Una verg¨¹enza
La falta de inter¨¦s en atender la petici¨®n de indulto por numerosas instituciones, la denegaci¨®n de su tramitaci¨®n por el Consejo de Ministros y la diligencia de la secci¨®n segunda de la Audiencia Territorial de Madrid, precisamente en un Estado en el que el derecho constitucional a un proceso sin dilaciones es s¨®lo program¨¢tica, han determinado que Jos¨¦ Mar¨ªa Trillo-Figueroa Calvo haya ingresado en la prisi¨®n militar de Alcal¨¢ de Henares. Ha empezado a cumplir la pena de prisi¨®n, que le ha sido impuesta por desertar.Dec¨ªa Tom¨¢s y Valiente que "en una sociedad cuya legislaci¨®n penal sea cada vez m¨¢s justa, los indultos ser¨¢n menos necesarios, y la seguridad respecto al cumplimiento de la ley penal mayor". Sin embargo, la ejecuci¨®n de la ley penal en el caso de Jos¨¦ Mar¨ªa tiene una lectura distinta. Refleja lo lejos que nos encontramos de vivir en una sociedad justa. Una sociedad en la que los indultos, ni siquiera los del Viernes Santo, tengan cabida o sean simplemente anecd¨®ticos. Esta sociedad sigue precisando de la indulgencia, tardan en llegar los cambios.
No es de raz¨®n que Jos¨¦ Mar¨ªa sea castigado por un delito que, dentro de unos meses, apenas ser¨¢ una referencia hist¨®rica en los textos penales, ni que cumpla una pena por no hacer antes (cumplir la mili) lo que el legislador ha dicho que no se haga a partir del 2002 (cumplir la mili).
El cumplimiento de la pena, a cambio de nada, es un escarmiento. No tiene objeto reprender su conducta. La negativa a la tramitaci¨®n del indulto es represiva, ya que ti?e la decisi¨®n (no indultar) de arbitraria, cuando se presume que estamos en un Estado de derecho. Arbitrariedad que empieza a tomar cuerpo como forma de gobernar, y no s¨®lo en el caso de Jos¨¦ Mar¨ªa, sino en otros campos. La reforma de la Ley de Extranjer¨ªa es un buen ejemplo. As¨ª lo ha manifestado el CGPJ en su dictamen.
En cualquier caso, con o sin indulto, Jos¨¦ Mar¨ªa puede ser ejemplo de c¨®mo se defienden las ideas en un Estado social, democr¨¢tico y de derecho. Seguramente, si las ideas que sustentan este Estado estuvieran en peligro, Jos¨¦ Mar¨ªa, aunque no haya hecho la mili, las defender¨ªa sin necesidad de hacer uso de la escopeta, ni de echarse al monte.
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