Joyeros
Pocas profesiones hay ahora mismo tan arriesgadas, duras y azarosas como la de los joyeros. Para todos los componentes de este gremio (del que viven en Espa?a cerca de 200.000 personas) cada jornada comienza con miedo, contin¨²a con sustos y concluye con los nervios destrozados. As¨ª, un d¨ªa y otro, siempre en tensi¨®n, en alerta permanente, desconfiando de cualquier gesto, mirando con disimulo si alguien les sigue por la calle, sospechando de todo, pendientes de un hilo.Quienes m¨¢s desprotegidos est¨¢n son los profesionales que regentan peque?os negocios, joyer¨ªas de barrio, que se convierten en un im¨¢n para mafias organizadas y francotiradores varios del hampa. Esta semana, la Polic¨ªa Nacional y la Guardia Civil han llevado a cabo la Operaci¨®n Gold (Oro) desarticulando una peligrosa banda que atracaba joyer¨ªas de Madrid y ejerc¨ªa m¨²ltiples extorsiones a los due?os y sus familias. Son 26 individuos, casi todos ellos colombianos, alg¨²n ecuatoriano y un espa?ol.
Ayer compart¨ª una larga charla con un matrimonio joven de joyeros que tienen tiendas en un barrio popular de la capital. Ambos se muestran moderadamente satisfechos por la acci¨®n policial. Ella, progresista, comunicativa, dulce, pone el dedo en la llaga: "La legislaci¨®n espa?ola, en estas cuestiones, es de risa. A m¨ª me atracaron hace 10 d¨ªas un par de sujetos que ya lo hab¨ªan hecho en noviembre. En aquella ocasi¨®n fueron detenidos, pero salieron enseguida para seguir haciendo lo mismo en el mismo trayecto, en el mismo barrio, sin cortarse un pelo. Yo no s¨¦ si podr¨¦ resistir m¨¢s tiempo en esta profesi¨®n que amo y que se ha ido pasando en mi familia de generaci¨®n en generaci¨®n". ?l, tambi¨¦n de izquierdas y muy culto, a?ade: "Esto es insufrible. Tienes que llevar, a estas alturas, vida clandestina, como cuando luch¨¢bamos contra la dictadura. Alguien te esp¨ªa a todas horas, alguien est¨¢ al tanto de tus movimientos y los de tus hijos, alguien puede seguirte hasta tu casa... Ni siquiera descansas por la noche, porque casi siempre el sue?o se transforma en pesadilla". La ley, como el oro, es una quimera.
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