Roberto Alagna canta para la mayor¨ªa
El tenor acepta el reto de 'Pagliacci', ¨®pera que inaugura el martes el Festival de Santander
Roberto Alagna dice que la ¨®pera es "la primera divisi¨®n" de todas las suertes musicales pero que no es un arte para "una minor¨ªa que pretende adue?arse de ¨¦l". Y lo dice porque, a sus 37 a?os, este tenor superdotado ya ha jugado en otras categor¨ªas y ha apostado por hacer entrar a este g¨¦nero en la globalidad de la tecnolog¨ªa y la mercadotecnia para acercarlo a la mayor cantidad de gente posible.Naci¨® en Par¨ªs en el seno de una familia de gentes del teatro siciliana, vive de dejarse la piel en los escenarios desde que a los 17 a?os debutara en el cabar¨¦ y ahora triunfa por todo el mundo, solo, o junto a su mujer, la soprano rumana, Angela Giorghiu. Juntos forman la pareja de moda en la l¨ªrica y juntos pasan estos d¨ªas en Santander, donde Alagna inaugurar¨¢ el pr¨®ximo martes el 49? Festival Internacional de la ciudad cantando Pagliacci, la ¨²nica ¨®pera que proporcion¨® gloria en vida a Ruggero Leoncavallo, uno de los precursores del verismo italiano.
"Me gustan los retos", dice Alagna, estatura mediana, un tanto empapado en sudor h¨²medo por el bochornazo, barba fina, gestos entusiastas, opiniones determinantes, pelirrojo, simpaticote. Los retos como el de meterse en esta ¨®pera corta, en dos actos, con un papel de marido celoso, supuestamente m¨¢s viejo, desesperado y dispuesto a todo porque su mujer no se escape con un joven apuesto. "Siempre he visto Pagliacci como un Otello concentrado. Lo que m¨¢s me gusta de esta profesi¨®n es crear personajes nuevos, diferentes a m¨ª. Este Canio que voy a hacer yo es muy diferente, un joven violento, bohemio, gitano, con un tipo de vida insegura que es lo que hace a Nedda, su mujer, querer huir con otro hombre al que ve m¨¢s futuro".
La obra mezcla realidad y ficci¨®n, el teatro, el circo y la vida se confunden, como en el d¨ªa a d¨ªa de Alagna. "Es una ¨®pera que atrae mucho a las gentes del espect¨¢culo por eso y tambi¨¦n por eso no quiero cantarla con Angela, porque no podr¨ªa soportar que se vaya con otro, sacar¨ªa lo peor de m¨ª", afirma entre bromas y veras, con su vena latina explosiva. Sean cuales sean las razones, lo cierto es que esta partitura fue el mayor ¨¦xito de Leoncavallo tras su estreno en Mil¨¢n en 1892. "Creo que lo fue porque fue una experiencia vital suya. ?l vivi¨® un asunto similar con sus padres, siendo muy joven, cuando ten¨ªa siete a?os. Y los sentimientos est¨¢n todos ah¨ª, por eso la ¨®pera tiene tanta tensi¨®n, tanta fuerza, tanto dramatismo, comprende muy bien el dolor de un artista, de un c¨®mico, el hecho de salir a actuar cuando est¨¢s pas¨¢ndolo mal yo lo vivo muy intensamente, he tenido que cantar ante mucha gente y olvidar que mi primera mujer, la madre de mi hija, estaba muri¨¦ndose de c¨¢ncer", dice Alagna. El tenor no sabe lo que son los respiros. Lleva 20 a?os cantando, doce en la ¨®pera y ocho en el cabar¨¦. Mientras esparc¨ªa su talento para el humor y la m¨²sica en garitos llenos de humo de Par¨ªs por las noches, estudiaba por placer ¨®pera por las ma?anas con un profesor cubano. "Estaba desesperado conmigo, todos los d¨ªas me dec¨ªa que dejara el cabar¨¦ y los cigarros, que yo pod¨ªa ser un n¨²mero uno. No me lo cre¨ªa, pero un d¨ªa prob¨¦, me present¨¦ al concurso Luciano Pavarotti, lo gan¨¦ y a los seis meses estaba cantanto en la Scala de Mil¨¢n".
