Las naves 'Cluster' parten hacia la frontera entre el Sol y la Tierra
Los dos sat¨¦lites analizar¨¢n el viento solar
A las 14.39, hora peninsular espa?ola, partieron ayer, a bordo del cohete ruso Soyuz-Fregat, las dos primeras naves espaciales de la flotilla cient¨ªfica Cluster II, de la Agencia Europea del Espacio (ESA). El objetivo de la misi¨®n, cuando los sat¨¦lites est¨¦n en formaci¨®n de trabajo alrededor de la Tierra, es explorar la magnetosfera del planeta, es decir, la burbuja invisible que act¨²a de escudo o frontera frente al flujo del viento solar emitido por la estrella.
"Las Cluster explorar¨¢n la conexi¨®n invisible entre el Sol y la Tierra; la estrella emite luz y calor, pero hay otra relaci¨®n con nosotros que no notamos pero que tiene una influencia muy fuerte en el entorno: es la interacci¨®n del viento solar y las erupciones de materia del astro con el campo magn¨¦tico del planeta. Esto no genera efectos visibles, excepto las auroras boreales, pero s¨®lo por la magnetosfera nos salvamos de ser arrasados por esta actividad solar", explicaba ayer Willem Wamsteker, jefe cient¨ªfico de la estaci¨®n de seguimiento de sat¨¦lites de la ESA en Villafranca del Castillo (Madrid).Ayer, una hora y 20 minutos despu¨¦s del lanzamiento del Soyuz-Fregat, la antena de 15 metros de di¨¢metro de la estaci¨®n de Villafranca recibi¨® la primera se?al de los Cluster, que estaban en ese momento a 3.725 kil¨®metros de la Tierra y ya libres del cohete que los puso en ¨®rbita, explic¨® Valeriano Claros, director de Villafranca. Simult¨¢neamente, la estaci¨®n de Kiruna (en Suecia) comunicaba la recepci¨®n de esa primera se?al.
En ese momento se confirm¨® que el lanzamiento hab¨ªa sido un ¨¦xito. Justo 24 horas antes, el s¨¢bado, el despegue del Soyuz-Fregat se suspendi¨® 15 segundos antes de encenderse los motores del cohete debido a un problema de comunicaci¨®n entre ¨¦ste y el centro de control. El lanzamiento fue transmitido en directo desde la base espacial de Baikonur (en Kazajist¨¢n), utilizada por los rusos, a los centros de la ESA.
Los cuatro Cluster -los dos lanzados ayer y dos m¨¢s que ser¨¢n puestos en ¨®rbita el pr¨®ximo 9 de agosto-, con 11 instrumentos cient¨ªficos en cada uno de ellos, proporcionar¨¢n la primera descripci¨®n tridimensional de la zona de interacci¨®n entre las part¨ªculas el¨¦ctricamente cargadas que emite el Sol -el viento solar- y la burbuja magn¨¦tica que protege la Tierra frente a ese bombardeo constante.
Para estudiar esa regi¨®n variable de interacci¨®n, los cuatro sat¨¦lites de la flotilla Cluster se alejar¨¢n entre s¨ª hasta 19.000 kil¨®metros o se acercar¨¢n hasta 200 kil¨®metros, siempre manteniendo la formaci¨®n de un tetraedro.
No es la primera vez que se env¨ªan sat¨¦lites a investigar esta interacci¨®n entre el Sol y la Tierra, pero s¨ª ser¨¢ la primera misi¨®n que tomar¨¢ datos simult¨¢neamente con cuatro naves y, adem¨¢s, con instrumentos cient¨ªficos avanzados.
La estaci¨®n de Villafranca se encargar¨¢, durante los dos a?os de duraci¨®n prevista de los Cluster, de la comunicaci¨®n con la flotilla durante 10 horas al d¨ªa, explic¨® Claros. El trabajo cient¨ªfico de los sat¨¦lites comenzar¨¢ dos meses despu¨¦s del lanzamiento de las dos naves que saldr¨¢n en agosto.
El coste de Cluster II asciende a 315 millones de euros (52.000 millones de pesetas). "Llevamos 15 a?os esperando los datos de esta misi¨®n", comentaba con ansiedad ayer, en la base de Baikonur, uno de los responsables cient¨ªficos. Tras la preparaci¨®n, dise?o y construcci¨®n de los sat¨¦lites, la espera de los ¨²ltimos cuatro a?os se debe a la p¨¦rdida de los primeros cuatro Cluster en la explosi¨®n, en junio de 1996, del cohete Ariane 5 cuando los llevaba al espacio.
En aquel momento, el plan era combinar los datos de los Cluster con los del observatorio solar SOHO (de la ESA y la NASA) que fue lanzado en diciembre de 1995, y desde entonces viene realizando un excelente trabajo cient¨ªfico, aunque en solitario.
Los Cluster, siguiendo una ¨®rbita el¨ªptica alrededor de la Tierra, estar¨¢n a veces fuera del escudo magn¨¦tico protector del planeta y a veces dentro, obteniendo as¨ª una perspectiva muy completa del entorno cercano y de los cambios que la magnetosfera sufre por la acci¨®n del Sol. Por ejemplo, cuando la estrella est¨¢ en m¨¢xima actividad, como ahora, aumenta la presi¨®n del viento solar sobre la magnetosfera terrestre, desplazando la frontera (llamada magnetopausa) hacia la Tierra hasta unos 35.000 kil¨®metros. La burbuja magn¨¦tica es un escudo eficaz contra el bombardeo de part¨ªculas del Sol, pero tiene dos puntos d¨¦biles en los polos Norte y Sur, por los que se cuelan part¨ªculas cargadas que interact¨²an con ¨¢tomos de la atm¨®sfera terrestre y provocan las espectaculares auroras.
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