"La medicina no puede evolucionar sin la aportaci¨®n de los donantes"
Isidro Prat se siente m¨¦dico por los cuatro costados, pese a que ni coge el bistur¨ª como los cirujanos, ni atiende 30 pacientes diarios como los facultativos de los centros de salud. Su labor va a caballo entre lo cient¨ªfico y lo social: conseguir la sangre que salvar¨¢ qui¨¦n sabe cu¨¢ntas vidas. No est¨¢ solo. Cuenta con todo el equipo del Centro Regional de Transfusi¨®n Sangu¨ªnea de M¨¢laga, servicio que fund¨® y dirige desde hace 12 a?os. Catal¨¢n y hemat¨®logo, no le falta autoridad moral para convencer a la gente de que done y no tiene empacho en poner el brazo para dejarse sacar lo que sea. P. ?Ha cambiado mucho este centro?
R. Despu¨¦s de 12 a?os, el cambio es espectacular. De 17.000 donaciones anuales hemos pasado a m¨¢s de 50.000. Gracias a los donantes y a la potencialidad del CTRS, hoy se pueden hacer operaciones que hasta hace unos a?os era imposible realizar en M¨¢laga.
P. ?Qu¨¦ es primero, la demanda de sangre o la oferta?
R. Lo primero es tener en cuenta que hay que conectar con la poblaci¨®n. Un centro de transfusi¨®n no es m¨¢s que un grupo de personas que trabaja para que lo que puede ofrecer la poblaci¨®n sana llegue a la poblaci¨®n enferma. La parte m¨¢s importante del trabajo est¨¢ en concienciar a la poblaci¨®n para que done. Sin esta parte, tendr¨ªamos un centro muy bonito, pero sin ninguna utilidad.
P. Hay pa¨ªses donde la sangre se compra y se vende ?Qu¨¦ le parece?
R. Muy mal. Primero porque la colaboraci¨®n tiene que ser voluntaria y altruista. Debemos estar concienciados para hacer actos de solidaridad. Adem¨¢s, si la donaci¨®n es remunerada, suelen ser personas con problemas econ¨®micos que pueden ocultar datos sanitarios por la necesidad imperiosa de conseguir dinero. Donde la donaci¨®n es retribuida, es peligrosa.
P. ?Hay equilibrio entre las donaciones y la sangre que se necesita?
R. Procuramos un equilibrio entre lo que se dona y lo que se necesita. El problema es que es un equilibrio inestable. Hay ¨¦pocas del a?o en que disminuyen las donaciones y otras en las que aumenta el gasto. Y si esa situaci¨®n persiste varias semanas nos vemos obligados a hacer esas llamadas a la poblaci¨®n. Estamos cerca de las 50.000 donaciones y no sobra ni una gota de sangre. Cada a?o hay tratamientos m¨¢s importantes. Eso es posible porque hay suficientes donaciones. Y tienen que crecer en paralelo. No puede evolucionar la medicina sin una aportaci¨®n suficiente por parte de los donantes. Hace falta la colaboraci¨®n de todos y que cada d¨ªa har¨¢ m¨¢s falta.
P. ?No se arrepiente de haberse quedado en la sanidad p¨²blica?
R. La concepci¨®n econ¨®mica no es algo que me mueva. Hay otros valores, como sentir que haces algo por los dem¨¢s. Y ver a una persona que ha sanado gracias a nuestra colaboraci¨®n no se paga con nada.
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