Fox y el 'narcoestado'.
Vicente Fox ha ganado en M¨¦xico limpiamente. La derrota del PRI en unas elecciones presidenciales tras 71 a?os ha sido posible gracias a los esfuerzos de Carlos Salinas y, sobre todo, de Ernesto Zedillo y la perestroika que impuls¨®, y que ha llevado a que cuando se celebraron las elecciones un 50% de la poblaci¨®n estaba ya gobernada a nivel local por dirigentes de otros partidos que el PRI y muchas cosas hab¨ªan cambiado. Las comparaciones de Zedillo con Gorbachov, sin embargo, deben detenerse ah¨ª. El PRI no era el PCUS, y Gorbachov destruy¨® su pa¨ªs y el imperio sovi¨¦tico (para bien de los dem¨¢s) y nunca busc¨® -¨¦se fue su error hist¨®rico- una legtimidad democr¨¢tica. Zedillo, verdadero triunfador de estas elecciones, aunque ahora le odien los suyos, pasar¨¢ a Fox en diciembre el mando de un pa¨ªs con una econom¨ªa en espectacular crecimiento y mucho m¨¢s abierta, que parece haber dejado atr¨¢s las crisis del pasado -aunque con dram¨¢ticas desigualdades sociales que urge reducir- y socio de EE UU y Canad¨¢ en la zona norteamericana de libre comercio, y, desde hace unos meses, de la UE. Pero Fox hereda tambi¨¦n un Estado corrupto por a?os de pr¨¢cticas monopolistas del poder y porque, aunque se hable menos de ello, pues es una gran potencia regional, es un narcoestado en medida similar, aunque de forma diferente, a Colombia. Zedillo lleg¨® a calificar el narcotr¨¢fico como la primera amenaza a la seguridad nacional de M¨¦xico, y no exageraba. El contrabando, la producci¨®n (opio y marihuana, pero tambi¨¦n drogas de dise?o) y el blanqueo de dinero proveniente de esta lucrativa actividad se han convertido en parte sustancial de la econom¨ªa mexicana. El Departamento de Estado afirma que "organizaciones criminales transnacionales con base en M¨¦xico se han convertido en los m¨¢s significativos distribuidores en EE UU de metanfetamina y de sus precursores qu¨ªmicos".Zonas enteras viven de estas actividades, cuyo origen, todo hay que decirlo, est¨¢ en la inmensa demanda que existe en EE UU para estos productos prohibidos. Ahora bien, la novedad, sobre la que han alertado diversas publicaciones mexicanas y que recoge en su ¨²ltimo anuario el Observatorio Geopol¨ªtico de la Droga, con sede en Par¨ªs, es que M¨¦xico se ha convertido, a su vez, en los ¨²ltimos a?os en un mercado para el consumo interno de drogas, algunas de ellas importadas, como la coca¨ªna, o de algunos componentes sint¨¦ticos provenientes de Europa, y de EE UU, en lo que es uno de los lados oscuros de la globalizaci¨®n. Fox tiene raz¨®n cuando dice que la lucha contra el narcotr¨¢fico debe ampliarse y negociarse con EE UU. Para este pa¨ªs, adem¨¢s, M¨¦xico es esencial para toda su estrategia en Am¨¦rica Central, y no s¨®lo en materia de lucha contra el narcotr¨¢fico. El nuevo presidente lo va a tener muy dif¨ªcil para desmontar este entramado. Aunque en la visi¨®n de Washington "los carteles que controlan la producci¨®n y env¨ªo de la droga han realizado un esfuerzo concertado para corromper e intimidar a los funcionarios p¨²blicos responsables de combatirlos", M¨¦xico no es un narcoestado s¨®lo en el sentido de que la corrupci¨®n del sector penetra en la pol¨ªtica, sino que, en sentido inverso, la pol¨ªtica ha venido controlando en parte al sector. Seg¨²n el OGD, era el PRI -que a¨²n domina muchas gobernadur¨ªas locales- el que, con una impunidad que podr¨ªa cambiar, se apoyaba en los narcotraficantes, a los que controlaba a trav¨¦s de polic¨ªas y de militares a menudo implicados en estas redes. No est¨¢ claro c¨®mo la p¨¦rdida de poder del PRI va a afectar a este entramado. Fox ha ofrecido una reforma en profundidad de la justicia y de los cuerpos de seguridad. Ni siquiera se f¨ªa de los servicios oficiales para su propia protecci¨®n. ?Se fiar¨¢ de la Polic¨ªa Federal Preventiva, el cuerpo semimilitar que cre¨® justamente Labastida cuando era ministro de Interior para luchar contra el narcotr¨¢fico con los medios m¨¢s avanzados? Se ha comprometido a cambiar todo esto. Pero a¨²n no ha dicho c¨®mo.
aortega@elpais.es
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