Anormalidad
Cuando ETA anul¨® su tregua y volvi¨® a matar, describ¨ª la situaci¨®n como normal; concluido un a?o de amnist¨ªa, ETA mata o secuestra, el gobierno reprime y da el p¨¦same en compa?¨ªa de los partidos democr¨¢ticos. Podemos instalarnos en esa normalidad durante d¨¦cadas, habida cuenta de que est¨¢bamos en ella durante los primeros veinte a?os de democracia. Sin embargo durante el mes de julio se han superado los l¨ªmites de la normalidad porque ETA ha atentado por encima de sus propias estad¨ªsticas, con la clara intenci¨®n de demostrar una imprevista capacidad de acci¨®n que ha dejado a Mayor Oreja instalado en su mon¨®logo: yo ya dije que la tregua era una trampa y adem¨¢s ha permitido que ETA se reorganice.Una vez m¨¢s se describir¨¢ la perfecta sincronizaci¨®n antiterrorista entre el gobierno franc¨¦s y el espa?ol y algunos activistas han sido y ser¨¢n detenidos para demostrar que la l¨®gica represiva sigue cumpliendo su cometido. Pero el aumento del terrorismo en un mes se convierte en una se?al extra de advertencia que pilla al gobierno en la posici¨®n de p¨¦same y de luto de siempre y es casi evidente que la estrategia terrorista trata de refabricar una situaci¨®n de choque y encuentro con el gobierno, reduciendo a los partidos pol¨ªticos democr¨¢ticos en meros testigos de ese encuentro o de ese choque. Mientras tanto a todos se nos ocurre excitar a la sociedad civil para que imponga el ?basta ya! contra la violencia, pero las encuestas preelectorales subliman un Pa¨ªs Vasco a la vez dividido y gaseoso ante el aumento de acciones terroristas. La simplicidad estrat¨¦gica del gobierno es preocupante, y si bien aumentan las expectativas de crecimiento del PP en Euskadi, necesitar¨ªa a los socialistas para jugar a quitarle al PNV la hegemon¨ªa electoral y despu¨¦s el Diluvio a la espera de que salga el sol por Antequera.
A la clientela electoral del PP parece encantarle su pol¨ªtica vasca, en cuanto a la clientela del PNV sigue esperando que todo quede claro cuando deje de estar oscuro y ETA ha pasado de la normalidad a una anormalidad polic¨¦ntrica abundante y desafiante. Este verano no ha hecho m¨¢s que empezar.
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