La Iglesia pide apoyo para los amenazados

El obispo de San Sebasti¨¢n, Juan Mar¨ªa Uriarte, conden¨® ayer de forma expl¨ªcita el terrorismo de ETA y su entorno, antes de producirse el asesinato del concejal del PP en M¨¢laga Jos¨¦ Mar¨ªa Mart¨ªn Carpena. En una carta dirigida a la prensa, el obispo que ha mediado en la ¨²nica reuni¨®n mantenida entre el Gobierno y representantes de los etarras, refleja el sufrimiento de las v¨ªctimas de la violencia callejera. "Las personas y grupos amenazados deben sentir el apoyo de sus autoridades y sus conciudadanos", dice el portavoz de la Iglesia vasca. La carta de Uriarte, que se leer¨¢ hoy en las parroquias, se hace p¨²blica un d¨ªa despu¨¦s de que la patronal de Euskadi exigiera respeto al actual marco jur¨ªdico.

Antes de que se produjera el atentado que acab¨® con la vida del concejal del PP en M¨¢laga Jos¨¦ Mar¨ªa Mart¨ªn Carpena, el obispo de San Sebasti¨¢n, Juan Mar¨ªa Uriarte, realiz¨® ayer una condena sin paliativos ni matizaciones de la violencia de ETA, de sus ¨²ltimos atentados y del fen¨®meno "preocupante" de la kale borroka, del que alert¨® que puede convertirse en un problema "cr¨®nico". El responsable de la Iglesia guipuzcoana, en un art¨ªculo enviado a la prensa, asume una defensa expl¨ªcita de los sectores sociales amenazados por "la intolerancia" y reclama para ellos "el apoyo p¨²blico de sus autoridades y de sus conciudadanos".Con un lenguaje inusualmente claro y contundente, el obispo Juan Mar¨ªa Uriarte -que hace un a?o fue el mediador entre el Gobierno de Aznar y ETA en la ¨²nica entrevista que mantuvieron durante la tregua- sum¨® ayer su voz a la cascada de reacciones que suscitaron los recientes atentados etarras en Madrid, Getxo y Ordizia, estos ¨²ltimos dentro de la campa?a de chantaje a los empresarios vascos. A diferencia de su predecesor, el actual obispo de San Sebasti¨¢n no contrapone a la firme condena de "estos ataques intolerables a la vida y la libertad de las personas" la defensa de los derechos colectivos, una posici¨®n que constantemente se reproch¨® a Jos¨¦ Mar¨ªa Seti¨¦n. "Ninguna causa, ninguna reivindicaci¨®n, ninguna aspiraci¨®n, por fundada y leg¨ªtima que pueda ser, justifica estos atentados". Al contario, a?ade el obispo, "lejos de favorecer la defensa de los objetivos con frecuencia proclamados por sus autores, contribuyen a sembrar con respecto de aquellos un descr¨¦dito social creciente".

Denuncia a la 'kale borroka'

El obispo Uriarte, en esto momentos el referente b¨¢sico de la Iglesia vasca, pone tambi¨¦n especial ¨¦nfasis en denunciar el fen¨®meno de la kale borroka que se ejercita peri¨®dicamente contra "extensos y definidos grupos de ciudadanos que profesan opciones pol¨ªticas diferentes a las de sus agresores". Estas agresiones las considera expresi¨®n de "la intolerancia", de "una severa incapacidad para digerir la disidencia pol¨ªtica". El obispo, no obstante, da un paso m¨¢s all¨¢ de la condena y reclama a la sociedad "posiciones netas" ante la violencia y un compromiso visible con las v¨ªctimas, una carencia que, precisamente, se reproch¨® a monse?or Seti¨¦n y que ¨¦ste acept¨® en su despedida. "Las personas y grupos hoy amenazados deben sentir no s¨®lo la cercan¨ªa privada sino el apoyo p¨²blico de sus autoridades y sus conciudadanos", afirma en su art¨ªculo. Un respaldo que tambi¨¦n reclama a la "comunidad cristiana".El pronunciamiento de monse?or Uriarte sucede al de la patronal vasca, Confebask, el pasado viernes. Y aunque no tengan una motivaci¨®n pol¨ªtica aumentan la presi¨®n sobre el PNV y EA, y fundamentalmente sobre el lehendakari Ibarretxe, maniatado por el encastillamiento de su partido. La salida que el PNV ha encontrado para sus pactos con EH no ha satisfecho a ninguno de sus cr¨ªticos, puesto que la ruptura progresiva se conjuga con el mantenimiento de la opci¨®n soberanista, plasmada en la consideraci¨®n del marco estatutario como punto de partida o trampol¨ªn para su superaci¨®n. La actitud adoptada por el PNV resulta, en t¨¦rminos de soberan¨ªa, insuficiente para EH y ETA, precisamente por ese anclaje en el marco actual y la falta de compromiso con un escenario final que los radicales s¨ª precisan.

Pero al quedarse en Lizarra imposibilita el acercamiento con los socialistas por el que apuesta un sector del partido, mientras que otra parte conf¨ªa todav¨ªa en arrancar una nueva tregua a la organizaci¨®n terrorista. En esas condiciones, resulta muy dif¨ªcil que la iniciativa por el di¨¢logo del lehendakari adquiera viabilidad, mientras el tiempo corre hacia el debate de pol¨ªtica general de septiembre, fijado por el propio Gobierno auton¨®mico como referencia para tomar una decisi¨®n sobre su futuro.

La situaci¨®n se hace tanto m¨¢s inquietante por cuanto coincide con la ofensiva de ETA contra sectores sociales diversos (empresarios, pol¨ªticos o medios de comunicaci¨®n) cr¨ªticos con la apuesta soberanista realizada por el conjunto del nacionalismo hace dos a?os. El clima de pesimismo originado por el estancamiento que sufre el escenario pol¨ªtico vasco aparece reflejado en los datos del Soci¨®metro de primavera, realizado por Gobierno auton¨®mico. Los encuestados ven la situaci¨®n con pesimismo y la consideran peor que hace un a?o (la punt¨²an en el 5,5 frente al 5,9 de entonces) y dan a los l¨ªderes pol¨ªticos, Ibarretxe inclu¨ªdo, la m¨¢s baja puntuaci¨®n de los dos ¨²ltimos a?os.