Los tent¨¢culos de Elf
Los tent¨¢culos de las comisiones ilegales, sobornos, dinero negro y otras cuitas de la antigua petrolera nacional francesa Elf-Aquitaine parecen llegar a los lugares m¨¢s rec¨®nditos y ponen de relieve aspectos tenebrosos del funcionamiento de una parte del Estado franc¨¦s. De ?frica a Espa?a, pasando por Alemania, el brazo corruptor de Elf es largo. Hay pocos esc¨¢ndalos con tantas ramificaciones y de tanto calado. Los jueces van a tener que seguir desenredando estas complejas madejas, pero no es seguro que lo logren en su totalidad.El factor corruptor de Elf era un secreto bien guardado, a pesar de que lo compart¨ªan medio centenar de directivos, seg¨²n Andr¨¦ Tarallo, antiguo Monsieur Afrique de la empresa petrolera estatal, quien ahora ha comenzado a testificar presionado por el poder judicial. Seg¨²n los abogados, todos los presidentes y jefes de Gobierno franceses de las ¨²ltimas dos o tres d¨¦cadas, con Fran?ois Mitterrand a la cabeza, estaban, cuando menos, al tanto, si es que no lo utilizaron.
Elf fue un instrumento b¨¢sico de la pol¨ªtica africana de Francia. Cada litro de gasolina vendido en Francia se gravaba en torno a los 50 c¨¦ntimos para alimentar un fondo de reptiles de miles de millones de francos para corromper reg¨ªmenes o para otras actividades fraudulentas. El origen de esta manera de actuar puede estar en la necesidad de sobornar a jefes locales para lograr contratos, pero pronto la pr¨¢ctica se extendi¨® fuera de ?frica, en la propia Francia o en los pa¨ªses vecinos. Los jueces est¨¢n ahora examinando las posibles comisiones ilegales pagadas por Elf por la compra de la empresa espa?ola Ertoil en 1991 y han dictado orden de detenci¨®n contra un magnate brit¨¢nico-iraqu¨ª que actu¨® de intermediario.
Salpicado por otras ramificaciones, ya tuvo que dimitir como presidente del Tribunal Constitucional el ex ministro Roland Dumas, y las noticias de la supuesta financiaci¨®n ilegal de la CDU de Kohl por Elf, en nombre de la construcci¨®n europea, han causado un gran revuelo en Alemania. El caso Elf demuestra que la corrupci¨®n anidaba, y se desconoce en qu¨¦ grado lo hace a¨²n, en el coraz¨®n del Estado franc¨¦s.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.