La balsa de Aznalc¨®llar cedi¨® en v¨ªsperas de otro plan hidrogeol¨®gico

Daniel Comesa?a, ingeniero de la empresa Geocisa, encargado de supervisar la presa de Minas de Aznalc¨®llar, dijo ayer a la juez que el accidente se produjo cuando preparaban un nuevo plan hidrogeol¨®gico dadas las "preocupantes filtraciones" que se daban en la balsa. Comesa?a, que declar¨® como imputado en el juzgado de Sanl¨²car la Mayor, asegur¨® que en febrero de 1998, dos meses antes de la rotura de la balsa minera, se reuni¨® con los directivos de Minas de Aznalc¨®llar Antonio Ruiz Castell y Aquilino Cazorla para tratar la necesidad de elaborar ese nuevo plan hidrogeol¨®gico. Abogados personados en el caso manifestaron que Comesa?a asegur¨® que el anterior proyecto, redactado por la empresa norteamericana Golder, presentaba fallos, de ah¨ª que Geocisa planeara redactar uno nuevo, si bien la rotura se produjo cuando estaban preparando el presupuesto.

Adem¨¢s, el imputado asegur¨® ayer que transmiti¨® a los directivos de la mina la necesidad de poner aforadores para medir las filtraciones crecientes. Seg¨²n su testimonio, Boliden, la empresa propietaria de la mina, estaba tambi¨¦n preocupada ante el aumento del caudal de agua que se captaba en los pozos de control situados en torno al muro de la balsa.

A la declaraci¨®n de Comesa?a asisten junto con la juez de instrucci¨®n, el fiscal de Medio Ambiente de Sevilla, el abogado del Estado, los letrados de las empresas Boliden, como propietaria de la mina, y Geocisa, encargada de la seguridad, as¨ª como los letrados de algunos propietarios afectados.

Sistemas de control

La declaraci¨®n de este ingeniero fue la m¨¢s corta de la actual segunda tanda de comparecencias ya que, seg¨²n los citados abogados, no aport¨® datos nuevos respecto a los indicados en julio de 1998, con ocasi¨®n de su primera declaraci¨®n como imputado. Entonces dijo a la juez que faltaban sistemas de control sobre las filtraciones, la cota de llenado y la cota de s¨®lidos.Para hoy est¨¢ citado Pedro Arozamena, quien en 1998 asegur¨® a la juez que Geocisa advirti¨® a Boliden, en varios informes a partir de 1996, de la necesidad de instalar aparatos para pedir las filtraciones pero la empresa no los coloc¨® por falta de presupuesto. Estos ingenieros han declarado en la segunda tanda de comparecencias fijada por la juez Celia Belhadj-ben, que mantuvo la instrucci¨®n del caso paralizada durante casi dos a?os a la espera del peritaje oficial sobre las causas de la cat¨¢strofe ecol¨®gica.

En dicho informe pericial se concluy¨® que tanto el proyecto de construcci¨®n de la balsa de Minas de Aznalc¨®llar, realizado en el a?o 1977, como el recrecimiento de 1996 no tuvieron en cuenta la fragilidad del suelo y la densidad de los productos que se iban a verter en la balsa, si bien con la precisi¨®n de que tales datos no estaban obligados por la normativa ni los usos geot¨¦cnicos de la ¨¦poca.