Leopoldo Ferr¨¢n y Agustina Otero presentan en Navarra una 'acupuntura' del espacio

Los artistas Leopoldo Ferr¨¢n y Agustina Otero responden en el ¨²ltimo de sus trabajos a algunas de las interrogantes que plantea todo espacio vac¨ªo mediante una suerte de acupuntura espacial. La pareja de artistas ha presentado en las salas del palacio medieval de Arazuri, a unos cinco kil¨®metros de Pamplona, la instalaci¨®n Aptitud, potencia u ocasi¨®n para ser o existir las cosas, una obra creada con aluminio y cincha de algod¨®n que establece un peculiar di¨¢logo con el medio f¨ªsico.

Con la instalaci¨®n Aptitud, potencia u ocasi¨®n... en Arazuri, en las salas que gestiona en el palacio la galer¨ªa pamplonesa Lekune, Ferr¨¢n y Otero cierran una intensa temporada de exposiciones. Sus obras han sido presentadas en los ¨²ltimos meses en el Museo Guggenheim de Bilbao, dentro de la colectiva La torre herida por rayo, en la feria Arco, en la Chapelle de la Salp¨ºtri¨¨re (Par¨ªs) y en el Centro de arte contempor¨¢neo de Abarca de Campos.Las instalaciones de Ferr¨¢n y Otero han estado siempre determinadas por el lugar para el que se creaban. No obstante, ¨¦ste es el primer trabajo de la pareja que se ubica en dos lugares distintos. Creado para uno de los espacios art¨ªsticos m¨¢s interesantes de Par¨ªs, la Chapelle de la Salp¨ºtri¨¨re, ha sido adaptado a las demandas que plantean los muros medievales del palacio de Arazuri.

"Siempre nos hemos referido a una idea de acupuntura porque hemos trabajado con un sistema que nos permite pinzar el espacio", explica Leopoldo Ferr¨¢n. "Nos proporciona un punto y una l¨ªnea de tensi¨®n. Pinzando lugares del espacio activamos otras zonas y generamos geograf¨ªas, que es otra idea recurrente de nuestro trabajo".

Para crear la instalaci¨®n, Ferr¨¢n y Otero, afincados profesionalmente a caballo entre la localidad navarra de Ituren y un estudio que las ha cedido el Ayuntamiento de Hondarribia, han utilizado aluminio y cincha de algod¨®n, materiales muy sencillos y c¨®modos de trabajar, con los que han trenzado una constelaci¨®n de pinzamientos que desborda los propios l¨ªmites espaciales de las galer¨ªas para huir a trav¨¦s de las puertas hacia puntos muy distantes.

"Es una instalaci¨®n operativa. Funciona como un sistema y eso ha permitido su recreaci¨®n", explica el artista vasco.

El fil¨®sofo Marcos Zapiain se?ala en el cat¨¢logo editado con motivo de la obra: "Si bien Leopoldo y Agustina, para aquellos a quienes no conocen, no son nadie sin su arte, sus instalaciones lo son todo, incluso sin Agustina ni Leopoldo. Su arte es el arte de crear belleza y esa creaci¨®n, como toda creaci¨®n verdadera, es ajena al sujeto creador, es impersonal (...) y no es intelectualista en absoluto: hay que utilizar la inteligencia para representar un ¨¢rbol, pero una iglesia llena de huevos se crea como la gallina pone el huevo, como crea la naturaleza. Y la naturaleza no necesita pensar para crear".

Los artistas consideran que gozan de la ventaja de enfrentar al espectador a universos amplios que acent¨²an la posibilidad de que disfrute de un arte absoluto, porque las instalaciones no son cosas representadas. No lo son en el plano figurativo. Son cosas en s¨ª mismas. Son objetos reales y completos. Y es que ese es el objetivo m¨¢ximo de unas instalaciones que se desmontan y nunca m¨¢s vuelven a cobrar vida y que tienen, adem¨¢s, un muy dif¨ªcil encaje comercial.