Libertad de horarios

Cuando alguien, para justificar una medida, alude a la libertad, ?prep¨¢rate!, ya sabes que te van a enga?ar. Esto ocurre siempre, aunque no siempre es f¨¢cil darse cuenta del enga?o. Sin embargo, en este caso de los horarios comerciales s¨ª puede uno darse cuenta del enga?o con facilidad. La medida es: libertad de horarios para que los consumidores puedan comprar a cualquier hora y los comerciantes puedan abrir cuando les venga en gana. Libertad para todos.?D¨®nde est¨¢ el enga?o? En que los peque?os comerciantes no van a poder abrir a todas horas como no sea trabajando diecis¨¦is horas diarias, porque la mayor parte de estos comercios son familiares, as¨ª que si abren m¨¢s horas tendr¨¢n que trabajar m¨¢s horas. En general, no pueden permitirse contratar a otros trabajadores. Como las grandes superficies s¨ª que pueden permitirse contratar m¨¢s personal, y con contratos propiamente basura, el peque?o comercio lo tiene francamente dif¨ªcil. As¨ª que la libertad de abrir se podr¨ªa m¨¢s bien traducir por la obligaci¨®n de cerrar.

?Y la libertad de los consumidores? Pues yo s¨®lo veo que los pobrecitos consumidores no tenemos otra libertad m¨¢s que la de consumir a todas horas y todos los d¨ªas de la semana. ?Qu¨¦ otra cosa podemos hacer si ya el propio nombre, "consumidores", nos dice bien a las claras a lo que hemos quedado reducidos? Pues yo seguir¨¦ comprando en la tienda de la esquina... si es que no cierra.- J. A. Fern¨¢ndez. Zamora.