Fin
A comienzos de semana puse mi ¨²ltima novela en manos del editor. La sensaci¨®n que le queda a uno cuando se produce un fen¨®meno de esta naturaleza es m¨¢s dif¨ªcil de narrar que toda la ficci¨®n desplegada en el propio relato. Debe ser muy parecida a la que alberga un padre cuando env¨ªa a su v¨¢stago por una temporada a un pa¨ªs extranjero a perfeccionar su ingl¨¦s: por una parte est¨¢ el alivio que uno siente al verse liberado de su quer¨ªdisima presencia (su vac¨ªo genera curiosamente una situaci¨®n de noviazgo, un deseo repentino de aprovechar el tiempo perdido con la pareja y una extra?a libertad recobrada de pronto, impagable como todas), pero, por otro lado, te asiste una profunda zozobra, una lenta pesadumbre por no saber c¨®mo le ir¨¢n las cosas por esos lugares de Dios.La comparaci¨®n puede ser v¨¢lida, pero el proceso es m¨¢s complejo a¨²n. Porque durante una larga etapa (meses, a?os incluso), durante un periodo m¨¢s o menos extenso, mi vida ha estado absolutamente ocupada en un mundo de historias y de pasiones, de existencias paralelas a la m¨ªa, de sue?os semejantes, de criaturas y de sombras, de luz y oscuridad, de fantasmas y obsesiones, de ambientes y de espacios por los que he transitado con la confianza de la costumbre, con una familiaridad que va creando dependencia y que absorbe tanto como los amores verdaderos.
Y ahora, cuando la novela est¨¢ acabada y comienza a multiplicarse en los talleres editoriales, uno empieza a padecer los estragos de su ausencia, la congoja de saber que ha llegado el momento de abandonar la casa, de cerrar de un golpe la puerta y dejar poco a poco ese mundo de infinita intimidad que se ha poblado con tanta devoci¨®n, con miedo y con placer, d¨ªa a d¨ªa, noche a noche, como se puebla un cuerpo que restituye y reconforta, secretamente, muchas veces a oscuras, y que ahora nos toca abandonarlo entre aquellas paredes, en su orden exacto, con ese desamparo que te hace caminar sin rumbo cierto, hasta encontrar otra morada donde le quieran a uno y le ayuden a olvidar los amores perdidos.
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