Tecnolog¨ªa gen¨¦tica
Quisiera hacer dos breves comentarios al art¨ªculo de J. Moster¨ªn "Una redefinici¨®n de lo que somos" (EL PA?S, 27 de junio de 2000). El primero es que si se pudiera predecir el momento en el que nos vamos a morir no habr¨ªa aseguradores que ofrecieran seguros de vida, porque el negocio de una compa?¨ªa de este tipo se basa en el desconocimiento de cu¨¢ndo se va a morir cada cliente en particular, aunque se sepa con bastante aproximaci¨®n cu¨¢ntos de ellos van a desaparecer en un plazo de tiempo determinado.Por otra parte, el profesor Moster¨ªn parece opinar que con el desarrollo de la nueva tecnolog¨ªa gen¨¦tica seremos capaces de controlar nuestra propia evoluci¨®n. Pero el que se consiguiera esa meta, tan deseable al parecer, significar¨ªa que las leyes evolutivas no son aplicables a toda la biosfera, sino s¨®lo a aquellos organismos que no est¨¦n lo suficientemente evolucionados como lo est¨¢n los humanos.
Esta conclusi¨®n no tiene sentido a la luz de lo que sabemos sobre los mecanismos evolutivos. Si la teor¨ªa de la evoluci¨®n es cierta, lo es para todos los seres vivos; incluso para los que controlan su propio c¨®digo gen¨¦tico porque ?qui¨¦n puede asegurar que el control de nuestros genes nos har¨¢ m¨¢s aptos para la supervivencia en un universo que impone reglas de aptitud que nos son desconocidas?
El control de nuestros genes no nos har¨¢ tomar el control de nuestra evoluci¨®n; introducir¨¢ simplemente un nuevo factor de selecci¨®n cuyas consecuencias futuras apenas podemos prever.
Despu¨¦s de todo, pudiera ocurrir que la inteligencia no sea m¨¢s que un experimento que est¨¢ saliendo mal.- Jos¨¦ Manuel Casado V¨¢zquez. Sevilla.
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