M¨¢laga exhibe los fondos de pintura andaluza del siglo XIX del Museo Nacional de Cuba

Un total de 59 ¨®leos de 32 pintores andaluces fechados entre los primeros a?os del siglo XIX y los inicios del siglo XX se exhiben hasta el 31 de agosto en el Palacio Episcopal de M¨¢laga. Su principal atractivo reside en ser piezas de la colecci¨®n del Museo Nacional de Cuba que viajan por vez primera a la regi¨®n donde fueron creados. Pintura religiosa, retratos, paisajes, escenas costumbristas y algunas piezas de car¨¢cter hist¨®rico rodean a esta muestra patrocinada por Unicaja y a la que la consejera de Cultura, Carmen Calvo, compar¨® ayer con los "cantes de ida y vuelta".

Gustos de la burgues¨ªa

Calvo, que inaugur¨® la muestra junto al presidente de la primera entidad financiera andaluza, Braulio Medel, y la directora del Musee Nacional de Cuba, Moraima Clavijo, asegur¨®: "Con esta pintura sucede como lo que los flamencos decimos de los cantes, que ha hecho un viaje de ida y vuelta". La consejera a?adi¨® que "si existe alg¨²n lugar en el mundo m¨¢gico, adem¨¢s de Andaluc¨ªa, ¨¦se es, sin duda alguna, Cuba". La consejer¨ªa ha cedido el Palacio Episcopal para la muestra, adem¨¢s de gestionar el pr¨¦stamo entre instituciones y ayudar a la restauraci¨®n de algunos cuadros.Por su parte, Medel adelant¨® que esta muestra, que m¨¢s adelante visitar¨¢ otras ciudades andaluzas como Sevilla y Almer¨ªa, ser¨¢ la primera de una serie de intercambios entre el museo cubano y Unicaja. Las pr¨®ximas exposiciones se nutrir¨¢n de los fondos paisaj¨ªsticos del museo y de su colecci¨®n de pintura inglesa y norteamericana. En referencia a la insistencia en exposiciones de pintura del siglo XIX patrocinadas por Unicaja, Medel asegur¨® que "cuando se le saca gusto a las cosas es cuando se insiste y se ahonda mucho en ellas".

Guerra de la independencia

La muestra supone, sin duda, un buen ejemplo de la evoluci¨®n de los gustos pict¨®ricos de la burgues¨ªa andaluza y ratifica el peso de las distintas escuelas sevillanas al encontrarse all¨ª el principal puerto de intercambio comercial entre Cuba y la pen¨ªnsula.As¨ª ratifica c¨®mo la mezcla entre exotismo rom¨¢ntico y costumbrismo puso de moda en Europa una serie de motivos paisaj¨ªsticos -menudean escenas situadas en Sevilla o C¨¢diz- y tipos humanos -majas y majos, toreros, gitanas o guitarristas- dentro de la fiebre pintoresquista que en aquellos a?os arrasaba entre la nueva burgues¨ªa.

Otro gran nutriente de la muestra lo constituye la pintura religiosa, en su mayor¨ªa obras realizadas a la manera de o directamente versiones de maestros barrocos como Murillo, Ribera o Alonso Cano. Y por fin se encuentran los retratos, donde destacan piezas muy solventes como el de la escritora Gertrudis G¨®mez de Avellaneda firmado por Antonio Mar¨ªa Esquivel Su¨¢rez o varios retratos del granadino Jos¨¦ Mar¨ªa L¨®pez Mezquita realizados en los a?os cuarenta del siglo XX en La Habana y Nueva York.

La pincelada sorollista de este pintor, muy apreciado en su ¨¦poca, y la relajada y satisfecha actitud de los retratados ilustran la evoluci¨®n de costumbres durante un siglo en el seno de la burgues¨ªa. Con piezas de una calidad media bastante aceptable, la muestra ofrece pinturas de autores como Jos¨¦ Moreno Carbonero, Jos¨¦ Guti¨¦rrez de la Vega, Emilio S¨¢nchez Perrier, Jos¨¦ Mar¨ªa Romero L¨®pez, Guillermo G¨®mez Gil, Manuel Cabral, Alfonso Grosso, o Joaqu¨ªn y Valeriano Dom¨ªnguez B¨¦cquer.

La mayor¨ªa de los fondos de esta ¨¦poca del museo cubano lo forman colecciones, en su d¨ªa privadas, de comerciantes criollos, sobre todo relacionados con la industria del az¨²car, de la aristocracia y la burgues¨ªa espa?olas en la isla, antes y despu¨¦s de "la larga y justa guerra de la independencia de Cuba y Espa?a", seg¨²n palabras de la directora del Museo Nacional, Moraima Clavijo.Clavijo record¨® la "emoci¨®n" que supon¨ªa para ella que estas pinturas "volvieran al lugar donde vieron la luz despu¨¦s de tantos a?os" y justific¨® los traslados por las circunstancias especiales que vive ahora el museo cubano, cuyos fondos se encuentran almacenados mientras se rehabilita y se ampl¨ªa su sede actual. Nadie le dijo que por estos azares del destino, en M¨¢laga suced¨ªa lo mismo con el Museo de Bellas Artes.