As¨ª, como suena, como un turbo, se sent¨® en el trono de la ¨®pera italiana, en el teatro donde desde hace a?os gobierna, dicen que con mano de hierro, Ricarddo Muti, que colabor¨® mucho con ¨¦l durante a?os hasta que hace tres temporadas las relaciones se rompieron. Con ¨¦l hizo La boh¨¨me, Rigoletto, Mcbeth. Ahora dice: "No creo que Angela y yo volvamos a cantar con Muti. No acepta otras opiniones. Es lo que diga ¨¦l. ?Se ha preguntado usted por qu¨¦ en La Scala no cantan grandes figuras ya ni dirigen grandes directores? S¨®lo existe ¨¦l. Todo el mundo sabe c¨®mo es, si el cantante tiene ¨¦xito, no lo soporta". "Yo vengo de la escuela de la vida. De la que hace frente al p¨²blico de forma espont¨¢nea, con improvisaciones, con una resistencia f¨ªsica muy grande que tiene que permitirte trabajar todos los d¨ªas hasta las seis de la ma?ana. ?sa es la escuela buena. Yo quiero atm¨®sferas amistosas, ya me consumo demasiado cuando canto, as¨ª que no tengo necesidad de problemas cuando ensayo". Es lo que ha encontrado ¨²ltimamente con directores como Riccardo Chailly, Antonio Pappano o estos d¨ªas en Santander junto al maestro italiano incansable, de 81 a?os, Ant¨®n Gaudagno, que le dirigir¨¢ junto a la Orquesta y Coro Nacional de la ?pera de Sofia en una jornada inaugural en la que tambi¨¦n se podr¨¢ ver Gianni Schichi, la obra corta de Puccini, perteneciente a la trilog¨ªa Il Trittico. Un espect¨¢culo en el que tambi¨¦n participar¨¢n el gran Joan Pons, el bar¨ªtono venezolano de futuro prometedor Aquiles Machado, las sopranos Svetla Vassileva y Alida Ferrarini y el magn¨ªfico bar¨ªtono santanderino Manuel Lanza, que juega en casa.
En los ¨²ltimos a?os, en Espa?a, s¨®lo ha cantado en Santander. Espera ofertas. ?Por qu¨¦ todav¨ªa no ha cantado en el Teatro Real? "No me han vuelto a llamar desde aquel problema con La Boh¨¨me", dice. "Me compromet¨ª con el antiguo director art¨ªstico, St¨¦phane Lissner, luego se fue. Me llam¨® Juan Cambreleng y me pregunt¨® qu¨¦ quer¨ªa cantar, le dije que La Boh¨¨me, y que mis hermanos ten¨ªan un proyecto de escenograf¨ªa. Me pele¨¦ para que el director de escena fuera Giancarlo del Monaco, Cambreleng no quer¨ªa; lo consegu¨ª. Giancarlo hizo fotograf¨ªas de todo el proyecto y lo present¨® al teatro como si fuera idea suya". Esa Boh¨¨me se present¨® en Madrid sin Alagna y con Del Monaco. "Una pena, ¨¦ramos amigos y casi acabamos en el juzgado."
Esperando el medio siglo
Ser¨¢n ocho campanarios los que dar¨¢n el pre¨¢mbulo a esta 49? edici¨®n del Festival de Santander. Justo los que hacen falta para poner ma?ana, lunes, las notas de la obra Sonar, que el compositor y director musical Lloren? Baber ha concebido para esta edici¨®n del festival, que cumple el medio siglo el a?o que viene. Toda la ciudad quedar¨¢ al tanto del inicio de un acontecimiento que desde ma?ana y hasta el 31 de agosto, cuando Lorin Maazel ordene los acordes de la Sinfon¨ªa n¨²mero dos de Mahler, Resurrecci¨®n, habr¨¢ puesto en marcha 56 espect¨¢culos de m¨²sica, danza y teatro por toda la regi¨®n.
Los platos fuertes se sirven en el Palacio de Festivales de Santander, por donde desfilar¨¢n, adem¨¢s de las figuras oper¨ªsticas de la jornada inaugural, con el tenor Roberto Alagna al frente del reparto de Pagliacci, orquestas como la Sinf¨®nica de Israel, la de la ?pera Nacional de Sof¨ªa, la Massachussets Symphony Orchestra of Springfield o la de la Radio de Colonia. En ballet, el de Julio Bocca, el Ballet Nacional de Praga y el Bolshoi, con La bella durmiente. Jos¨¦ Luis Ocejo, director del festival, destaca que en los ¨²ltimos diez a?os han querido intensificar la relaci¨®n del festival con la ¨®pera, una modalidad art¨ªstica que no hab¨ªa tenido mucha cabida antes. Se podr¨¢ escuchar una versi¨®n en concierto del Fausto de Gounod y un recital de Teresa Berganza. Habr¨¢ 16 estrenos de compositores espa?oles y un homenaje al cr¨ªtico musical Enrique Franco.
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