De Trillos
Dos son los Trillos que nos ocupan hoy; uno es ministro de Defensa (?manda huevos!), el otro es objetor encarcelado (?tiene cojones!). Uno ocupa las m¨¢s altas magistraturas del Estado, el otro una sencilla celda de Alcal¨¢-Meco (prisi¨®n militar). Uno ha intentado endulzar el D¨ªa de las Fuerzas Armadas recurriendo a las Organizaciones No Gubernamentales; el otro simplemente se identifica con esas ONG que nunca se prestar¨ªan a endulzar el D¨ªa de las Fuerzas Armadas... Dir¨ªase que no se pueden encontrar tantas diferencias entre dos apellidos iguales.Jos¨¦ Mar¨ªa Trillo-Figueroa ha ingresado en prisi¨®n por negarse a hacer el servicio militar de la forma m¨¢s dr¨¢stica que conoc¨ªa en un contexto de desaparici¨®n de las levas obligatorias. No sabemos si har¨ªa lo mismo hoy, pero tampoco nos importa. Jos¨¦ Mar¨ªa Trillo-Figueroa viene demostrando hace tiempo que es un chaval ¨²til a la sociedad desde su conciencia ecol¨®gica, social y pol¨ªtica.
Federico Trillo-Figueroa es un ministro del Partido Popular que se re¨²ne con otros ministros del Partido Popular para impedir que Jos¨¦ Mar¨ªa Trillo-Figueroa siga colaborando con la sociedad, como ven¨ªa haciendo, durante unos meses o quiz¨¢s unos a?os.- Pedro ?ngel Jim¨¦nez Manzorro. Mairena del Aljarafe (Sevilla).
Cuando le¨ª en el peri¨®dico que el insumiso Jos¨¦ Mar¨ªa Trillo-Figueroa ha ingresado en prisi¨®n no fue sorpresa lo que sent¨ª, porque sab¨ªa que eso estaba a punto de pasar; sent¨ª inquietud, porque esta vez le ha tocado a un amigo y, sobre todo, no pude evitar sentir una pena que arranca de muy dentro, una amarga decepci¨®n, no s¨®lo por parte de la Justicia y otras instituciones (aunque tambi¨¦n), el origen del desconsuelo es m¨¢s profundo, porque esta es, precisamente, la clase de cosas que te hacen pensar que lo que falla es el sistema.
Parece impensable que a estas alturas y en el coraz¨®n de nuestra civilizada Europa, a¨²n haya c¨¢rceles habitadas por gente cuyo ¨²nico "delito" (incluso entrecomillado causa estupor) es el de ser consecuentes con la paz.
Es injusto pensar que los insumisos muestran una conducta ego¨ªsta y antisocial por negarse a realizar la prestaci¨®n social sustitutoria del servicio militar. No es tan simple como negarse a realizar un servicio a la comunidad, n¨®tese que no se llama simplemente prestaci¨®n social, es una prestaci¨®n sustitutoria del servicio militar, que es la causa de la oposici¨®n.
Se trata por lo general, de gente comprometida y consecuente con su forma de pensar, con sus valores y en general con aquellos fundamentos con los que casi todos estamos de acuerdo y que hacen pensar que la humanidad tiene futuro.
Principios, que por b¨¢sicos y trascendentes, los pueblos se han dado a s¨ª mismos, siendo adoptados como patrones de conducta y recogidos en textos constitucionales y declaraciones universales.
Por ejemplo, la Declaraci¨®n Universal de Derechos Humanos establece entre los objetivos de la educaci¨®n el respeto a los derechos humanos, el fomento de la comprensi¨®n, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y el desarrollo de las actividades para el mantenimiento de la paz. Objetivos todos ellos que los insumisos demuestran tener bien aprendidos.
Pues bien, si adem¨¢s en nuestro sistema el fin de la pena de prisi¨®n es la reinserci¨®n y la reeducaci¨®n, ?qu¨¦ pretende el Estado encarcelando insumisos?, ?reinsertarles en la sociedad, esa misma sociedad que ellos luchan por mejorar?, ?a caso se cree el Estado capaz de reeducarles, mejorando la educaci¨®n responsable y consecuente que demuestran tener?. Adem¨¢s, este Estado aleccionador es, por desgracia, el mismo Estado capaz de exportar armamento a pa¨ªses como Sierra Leona que se desangra en medio de una guerra.
No s¨¦ qu¨¦ objetivo persigue el Estado con tan decepcionantes condenas -a lo peor, tienen miedo a que la paz invada el mundo y se les acabe el negocio-, lo que s¨ª s¨¦ es que, viendo lo que a veces hay que ver, no tiene legitimidad moral para reprochar y castigar la conducta de estas personas.
Todo lo dicho, lo digo con conocimiento y convencimiento. Conoc¨ª a Nino en la Facultad de Derecho cuando ambos desempe?¨¢bamos funciones de representaci¨®n de los estudiantes, y le tengo por una persona solidaria, participativa y, sobre todo, consecuente.
Pues vale. Suerte y ¨¢nimo a todos los que os jug¨¢is vuestra libertad personal en pro del precioso objetivo que es la paz. La aut¨¦ntica paz. Un beso Nino.- Elena Lobillo Chac¨®n. Tomares (Sevilla).
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