El laricio m¨¢s viejo sobrevive en Cazorla

La vida normal de un pino laricio acaba tras 800 a?os de vida, pero el m¨¢s viejo de la especie sobrevive en Cazorla despu¨¦s de haber pasado ya por 1.040. La edad la han contrastado investigadores del Centro Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) a trav¨¦s de una medici¨®n espec¨ªfica de los anillos de su tronco, que lo confirma como el abuelo de los laricios.La suerte que ha tenido para alcanzar tal longevidad es que naci¨® algo deformado. Su grueso tronco se inclina hacia un lado y eso le sirvi¨® como seguro de vida pues lo hizo poco atractivo para aprovechar la madera, suerte que corrieron otros ejemplares de la misma especie. Adem¨¢s, nunca fue un ¨¢rbol fuerte, ha sido m¨¢s bien peque?o y esas supuestas debilidades le han dado m¨¢s vida que a ning¨²n otro.

Este ejemplar ya est¨¢ en decadencia. Tiene partes del tronco muertas, sin savia, pero los expertos calculan que puede llegar a alcanzar los 1.300 a?os, por lo que a¨²n sobrevivir¨ªa a varias generaciones de humanos. A pesar de su edad y de los achaques todav¨ªa se le ve fuerte y sigue produciendo pi?as.

El paisaje que este ejemplar de pino laricio ha visto a lo largo de su dilatada vida ha sido pr¨¢cticamente el mismo. Se encuentra en un paraje a casi 1.900 metros sobre el nivel del mar con unas condiciones clim¨¢ticas muy especiales. En su entorno se padecen temperaturas que se sit¨²an por debajo de los 25 grados durante el invierno, ¨¦poca en la que suele aparecer la nieve.

Esto supone que las plantas de su alrededor tengan que aguantar con poca cantidad de agua, porque ¨¦sta permanece congelada. Pero no es el ¨²nico momento de escasez, ya que en verano la radiaci¨®n solar es muy fuerte y nuevamente falta l¨ªquido.

Los vegetales no han tenido m¨¢s opci¨®n que hacerse muy resistentes ante semejantes condiciones y la adversidad se ha convertido en otro elemento m¨¢s de salvaci¨®n para este ejemplar milenario. Durante siglos ha estado viendo un paisaje end¨¦mico que s¨®lo se da en Cazorla.