La comunicaci¨®n local en la encrucijada

El fen¨®meno de la comunicaci¨®n local y comarcal se ha desarrollado con enorme ¨ªmpetu durante las dos ¨²ltimas d¨¦cadas. Los medios de proximidad han ido subsistiendo con escasos recursos econ¨®micos y gran precariedad laboral. Hoy existen 350 en el Pa¨ªs Valenciano, de los que 162 son peri¨®dicos, 118 televisiones y 70 emisoras de radio. Es necesario recordar el importante papel que siguen desempe?ando estos medios en la vertebraci¨®n local y la normalizaci¨®n del valenciano. Analizan la actualidad local con mayor profundidad que los grandes medios, y muchos han apostado por el uso de la lengua aut¨®ctona en una tierra donde el castellano contin¨²a dominando la comunicaci¨®n social. Pero a pesar de estar presentes en la mayor¨ªa de comarcas, no han consolidado un espacio comunicacional alternativo al de las tres capitales de provincia.Los medios locales contin¨²an siendo ef¨ªmeros, fluctuantes y mayoritariamente p¨²blicos. Muchos han desaparecido porque no han podido consolidar un mercado publicitario local. La mayor¨ªa carece de estructuras redaccionales consolidadas y son eclipsados por las ediciones comarcales de los medios provinciales, y los m¨¢s rentables son absorbidos por empresas nacionales de comunicaci¨®n. Y en el caso de las televisiones se a?ade su inestabilidad jur¨ªdica. La situaci¨®n es pr¨¢cticamente la misma que durante los a?os ochenta. Continuamos teniendo una prensa provincial, una radio colonial y una televisi¨®n auton¨®mica que no vertebra a nivel ling¨¹¨ªstico y cultural las comarcas, y que adem¨¢s produce tanta telebasura como sus hom¨®logas de Madrid. Los medios locales valencianos son ahora m¨¢s numerosos pero, salvo contadas excepciones, no consiguen una viabilidad financiera que los haga s¨®lidos y duraderos.

Todos estas cuestiones han aflorado en las III Jornadas de Medios de Comunicaci¨®n Local y Comarcal, organizadas por la Uni¨® de Periodistes Valencians en Torrent a mediados de junio. En este foro se ha analizado la situaci¨®n actual de la informaci¨®n de proximidad y las perspectivas de futuro. Una de las conclusiones de las jornadas es que a nivel estructural y laboral los medios locales valencianos arrastran los mismos problemas que hace 15 a?os, y se encuentran en la encrucijada de no perder el tren de las nuevas tecnolog¨ªas que conlleva la globalizaci¨®n de la informaci¨®n.

Esta debilidad s¨®lo puede beneficiar a los poderes central y auton¨®mico, que contin¨²an paralizando el Pacto Local sin aumentar la financiaci¨®n municipal. Al Estado de las autonom¨ªas no le interesa un municipalismo fuerte, ni tampoco la potenciaci¨®n de los medios informativos que puedan generar los municipios, especialmente si est¨¢n gobernados por un partido pol¨ªtico diferente. El hecho que m¨¢s llama la atenci¨®n, y que viene a confirmar la desidia del poder hacia estos medios, es la irregularidad jur¨ªdica de las televisiones. Estas emisoras sobreviven en una situaci¨®n de ilegalidad porque el Gobierno no ha desarrollado el reglamento de la ley de Televisi¨®n Local por Ondas Terrestres, aprobada en 1995, que obliga a estos medios a obtener licencia de concesi¨®n para funcionar, ni tampoco ha fijado el cupo de emisoras que corresponde a cada comunidad aut¨®noma, por lo que los gobiernos regionales, y en nuestro caso la Generalitat, no han convocado concursos de adjudicaci¨®n de frecuencias. Esto comporta que las televisiones locales valencianas subsistan de forma alegal bajo la amenaza permanente de que cualquier d¨ªa pueden ser cerradas. Y no es casual esta indefensi¨®n jur¨ªdica. Esta situaci¨®n genera inseguridad empresarial y limita las perspectivas de crecimiento, mientras que las televisiones nacionales y auton¨®micas (donde se ejerce una mayor influencia sobre los votantes y consumidores) siguen ganando terreno econ¨®mico y espacial.

Otro aspecto no menos importante es el empleo precario del periodista local. La gran mayor¨ªa son corresponsales que trabajan a tiempo parcial, sin contrato y con sueldos miserables, y abundan los becarios realizando funciones que no les corresponde. Esta situaci¨®n conlleva una alta movilidad laboral y el llamado "complejo de corresponsal", que se traduce en una baja autoestima profesional y en cierta desvinculaci¨®n del resto de la profesi¨®n.

Los medios locales valencianos contin¨²an en una encrucijada, donde las opciones son varias y apremia elegir el camino adecuado para mejorar la situaci¨®n. Y este camino tiene muchas l¨ªneas de acci¨®n. En primer lugar, urge saber cuantos medios funcionan en realidad y cuantos periodistas se dedican a la informaci¨®n local. Las encuestas que manejan la Generalitat y la FVMP no reflejan el nivel cuantitativo y cualitativo de estos medios. Por tanto, es necesario recurrir al trabajo estad¨ªstico para elaborar un mapa comunicacional local valenciano, que se actualice regularmente, as¨ª como un estudio sobre la situaci¨®n sociolaboral de los periodistas. Ser¨ªa un buen punto de partida para afrontar mejor las deficiencias y las oportunidades. Tambi¨¦n es vital la regularizaci¨®n jur¨ªdica de las televisiones locales, y que las instituciones refuercen una pol¨ªtica comunicativa local con especial atenci¨®n al valenciano mediante subvenciones, ya que los medios de proximidad desarrollan una importante labor de servicio p¨²blico.

Y con respecto a la situaci¨®n laboral, se debe regularizar la figura del corresponsal y colaborador mediante f¨®rmulas contractuales, de la misma manera que ya han hecho otros pa¨ªses democr¨¢ticos. Por otra parte, debemos propiciar la integraci¨®n de este colectivo en las asociaciones profesionales y acabar con su tradicional aislamiento. Y por ¨²ltimo, no estar¨ªa mal pensar en econom¨ªas de escala emulando la f¨®rmula de los consorcios de emisoras municipales de Catalu?a, o apostar por la prensa digital local con la vista puesta en el lector intern¨¢utico, cada vez m¨¢s numeroso.

Francesc Mart¨ªnez es miembro de la ejecutiva de la Uni¨® de Periodistes Valencians.