El Kelme pide el relevo
El equipo de Vicente Belda anuncia una estrategia "m¨¢s reservona"
"Estos d¨ªas nuestro uniforme se est¨¢ vendiendo como rosquillas en Espa?a. Seg¨²n me cuentan, m¨¢s de un 50% por encima de los otros equipos espa?oles. Somos el equipo de moda. La gente lo compra por simpat¨ªa hacia nosotros". Vicente Belda y sus kelmes no caben en s¨ª. Andan tan exultantes que ahora dicen que cambian de t¨¢ctica. Porque s¨ª. Porque tienen el triunfo de etapa m¨¢s importante de todos los que ha dado este a?o el Tour, y porque es hora de que otros entretengan la carrera. "Ha marcado mucho la etapa de los Pirineos. Ahora hay que dar el relevo", dice el director deportivo.El breve paso por los Pirineos no habr¨ªa sido igual sin el Kelme. No s¨®lo por la victoria de Javier Otxoa en Hautacam y, en menor medida, la escapada de Botero al d¨ªa siguiente, sino por la propia esencia del equipo. El Kelme lleva dentro la monta?a y llegado su terreno ha cumplido su trabajo con nota. No con los capataces, sino con los peones. Pero lo ha bordado. Para muestra, la llegada de Hautacam: tres corredores de Belda entre los siete primeros. Toda una tarjeta de visita. El Kelme es as¨ª. Hu¨¦rfano de un superclase, pero con un excelente nivel medio. S¨®lo le falta un rematador. Claro que de esos s¨®lo hay uno en el mundo, Lance Armstrong. O tres si se abre un poco m¨¢s el abanico.
Pero no hay como tener clara la propia identidad, los propios l¨ªmites para tener ¨¦xito. El Kelme se conoce a s¨ª mismo y sabe hasta d¨®nde puede llegar. Nunca ha pregonado que quer¨ªa ganar el Tour. Nunca se ha cargado de ambiciones m¨¢s all¨¢ de sus posibilidades. Y as¨ª ha triunfado incluso por la v¨ªa m¨¢s imprevista. Por la del vizca¨ªno que se escapa para mover la etapa y la acaba ganando, y por la del colombiano at¨ªpico, aunque se qued¨® a las puertas. Ahora es el turno de los l¨ªderes, Escart¨ªn y Heras. Al final habr¨¢ que apostar por uno. Alguno tendr¨¢ que acabar por delante en la general. Los empates no existen en ciclismo. Pero qui¨¦n. "No s¨¦. Los dos han ido hasta ahora como de la mano. Le preguntas a uno qu¨¦ tal va y te dice: 'Bien'. Se lo preguntas al otro y responde lo mismo". Oportunidades hay para comprobarlo.
La estrategia del Kelme, sin embargo, no ser¨¢ la misma en el Mont Ventoux. Eso asegura Belda desde el lunes. "Seremos m¨¢s reservones", anticipa. Lo justifica porque "cambia el escenario" y porque "hay equipos que esperaban mucho y no han conseguido nada". "Que vayan ahora ellos para delante". No da nombres, pero el contexto conduce al Banesto. Los dos equipos est¨¢n recelosos mutuamente. Hasta tal punto que a Belda, por ejemplo, se le pregunta por la etapa de hoy y dice: "El equipo de Armstrong debe controlar hasta el pie del Ventoux. Luego, ¨¦l casi se vale solo. Ah¨ª deben entrar a atacar otros, con su presupuesto, con su parafernalia y con el Tour que llevan. Porque Z¨¹lle tiene que recuperar tiempo. Y para intentar ganar una etapa con Jim¨¦nez".
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