Greene, Johnson y Marion Jones, arrolladores
La velocista tambi¨¦n consigue un puesto en salto de longitud con una marca de 7,02 metros
Intentarlo e intentarlo
Maurice Greene, de 25 a?os, y Marion Jones, de 24, el hombre y la mujer m¨¢s r¨¢pidos del mundo, correr¨¢n por primera vez en Sydney en unos Juegos Ol¨ªmpicos. Ambos ganaron el s¨¢bado sus respectivas finales de los cien metros en las pruebas clasificatorias de Sacramento para formar el equipo norteamericano. Jones tambi¨¦n gan¨® ayer con 7,02 el salto de longitud, la prueba en la que aspira a conseguir un quinto oro sin precedentes en Sydney. Michael Johnson triunf¨® en los 400 con 43,68, la mejor marca de 2000 en la distancia.La del s¨¢bado fue una jornada de ambiciones hechas realidad. "Ya estoy en el equipo ol¨ªmpico", dijo Greene nada m¨¢s cruzar la raya como vencedor de los 100 metros, casi el tiempo que se tapaba la cara con la camiseta en un gesto que parec¨ªa ocultar unas l¨¢grimas. "No me imaginaba lo emocionante que me iba a resultar el cruzar la meta", hab¨ªa dicho unos minutos antes Marion Jones, arrolladora en su carrera. "Es la culminaci¨®n de muchos a?os, un objetivo con el que he estado so?ando mucho tiempo".
Jones se clasific¨® como suplente para los relevos en Barcelona, pero se neg¨® a viajar porque s¨®lo se admit¨ªa a s¨ª misma como titular. En Atlanta no corri¨® por estar lesionada, lo mismo que Greene, quien vio con famosas l¨¢grimas desde la tribuna c¨®mo otros disputaban la carrera que era suya. Ahora, el mundo ya sabe lo que le espera en Sydney. Jones no ha perdido una carrera desde 1997, y Greene est¨¢ intratable.
El velocista invirti¨® el s¨¢bado 10,01, con viento en contra, para ganar la carrera. Sali¨® p¨¦simamente, medio trompicado y necesit¨® 80 metros para ocupar su sitio, la cabeza. "Tuve una salida horrenda, pero conserv¨¦ la tranquilidad", dijo quien tiene el r¨¦cord mundial de la distancia (9,79). "Pero he corrido suficiente n¨²mero de carreras importantes como para saber que todo ir¨¢ bien si mantengo la tranquilidad y dejo que ocurra lo que tiene que ocurrir".
De m¨¢s emoci¨®n al cruzar la raya fue el gesto triunfal de Marion Jones, con la boca abierta en una sonrisa de oreja a oreja y los brazos alzados al cielo. Quiz¨¢s porque tuvo m¨¢s tiempo para saborear el inminente triunfo. Gail Devers, doble campeona ol¨ªmpica en la distancia, mantuvo el liderazgo hasta media carrera. A partir de ah¨ª, Jones se despeg¨® con pura fuerza y cruz¨® la l¨ªnea en 10,88, segunda mejor marca mundial del a?o, holgadamente por delante de Inger Miller, quien quiere cortar la ducha de oros a que aspira Jones en Sydney y fue segunda con 11,05.
Ayer, Jones volvi¨® a la pista para el salto de longitud, en el que compet¨ªa con su admirada Jackie Joyner-Kersee, que buscaba un quinto pasaporte ol¨ªmpico. La veterana, de 38 a?os, no pas¨® la prueba y ver¨¢ por televisi¨®n a Jones. Marion logr¨® el salto salvador al cuarto intento, con 7,02, que le dio el liderazgo de la serie en la primera vez que saltaba por encima de los siete metros en la temporada. "Sab¨ªa que pod¨ªa hacer un salto bueno y era cosa de intentarlo e intentarlo", dir¨ªa luego.Michael Johnson, de 35 a?os, demostr¨® en los 400 que sigue siendo un superm¨¢n. Corri¨® concentrado, poderoso y gan¨® sobrado en 43,68, el mejor tiempo de la temporada. Johnson era ayer centro de atenci¨®n extradeportiva por las crecientemente acalorada guerra de palabras con la corredora Inger Miller y con Maurice Greene.
"?D¨®nde est¨¢ Michael Johnson?", fue lo primero que pregunt¨®, desafiante, Inger Miller al terminar el s¨¢bado sus 100 metros. Johnson escribe una columna en el diario USA Today y el viernes la dedic¨® a Miller y a Greene. Seg¨²n ¨¦l, Miller tendr¨ªa dificultades para entrar en el equipo ol¨ªmpico y Greene es un poco bala perdida. "Michael tiene mucho que explicar", sigui¨® Miller, que se fue a la personal: "Quiz¨¢s deber¨ªa deshacerse esas bolas que se ha hecho en el pelo". Johnson, que prepara un bombazo est¨¦tico con las zapatillas en Sydney, ha aparecido en Sacramento con un nuevo corte de pelo. Greene secund¨® a su compa?era de equipo al pedir un cambio en el pelo de Johnson. "Pueda que le entre algo de sentido si lo hace, pero no s¨¦".
Concluida su carrera de ayer, a Johnson se le pregunt¨® por las palabras de Greene. "El que se haya metido con mi pelo quiere decir que no est¨¢ a mi altura. Es un inmaduro, est¨¢ celoso y yo estoy por encima de eso". Ambos se ver¨¢n las caras en la pista, por fin, el pr¨®ximo domingo, en la carrera de 200, cuyo r¨¦cord, campeonato mundial y ol¨ªmpico atesora Johnson y ambiciona Greene.
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