: "S¨®lo un Estado fuerte -y si a alguien no le gusta la palabra fuerte dir¨¦ efectivo- es capaz de proteger las libertades y de crear las condiciones para una vida feliz de la gente y para la prosperidad de la patria".