Ver pasar el misterio
Misterio me parece que Charlton Heston se haya dado a la bebida tan tarde. As¨ª que estaba sobrio cuando hizo de Mois¨¦s y convirti¨® la vara en serpiente y cruz¨® el mar Rojo con el personal para fundar el Likud
El due?o de la tienda de comestibles donde me surto habitualmente abre su comercio durante todo agosto porque, afirma, es el ¨²nico mes del a?o en que sus clientes, bien sean los que le quedan en la ciudad o los turistas de paso, no est¨¢n de mala leche. Es un sibarita del calendario. A mi manera, yo tambi¨¦n lo soy. Desde que he decidido gozar las vacaciones de los otros en mi casa, veo pasar el misterio.Misterio me parece que Charlton Heston se haya dado a la bebida tan tarde, y no para hallar la fuerza necesaria para empu?ar la Asociaci¨®n Nacional del Rifle, que me hubiera parecido una buena raz¨®n, sino para ayudarse a trasegar el pollo, como de pl¨¢stico, que le sirven en tantos eventos sociales como le acontecen. Varias semanas se ha pasado el hombre desintoxic¨¢ndose y entregado, supongo, a la lectura de cat¨¢logos de armas para infantes de guarder¨ªa. Cuanto m¨¢s profundizo, m¨¢s misterioso veo el asunto. As¨ª que estaba tan sobrio, como el imam de Fuengirola, cuando hizo de Mois¨¦s y convirti¨® una vara en serpiente, y la roca en manantial, y se llev¨® al personal al otro lado del mar Rojo sin que el hecho de que Fernando de Lesseps a¨²n no hubiera nacido le detuviera en lo m¨¢s m¨ªnimo, al fin y al cabo ten¨ªa prisa por fundar el Likud. Miedo me da imaginar lo que puede volver a sucedernos, ahora que ha conseguido apartarse de la bebida.
Y es que la gente tendr¨ªa que beber m¨¢s. Pinochet, por ejemplo, ha sido durante toda su vida m¨¢s consumidor de tes ingleses que de licores espiritosos, con la funesta consecuencia de que nunca le temblaron el pulso ni la voz (bueno, la voz s¨ª, pero porque es acantinflada de nacimiento) a la hora de firmar o pronunciar sentencias de muerte.
La falta de morapio es culpable tambi¨¦n de que George W. Bush se haya dedicado a la pol¨ªtica y vaya por ah¨ª inventando sandeces como lo del conservadurismo compasivo, que s¨®lo a un abstemio compulsivo se le puede ocurrir. Hace 14 a?os, Bush jr. no era m¨¢s que un hombre arrogante, infantil, juerguista y bebedor. Dej¨® de empinar el codo, se dio a la religi¨®n como yo me entregar¨ªa a George Clooney (que tiene el acierto de beber para olvidar las preguntas tontas que le hacen, seg¨²n dice), vio la luz al final del t¨²nel y ahora sigue siendo un hombre arrogante e infantil, pero adem¨¢s ha gobernado Tejas repartiendo a mansalva penas de muerte y se dispone a encaramarse a la presidencia de los Estados Unidos con el mismo esp¨ªritu alegre y solidario con que aplic¨® el ojo por ojo de Jehov¨¢, de Charlton Heston y del Likud.
Sin embargo, todo hace suponer que la que ahora bebe es su se?ora. Las mujeres tenemos tendencia a beber para ver la vida color de rosa y a los hombres color pr¨ªncipe azul. La se?ora Bush ha dicho p¨²blicamente que "George es un l¨ªder que inspira lo mejor en los otros y sacar¨¢ lo mejor que hay en nuestro pa¨ªs", presa del efecto vodka Absolut para futuras primeras damas. La frase es, cuanto menos, confusa. ?Qui¨¦nes son los otros? ?Aquellos que, como ¨¦l, ignoran c¨®mo se llaman los presidentes de los pa¨ªses que no son el suyo? ?Qu¨¦ es, para Bush, lo mejor? ?C¨®mo piensa sacarlo de su pa¨ªs? ?En forma de bombardeo o de vertido t¨®xico? Si puedo elegir, prefiero lo primero, que da como m¨¢s glamour; al fin y al cabo, para lo segundo nos bastamos nosotros.
Tan cierto como que hay mujeres que se entregan a la bebida porque s¨®lo a partir de la media curda pueden soportar el dolor que les produce la depilaci¨®n al dente impuesta por las compresas de alas autoadhesivas, lo es que algunos hombres mejoran con la ingesta de una oportuna cantidad de alcohol. L¨ªbreme Dios de sugerir que iba entonado, pero, ?no les parece que la ¨²nica vez que el ministro Piqu¨¦ compareci¨® ante las masas con un punto de sex appeal fue cuando descendi¨® del avi¨®n en Pek¨ªn, ebrio de jet lag ya que no de barra libre, con las mechas al viento y los faldones de la camisa medio fuera del pantal¨®n? Sugiero que si ¨¦l y su Aznar persisten en que se presente a las elecciones para presidente de la Generalitat (esa Terra M¨ªtica de alegr¨ªa retrechera que tenemos en la plaza de Sant Jaume), sus asesores de imagen le emborrachen o, en su defecto, le suban a una de las atracciones de Port Aventura, antes de que aparezca en cualquier acto p¨²blico.
"Hoy estamos, y ma?ana ya no estaremos", susurra mi tendero, filos¨®fico, mientras me tiende una botella de whisky irland¨¦s que voy a compartir con amigos, brindando por la mala salud de una tal se?ora Impunidad.Josep Piqu¨¦
Un punto de 'sex appeal', con las mechas al viento
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