Zapatero gana a Bono por s¨®lo 9 votos
El discurso del nuevo l¨ªder del PSOE logr¨® incrementar apoyos con guerristas y partidarios de D¨ªez
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Los 995 delegados acreditados en el 35? congreso del PSOE optaron ayer, en representaci¨®n de los 350.000 militantes del partido, por el "cambio tranquilo" propugnado por Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, de 39 a?os, licenciado en Derecho, casado y con dos hijas (de 6 y 4 a?os), quien ha sido aupado a la secretar¨ªa general con el 41,69% de los votos, s¨®lo nueve d¨¦cimas y nueve votos m¨¢s que los logrados por Jos¨¦ Bono. La elecci¨®n de Zapatero ser¨¢ ratificada hoy, al igual que la nueva ejecutiva -de integraci¨®n y consenso-, por el pleno de la asamblea.S¨®lo nueve votos sac¨® de ventaja Rodr¨ªguez Zapatero, en votaci¨®n individual y secreta, al presidente de Castilla-La Mancha, Jos¨¦ Bono, que part¨ªa como favorito. A gran distancia de ambos se quedaron las otras dos candidatas, Matilde Fern¨¢ndez y Rosa D¨ªez, cuyos eventuales apoyos se dirigieron en gran medida hacia Zapatero. El diputado leon¨¦s obtuvo 414 votos; es decir, el apoyo del 41,69% de los delegados, mientras que Bono fue respaldado por 405 delegados, el 40,79%. Fern¨¢ndez registr¨® el aval de 109 compromisarios, el 10,98%, y D¨ªez se qued¨® con el 6,55%, traducido en 65 papeletas con su nombre. Votaron todos los delegados, y s¨®lo dos de ellos lo hicieron en blanco. No hubo ning¨²n voto nulo.
La mayor¨ªa de los barones territoriales, al conocer el resultado, suspiraron de alivio por su propia decisi¨®n de no hacer campa?a activa a favor de ninguno de los cuatro candidatos, persuadidos de que en el PSOE las consignas de los dirigentes suelen surtir un efecto contrario al deseado.
No hubo directrices p¨²blicas o pronunciamientos claros en este largo proceso de b¨²squeda de un nuevo secretario general -tras la renuncia, el 12 de marzo, de Joaqu¨ªn Almunia- salvo algunas excepciones. Los dirigentes provinciales y regionales se resistieron a hacer p¨²blica su opci¨®n al comprobar que, a medida que pasaban los d¨ªas, el acercamiento en apoyos de los dos candidatos mayoritarios, Jos¨¦ Bono y Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, era cada vez m¨¢s estrecho. "?Habr¨¢ que salir ya de la clandestinidad?", inquir¨ªa la noche del viernes un dirigente andaluz proclive a Bono.
Esa misma madrugada se reun¨ªan los ocho secretarios provinciales de la potente federaci¨®n andaluza, con Manuel Chaves presente. Se dijeron unos a otros sus preferencias: cinco se decantaron por Bono y tres por Rodr¨ªguez Zapatero. Pero eran los dirigentes, no los delegados.
Ya en las urnas, entre el 60% y el 65% de los delegados andaluces apoyaron a Bono; el resto dirigi¨® su voto hacia el diputado leon¨¦s. La presi¨®n de todas las federaciones socialistas hacia Manuel Chaves para que hiciera una indicaci¨®n personal antes de que se consumara la votaci¨®n acab¨® por vencerle. Chaves fue presidente de la gestora del partido durante los ¨²ltimos cuatro meses y es el l¨ªder de la federaci¨®n m¨¢s numerosa:Andaluc¨ªa cuenta con un total de 287 delegados. Pero su indicaci¨®n no fue p¨²blica ni universal. Con moderaci¨®n, explic¨® en aquella reuni¨®n restringida de la noche del viernes entre secretarios andaluces las razones por las cuales ¨¦l se inclinaba hacia Jos¨¦ Bono.
Pero ya nadie controla el 100% de sus delegaciones. ?sta era la frase m¨¢s repetida ayer, pasadas las cuatro y media de la tarde, por los dirigentes provinciales y regionales, cuando las urnas acababan de otorgar a Zapatero 414 papeletas, nueve m¨¢s que a Bono. Todos ellos, con la mejor de sus sonrisas y aparentando que, en absoluto, hab¨ªan querido influir en los delegados, quienes durante tres meses hab¨ªan escuchado de los cuatro aspirantes a la secretar¨ªa general que el futuro del partido estaba en manos de ellos, de los 998 delegados -finalmente tres no llegaron a acreditarse- y no en manos de los barones.
"Se lo han cre¨ªdo y han ejercido su responsabilidad", dec¨ªa un alcalde mientras comunicaba a un corrillo de invitados los resultados de la votaci¨®n que acababa de hacerse p¨²blica. "Nueve votos a favor de Jos¨¦ Luis", dec¨ªa un representante palentino. Ah¨ª empezaron los abrazos y los apretones de entusiasmo de los seguidores del pol¨ªtico leon¨¦s, mientras que en la delegaci¨®n de Castilla-La Mancha cund¨ªa cierta desolaci¨®n, encajada con tristes sonrisas, sobre todo en los m¨¢s cercanos a Bono. Fue el caso de su vicepresidente, Jos¨¦ Mar¨ªa Barreda, y la esposa de ¨¦ste, la diputada Clementina D¨ªez de Balde¨®n.
El plenario, puesto en pie, prorrumpi¨® en un prolongad¨ªsimo aplauso a los cuatro candidatos, que se fueron abrazando con evidente emoci¨®n. Todos hab¨ªan jugado a ganar, pero cuando se conocieron los resultados no hubo ni muecas de acritud ni descalificaciones, porque no hab¨ªa animadversi¨®n entre ninguno de ellos, sino m¨¢s bien cierta simpat¨ªa personal.
