Le falt¨® picard¨ªa

Hay un p¨ªcaro en el corralCompa?¨ªa Mar G¨®mez. Direcci¨®n coreogr¨¢fica: Mar G¨®mez y Xavier Mart¨ªnez. Coreograf¨ªa: colectiva. M¨²sicos: Quintet de Vent Auditorium. Int¨¦rpretes: Susana Vilella, Mar¨ªa Jos¨¦ Soler, M. G¨®mez, Rufo Gimeno y Xavier Mart¨ªnez. Escenograf¨ªa y vestuario: Jaume Policarpo, con la colaboraci¨®n de Celia Sierras. Dise?o de luces: Xavi Valls. Pati de les Dones. Centro de Cultura Contempor¨¢nea. Barcelona, 17 de julio.

La mayor¨ªa de los historiadores creen que en todo el pensamiento de la Espa?a contempor¨¢nea hallaremos siempre la presencia del Siglo de Oro; por ello no es de extra?ar que la bailarina y core¨®grafa Mar G¨®mez se haya dejado seducir por este periodo de de la historia para crear, junto a sus bailarines, el ¨²ltimo espect¨¢culo para su compa?¨ªa: Hay un p¨ªcaro en el corral, una funci¨®n repleta de ideas que no llegan a desarrollarse. El exuberante caudal imaginativo de Mar G¨®mez le ha jugado una mala pasada. El espectador se indigesta con tantas referencias sin tamizar, que le llevan al aburrimiento y a la incomprensi¨®n.

La core¨®grafa ha querido en esta obra reflejar la vida de un grupo de actores de corral de comedias del Siglo de Oro y recrear a trav¨¦s de ellos la espontaneidad y el car¨¢cter popular del teatro de Lope de Vega, del que subraya especialmente la picaresca. Pero el dibujo de los personajes queda en un esbozo vacilante. A sus cinco protagonistas, el p¨ªcaro, las sirvientas, la se?ora y el fraile, les falta intensidad dr¨¢matica. Incluso Mar G¨®mez, una c¨®mica brillante en montajes anteriores, queda diluida en su personaje, una especie de princesa de Eboli con garfio. El optimismo frente a la vida de los h¨¦roes de Lope se limita aqu¨ª a gags con poca gracia que emulan el cine mudo, lo que complica el desarrrollo de la obra. En ocasiones, el espectador debe observar el botijo y el carro para situarse en la ¨¦poca.

El collage musical es atractivo, y abarca diferentes ¨¦pocas y estilos con fragmentos de El sombrero de tres picos, de Falla, jotas y unas danzas h¨²ngaras del siglo XVII, m¨²sica toda interpretada en directo por el Quintet de Vent Aditorium con todos sus miembros vestidos de frailes.

A nivel de danza, el lenguaje gestual utilizado por la Compa?¨ªa G¨®mez es m¨¢s teatral que danc¨ªstico y sabe a poco. El p¨²blico se qued¨® con ganas de ver bailar m¨¢s tiempo a Susana Vilella, Mar¨ªa Jos¨¦ Soler, Xavier Mart¨ªnez y Rufo Gimeno, y especialmente a la propia Mar G¨®mez de la que se admira su fluido movimiento. A lo largo de la obra existen fragmentos coreogr¨¢ficos coloristas y alegres, como las escenas galantes, en las que se reconoce nuevamente el talento creador de G¨®mez, a la que en esta ocasi¨®n le ha faltado picard¨ªa.