Explotados, callados y sin documentos

V¨ªctimas de mafias y bajos salarios, arriesgan su vida para llegar a Espa?a y trabajan en los empleos m¨¢s duros

39.711 permisos en 1999

?ngel tiene 48 a?os y lleg¨® a Espa?a hace un a?o desde Ecuador. Trabaja en una obra de ayudante y cobra 100.000 pesetas al mes. Tard¨® bastante en encontrar un empleo y est¨¢ contento. No tiene papeles y por tanto no cotiza a la Seguridad Social. Si sufre un accidente grave -y la construcci¨®n es la actividad con mayor tasa de siniestralidad- la empresa en la que trabaja podr¨ªa meterse en un buen l¨ªo.En abril, un empleado del CITE (Centro de Informaci¨®n al Trabajador Extranjero de Comisiones Obreras) se cruz¨® en el puerto de Algeciras con un chico marroqu¨ª de 27 a?os que hab¨ªa conocido en Madrid. Llevaba un mill¨®n de pesetas en el bolsillo y estaba a punto de embarcar en un transbordador hacia Melilla. Unas semanas antes se hab¨ªa ca¨ªdo de un andamio lesion¨¢ndose la cadera y una pierna. La empresa que le contrat¨® le ingres¨® en el hospital con lo datos de un conciudadano que s¨ª ten¨ªa los papeles en regla. Sin embargo, ¨¦ste denunci¨® los hechos a CC OO cuando comprob¨® que ese mes hab¨ªa ingresado menos de lo que le correspond¨ªa. Cuando empezaron a investigar, la empresa se intent¨® quitar al chaval de en medio devolvi¨¦ndolo a su pa¨ªs. Gracias al fraude recibi¨® un tiempo asistencia sanitaria.

Mil pesetas diarias

A pesar del riesgo que entra?a trabajar en ¨¦l, sindicatos y organizaciones sociales coinciden en citar la construcci¨®n como el sector que mayor n¨²mero de inmigrantes en situaci¨®n irregular absorbe tras la agricultura. "Es impresionante la cantidad de sin papeles que trabajan en la construcci¨®n en la costa de Levante. Sobre todo en los pueblos, porque hay menos controles", dice Juan, un periodista colombiano que lleg¨® a Espa?a en abril del a?o pasado. Juan vivi¨® unos meses en Valencia y Alicante antes de acabar en Madrid, donde ahora est¨¢ trabajando de camarero cobrando 100.000 pesetas mensuales. Antes hab¨ªa trabajado en la construcci¨®n, pero le parece "demasiado peligroso". Tampoco tiene papeles y es una de las 208.127 personas que a 24 de julio -a siete d¨ªas de finalizar el plazo- hab¨ªan presentado la solicitud para regularizar su situaci¨®n, la mitad de ellos en Madrid, Barcelona, Murcia y Almer¨ªa. ?l espera poder trabajar en lo suyo cuando se regularice.

Sin embargo, es dif¨ªcil que Juan consiga un permiso de trabajo como periodista. De los 39.711 permisos de este tipo que Trabajo concedi¨® el a?o pasado, 52% fueron destinados al servicio dom¨¦stico, 25% a la agricultura y ganader¨ªa,12,3 % al sector servicios y 6% a la construcci¨®n. La administraci¨®n otorga autorizaciones de empleo a inmigrantes en aquellas actividades en las que no existe paro de espa?oles o en los trabajos que nadie quiere hacer.I.P. es b¨²lgaro y tiene 33 a?os. Trabaja repartiendo bombonas de butano y dice que en su barrio (a las afueras de Madrid) todos sus compa?eros son b¨²lgaros y polacos en situaci¨®n irregular. Recibe 45 pesetas por bombona repartida y, aunque en invierno puede conseguir 70.000 pesetas mensuales, en verano la cifra se queda en 40.000. Sumando las propinas al mes puede sacar hasta 40.000 pesetas m¨¢s "que se van en comida, tabaco, ropa...".

Cada vez son m¨¢s las personas que llegan desde Europa del Este. El 12 de julio se inici¨® una investigaci¨®n policial para dar con los extorsionadores de un grupo de lituanos en situaci¨®n irregular que trabajaban recogidendo fruta en el sur de Catalu?a. Los investigadores sostienen que los explotadores son ex polic¨ªas lituanos.

Salom¨® Torres, coordinador del sindicato Uni¨® de Pagesos, asegura que a Tarragona, Castell¨®n y Teruel est¨¢n llegando muchos inmigrantes procedentes de Polonia, Bielorrusia, Rep¨²blica Checa, Ucrania, Lituania y Rumania. "La mayor¨ªa llegan con visados de turistas y se quedan. A muchos se los traen las mafias, que se quedan con un porcentaje de su sueldo que oscila entre el 25 y el 80%", dice Torres.

Estas mafias est¨¢n muy a menudo formadas por inmigrantes que llegaron a Espa?a antes y que intentan sacar dinero aprovech¨¢ndose de sus conciudadanos que quieren entrar.