Otra cosa es la pol¨ªtica, y para ganar cada uno ha utilizado sus propias armas.
El entusiasta y optimista discurso de Rodr¨ªguez Zapatero durante media hora justa, el tiempo previsto en el reglamento, y su expreso llamamiento a los delegados para que le ayudaran a enterrar la lucha entre familias y sectores y a confeccionar una ejecutiva integradora, en la que ¨¦l contar¨ªa con todo el mundo sin mirar etiquetas, fueron interpretados de inmediato como un gui?o al sector guerrista. Los partidarios de Jos¨¦ Bono comentaban luego, a la vista del resultado de la votaci¨®n, que Zapatero hab¨ªa logrado su objetivo. "Ha habido deslizamientos evidentes de apoyos a Zapatero provenientes del grupo guerrista", dec¨ªa un delegado madrile?o con los datos en la mano.
Matilde Fern¨¢ndez obtuvo 109 votos, cuando las previsiones m¨¢s conservadoras le atribu¨ªan 160. Todas esas papeletas s¨®lo han podido ir a la candidatura de Zapatero, seg¨²n reconoc¨ªan dirigentes guerristas que aseguraban haber sido fieles, ellos s¨ª, a Matilde Fern¨¢ndez. "Ha funcionado el voto ¨²til", declar¨® con evidente tristeza esta candidata, que persist¨ªa en la defensa del sistema de votaci¨®n de dos vueltas.
No hay ning¨²n misterio en que los impulsores de la votaci¨®n a una sola vuelta buscaban precisamente este procedimiento para forzar el voto ¨²til; aunque es verdad que pensaban que ese voto ¨²til se iba a dirigir m¨¢s hacia Jos¨¦ Bono.
No fue as¨ª. Representantes de la corriente Izquierda Socialista reconocieron que algunos de los suyos hab¨ªan apoyado a Zapatero en vez de a Matilde Fern¨¢ndez, y otro tanto hicieron la mayor¨ªa de los representantes de Iniciativa para el Cambio. Entre los guerristas que habr¨ªan votado a Zapatero se encontrar¨ªan mayoritariamente los de Extremadura y Asturias.
"Luchar tambi¨¦n contra Alfonso Guerra en este congreso es ya demasiado", se quejaban con cierta amargura partidarios de Bono. Los guerristas, sin embargo, aseguraban que no hab¨ªan dado ninguna consigna para deslizar ese voto. As¨ª se hab¨ªa acordado en las diferentes reuniones, por federaciones, que celebraron antes del congreso. Eso s¨ª, en el an¨¢lisis de los distintos escenarios que se hizo en aquellos encuentros se repet¨ªa que seguramente con Bono les ir¨ªa peor que con Zapatero.
Dirigentes partidarios del presidente de Castilla-La Mancha optaban anoche por posponer una posible denuncia, m¨¢s fundada, respecto a los hipot¨¦ticos acuerdos entre guerristas y Rodr¨ªguez Zapatero hasta conocer esta ma?ana la composici¨®n de la nueva ejecutiva y calibrar el peso logrado por los guerristas en esa nueva direcci¨®n del PSOE. Mientras tanto, los interlocutores de la candidatura perdedora se limitaban a informar de reuniones celebradas d¨ªas atr¨¢s entre personas del entorno de Zapatero y de Guerra.
Se?alaban, por ejemplo, al diputado gallego Jos¨¦ Blanco, en nombre del nuevo secretario general, y a Rafael Delgado, mano derecha de Guerra. Los dos lados admiten la existencia de esas conversaciones en d¨ªas pasados, pero Blanco citaba ayer otras muchas m¨¢s para restar importancia a que Delgado fuera guerrista.
Reuniones y encuentros ha habido muchos, y en todas las direcciones. Ayer mismo, los guerristas hablaban tambi¨¦n de una entre Jos¨¦ Bono y el presidente extreme?o, Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra. "Fue muy mal, muy mal", dijo enf¨¢ticamente un dirigente del sector guerrista conocedor de aquella cita.
Pero no s¨®lo la fuga de votos ha venido del guerrismo. Catalu?a, en un porcentaje muy alto, ha votado al diputado leon¨¦s, y tambi¨¦n lo hicieron Galicia, la Comunidad Valenciana y Castilla y Le¨®n. Dirigentes guerristas reconocen que daban por hecho determinado deslizamiento de parte de sus votos hacia Zapatero por el rechazo que desde antiguo los partidarios de Guerra sienten hacia el presidente de Castilla-La Mancha.
Si se atiende a las vehementes afirmaciones del grupo de Zapatero negando compromisos previos con los guerristas, desde luego est¨¢ claro que no los ha habido con la candidatura de Rosa D¨ªez. Desde cualquier sector se asegura sin titubeos que el apoyo inicial de la eurodiputada se ha ido casi ¨ªntegro hacia Zapatero, fundamentalmente tras el discurso pronunciado ayer por el nuevo secretario general. Fueron muchos los que pensaron que las candidaturas de D¨ªez y Zapatero deb¨ªan ir unidas por cuanto ambas eran percibidas como las representantes del cambio.
Pero entre ambos no hubo siquiera atisbos de acercamiento, como tampoco los hubo entre Bono y Rodr¨ªguez Zapatero, pese a que los barones consideraban ese t¨¢ndem como el adecuado para que el PSOE tuviera las dosis adecuadas de cambio y seguridad. Cualquier pacto hubiera llevado consigo la retirada de alguno de los cuatro candidatos, y todos ellos quisieron ayer someterse a las urnas.
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