Bj?rk abandona la interpretaci¨®n tras su triunfo en Cannes y regresa a la m¨²sica

Menuda, vestida de domingo y apoy¨¢ndose en lo que denomina valores punk (no es otra cosa que la fuerza moral que extrae de sus ra¨ªces islandesas), la cantante Bj?rk asegur¨® ayer en Londres que no volver¨¢ a actuar en el cine despu¨¦s de haber ganado el premio de interpretaci¨®n femenina en el pasado Festival de Cannes con Dancer in the dark. Eso s¨ª, de su trabajo con Lars von Trier dice que ha extra¨ªdo una buena lecci¨®n.

Histrionismo

Las diferencias entre ambos durante el rodaje de Dancer in the dark les dejaron exhaustos y comprometieron la propia filmaci¨®n, pero a juzgar por las palabras de Bj?rk les ense?aron a respetarse como iguales. "Lars sabe mucho de cine. La experta en m¨²sica era yo, as¨ª que pasamos un a?o analizando a Selma (la protagonista) para ponernos de acuerdo en la mujer que quer¨ªamos mostrar", asegur¨® nerviosa la cantante. El cineasta dan¨¦s la contrat¨® primero para que compusiera la banda sonora. ?l ve¨ªa a Selma, una emigrada checoslovaca casi ciega por culpa de una enfermedad cong¨¦nita que ahorra dinero para curar a su hijo del mismo mal, como una simplona est¨²pida. Con una sinceridad desarmante, Bj?rk present¨® ayer a la misma persona como a una perdedora llena de poes¨ªa que trata de escapar de su mundo sin horizontes con ayuda de los musicales de Hollywood, incluso cuando la tragedia la convierte en una madre coraje.

"A m¨ª me gustan los musicales sin truco. Quiero decir, ser capaz de conjurar la magia de las pel¨ªculas m¨¢s famosas del cine sin tener que recurrir a los millones y los efectos especiales de una industria que lo puede todo", asegura la cantante, para luego explicar la raz¨®n que le llev¨® a encarnar el personaje en la pantalla. "No quer¨ªa ser Selma. Me hab¨ªa convertido en su sat¨¦lite para componer unas letras que son la parte luminosa de un di¨¢logo sombr¨ªo y hu¨ªa de ella. Cuando vi que la conoc¨ªa mejor que Lars pens¨¦ que deb¨ªa hacerle justicia". La simbiosis entre personaje y actriz novata es tal que a veces resulta dif¨ªcil creer que Dancer in the dark no sea un tr¨¢gico documental filmado por el autor de Rompiendo las olas. El histrionismo al que se prestar¨ªa un papel as¨ª con una madre sacrific¨¢ndose sin reservas por su hijo acaba convertido gracias a la cantante en un retrato apabullante de puro humilde.

Al arrasar con los galardones, temi¨® que hubiera un error para sentirse luego aceptada por un mundo opuesto a su Islandia natal, "donde nadie cede un ¨¢pice de su integridad". Ahora se muere "por volver a grabar en casa".