Zaera lleva a sus obras la energ¨ªa de la ciudad
El arquitecto espa?ol construye en Jap¨®n la terminal del puerto de Yokohama
El arquitecto Alejandro Zaera (Madrid, 1963) es partidario de construir estructuras a partir de la energ¨ªa que transmiten los cambios urbanos y no desde el lenguaje de las formas establecidas. Zaera, que forma, con Farshid Moussavi (Ir¨¢n, 1965), desde 1992 el Foreign Office Architects, participa en Madrid en dos seminarios internacionales en torno a la ciudad. Desde el pasado mes de marzo se construye la terminal del puerto de Yokohama (Jap¨®n), un espacio de flujo continuo convertido en topograf¨ªa, que ser¨¢ el emblema de la ciudad que celebrar¨¢ la final del Mundial de f¨²tbol 2002.
Zaera interviene esta semana en el seminario Producci¨®n de ciudad, que un centenar de estudiantes y profesores desarrollan en Madrid, organizado por el Ministerio de Fomento. Tambi¨¦n estar¨¢, el pr¨®ximo viernes, en el curso Energ¨ªas y alternativas, que propone el Instituto Espa?ol de Arquitectura en la Universidad de Alcal¨¢ de Henares.Entre las actuaciones sobre cinco zonas de Madrid, Zaera ha elegido el an¨¢lisis del nuevo aeropuerto en Campo Real. "Es un proyecto atractivo, donde se pueden estudiar los cambios profundos de las grandes ciudades, donde la urbe se convierte en un mecanismo de paso, un dominio habitado por n¨®madas. Me interesa tambi¨¦n como campo de pensamiento, que permite pensar y especular desde diagramas y datos de una forma t¨¦cnica".
En su opini¨®n, las grandes metr¨®polis se convierten en aeropuertos, infraestructuras urbanas "capaces de procesar masas flotantes" en n¨²mero mayor que los propios residentes. Aparte de esta ciudad como "m¨¢quina que capta flujos internacionales", se?ala el inter¨¦s por el centro urbano de una poblaci¨®n m¨®vil de alto poder adquisitivo. "Si Madrid, en su relaci¨®n con Am¨¦rica Latina, no capta ese mercado, lo har¨¢n Miami o Nueva York".
Frente a los cambios urbanos, Zaera cree que los lenguajes, el historicismo, el regionalismo o el deconstructivismo, son "un lastre", al preferir los procesos m¨¢s t¨¦cnicos a las nuevas posibilidades arquitect¨®nicas. "Me interesa desarrollar que la arquitectura no es un arte pl¨¢stico. Para m¨ª, es la ingenier¨ªa que es capaz de construir la vida material. Esta idea de dar vida a la materia forma parte del desarrollo del proyecto, que si es s¨®lido y consistente ser¨¢ un proyecto vivo. Me interesa la vida del proyecto, construir como una estructura que es capaz de absorber la energ¨ªa que procede de los cambios urbanos. Me apasiona emprender el proyecto desde los datos y la t¨¦cnica, retirarse como autor, pero no por la imagen o el lenguaje. El proyecto muere si uno se inventa la forma el primer d¨ªa".
Del 'barco de acero' a la huerta levantina
Alejandro Zaera, titulado en la escuela de Madrid, master en Harvard y tres a?os en el estudio de Rem Koolhaas, deja su carrera docente para entrar en el mercado global de la arquitectura. La construcci¨®n de la terminal de Yokohama -la maqueta est¨¢ en la actual Bienal de Venecia- le identifica con proyectos de gran escala, entre otros, el muelle de Santa Cruz de Tenerife.
En Yokohama se construye una terminal como "un barco de acero" de 48.000 metros cuadrados y 25.000 millones de pesetas de inversi¨®n. Estar¨¢ lista para la final del Mundial de F¨²tbol de 2002 y en el proyecto se asocian una serie de teor¨ªas sobre la superficie plegada, las dunas artificiales, la topograf¨ªa, los nuevos suelos. "Me interesa explorar las posibilidades arquitect¨®nicas en distintas condiciones de trabajo, no suscribir manifiestos ni propuestas visionarias. Somos absolutamente realistas".
Con oficinas en Londres y Tokio, Zaera quiere "romper lenguajes y escalas" para que no se le identifique con grandes estructuras de transportes ni llevar sus plegamientos a todos los encargos. Ahora tiene otros proyectos en Europa, como oficinas y hotel en Holanda y la sede de la Polic¨ªa Municipal de Villajoyosa (Alicante), que incluye un apeadero de tren. Cambia la escala de barco por el paisaje de las huertas.
Babelia
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