Hace dos semanas la Guardia Civil detuvo en Toledo a cuatro personas, dos de ellas de nacionalidad china, por explotar a nueve ciudadanos de esa misma nacionalidad, a los que hac¨ªan trabajar en un taller de confecci¨®n clandestino 16 horas diarias. El local en el que viv¨ªan y trabajaban carec¨ªa de ventilaci¨®n y de luz natural.

En Aranda del Duero (Burgos), el 28 de junio fueron detenidos dos colombianos y un espa?ol por enga?ar y explotar a diez colombianos. Los extorsionadores captaban a sus v¨ªctimas en Colombia prometi¨¦ndoles salarios de 250.000 pesetas y les cobraban 380.000 por el viaje. Una vez aqu¨ª les hac¨ªan trabajar en labores agr¨ªcolas por las que, tras descontarles del sueldo alojamiento, manutenci¨®n, ropa y desplazamiento, les pagaban menos de mil pesetas diarias.Manolo Delgado, Secretario de migraciones de la Federaci¨®n Agroalimentaria de CC OO, asegura que "el primer destino del 90% de los alrededor de 500 indocumentados que logran entrar en Espa?a diariamente, es el campo". "El 50% de los trabajadores agr¨ªcolas son inmigrantes", dice, "de los cuales m¨¢s o menos la mitad, son inmigrantes en situaci¨®n de irregularidad". Las regiones donde se concentran m¨¢s son Murcia, Andaluc¨ªa, Catalu?a, Navarra y Castilla la Mancha. Adem¨¢s, Delgado afirma que si la media de los convenios agr¨ªcolas gira entorno a las 4.500 o 5.000 pesetas por jornada (que en el campo suele ser de diez horas), los trabajadores sin papeles est¨¢n cobrando entre 2.000 y 4.000 al d¨ªa.

Sin embargo, no todos los que contratan a trabajadores agr¨ªcolas lo hacen con ¨¢nimo de explotarlos. Joan Josep Verge, responsable de migraciones y convenios de COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos) dice que esta organizaci¨®n "defender¨¢ a aquellos empresarios que contratan a trabajadores indocumentados porque no encuentran trabajadores disponibles con los papeles en regla". "Sin embargo, si los contratan para explotarlos no podremos defenderlos", a?ade. Para Francisco Mar¨ªn, Director general de CCAE (Confederaci¨®n de Cooperativas Agrarias de Espa?a) el problema es que existe "un importante d¨¦ficit de mano de obra y que no hay un acompa?amiento entre las actuaciones de la administraci¨®n y las necesidades de contrataci¨®n". Cree que habr¨ªa que elaborar un balance serio sobre la gente que se necesita y conceder m¨¢s permisos de trabajo.

En el caso de las mujeres, la mayor¨ªa de las inmigrantes sin papeles que encuentran trabajo, lo hacen como empleadas del hogar. Salen m¨¢s baratas que las nacionales. Cobran entre 10.000 y 20.000 pesetas menos, tienen menos d¨ªas de vacaciones y no cotizan a la Seguridad Social (actualmente su cotizaci¨®n asciende a 19.000 pesetas mensuales).

"Mi marido y yo nos acab¨¢bamos de separar. Yo estaba sola y sin trabajo y mi hermana que llevaba un a?o en Espa?a me anim¨® a venir". P.C es ecuatoriana y tiene 26 a?os. Hace un a?o y medio que lleg¨® a Madrid y desde entonces no ha vuelto a ver a su hijo, que ten¨ªa menos de 4 a?os cuando ella se march¨®. Trabaja 10 horas al d¨ªa en una casa y cobra 85.000 pesetas al mes, de las cuales manda de vuelta 40.000 para los gastos de su hijo. Casi la mitad de su sueldo. "Poquito", seg¨²n ella.

Un estudio del Instituto de la Mujer se?ala que en 1999 el 64% de las extranjeras con permiso de trabajo eran empleadas del hogar. Y Madrid, con un 50%, la Comunidad con m¨¢s trabajadoras de ese tipo. Los porcentajes para las que no tienen papeles son similares.

Sin embargo, muchas otras son captadas por mafias que las traen con promesas de empleos inexistentes y acaban presas del negocio de la prostituci¨®n. Aqebayo es una chica nigeriana de 24 a?os. Vino a Espa?a hace tres meses porque le prometieron un empleo de peluquera. Result¨® ser de prostituta. Afortunadamente la polic¨ªa hizo una redada y la liber¨®.

Cada vez son m¨¢s las personas que deciden invertir todos sus ahorros o arriesgar sus vidas para venir a nuestro pa¨ªs. Durante el primer semestre de este a?o se han efectuado 5.692 detenciones de inmigrantes clandestinos en Andaluc¨ªa. M¨¢s que durante todo el a?o pasado, en que se registraron 5.492. Muchos, desesperados y sin dinero, acaban trabajando en las tareas m¨¢s duras por sueldos irrisorios. Pero seguir¨¢n viniendo porque, como dec¨ªa Jamal Eddine Mechbal, un diplom¨¢tico marroqu¨ª, "es muy triste ver la costa de Tarifa y saber que no se puede ir all¨ª".