Brasil respira tras derrotar a Argentina

Algo pas¨® por el pecho y el alma de los jugadores de Brasil la noche del pasado mi¨¦rcoles, cuando se enfrentaron en el estadio Morumb¨ª de Sao Paulo a Argentina, l¨ªder de las eliminatorias suramericanas para la pr¨®xima Copa del Mundo y hasta entonces invicta. Tal vez influidos por la psic¨®loga que les trata tras los ¨²ltimos tropiezos, tal vez escocidos por la cr¨ªtica despiada, el caso es que los futbolistas de Brasil fueron otros y arrancaron una victoria importante, justa, merecida e indiscutible por 3-1.El partido se disput¨® intensamente en la mitad del campo. Ah¨ª cort¨® y gan¨® Brasil, sobre la presi¨®n que nunca pudo realizar Argentina. Todo sali¨® a favor de Brasil desde el comienzo. Convirti¨® goles en los minutos claves. A los cinco del primer tiempo y a los cinco del segundo. El primero con un remate cruzado, de cabeza, colocado por ?lex tras una sucesi¨®n de errores y rebotes de la defensa argentina.

Con el 1-0 todos calmaron sus nervios de los d¨ªas previos, el p¨²blico se volc¨® a favor y el equipo logr¨® mantener la iniciativa. Argentina hizo un gran esfuerzo para pelear por el bal¨®n, pero no logr¨® armar el juego. Fall¨® el estratega, la brujita Ver¨®n.

Brasil sorprend¨ªa con la llegada libre y vac¨ªa de Vampeta, el mejor jugador del campo, el ¨²nico que se sal¨ªa del pensado esquema brasile?o y romp¨ªa la estrategia defensiva argentina. El portero Bonano le tap¨® un remate de gol y casi sobre el final del primer tiempo el propio Vampeta volvi¨® a llegar al ¨¢rea peque?a de Argentina, despu¨¦s de haber salido desde su propio campo al iniciar la jugada, para recoger un rebote tras remate de ?lex y marcar el segundo gol.

Un minuto m¨¢s tarde, en la mejor jugada de Argentina y en la mejor del partido, Almeyda -que hab¨ªa reemplazado al lesionado Zanetti- tir¨® una pared larga con Crespo, fue a buscar la devoluci¨®n y al ingresar en el ¨¢rea a toda carrera clav¨® el bal¨®n en el ¨¢ngulo derecho, arriba, del portero Dida con un formidable remate de pierna izquierda. Fin de la primera parte: 2-1. El resultado se abr¨ªa y el partido pod¨ªa cambiar. Pero a los cinco minutos de la segunda, Vampeta lleg¨® otra vez al ¨¢rea argentina para marcar el tercero y definitivo.

Brasil no estaba para golear ni jugar m¨¢s o mejor. Rivaldo se desdoblaba como delantero y media punta, pero la defensa Argentina controlaba bien los ataques. Los cambios del entrenador brasile?o fueron prudentes. Brasil no ven¨ªa bien, no tiene ya talentos que resuelvan por s¨ª solos y nadie quer¨ªa arriesgar un triunfo que costaba tanto conseguir y asegurar. Argentina, a su vez, se encontr¨® con los l¨ªmites que nadie le hab¨ªa puesto hasta ahora. Si no est¨¢ preciso, claro y l¨²cido Ver¨®n, no hay Ortega ni Piojo L¨®pez, ni Crespo que funcionen.