Un deporte 'de caballeros'
Hasta 28 equipos disputan en Sotogrande (C¨¢diz) el XXIX Torneo Chrysler de Polo
Negocio millonario
Son cerca de las siete de la tarde, y Ricardo Recio se prepara para ver un partido de polo, como viene haciendo desde hace d¨¦cadas siempre que hay un torneo. A sus 80 a?os, este aficionado onubense afincado en Algeciras conoce a la perfecci¨®n este deporte, que practica desde los a?os sesenta. A¨²n hoy se juega sus partidillas con sus hijos y amigos en su finca de San Bernab¨¦, y reconoce que hay "much¨ªsima" diferencia respecto a cuando ¨¦l empez¨®. En aquellos tiempos jugaba al polo en Gibraltar y el deporte estaba subvencionado por el Gobierno brit¨¢nico. "No estaba tan extendido, y quienes jugaban eran oficiales ingleses y propietarios de fincas de la zona. Entonces ¨¦ramos todos aficionados, y no profesionales como ahora. Cada torneo era motivo de una reuni¨®n social, y era m¨¢s rom¨¢ntico", apunta.Ricardo es el m¨¢s veterano de los espectadores que asisten al XXIX Torneo Chrysler, cuarto en importancia del mundo, que se celebra hasta el 3 de septiembre en el Santa Mar¨ªa Polo Club de Sotogrande (C¨¢diz). 28 equipos se disputan las tres categor¨ªas de premios. Para los poco duchos en esta materia basta con unas nociones b¨¢sicas: los partidos, en los que se enfrentan dos equipos, se desarrollan sobre una cancha de c¨¦sped en forma rectangular. ?sta cuenta con una porter¨ªa en cada uno de los extremos, aunque si uno marca en un lado, la siguiente vez debe hacerlo en la contraria. Cada equipo est¨¢ formado por cuatro jugadores, numerados del uno al cuatro. El n¨²mero uno ocupa el lugar menos peligroso, mientras que el tres es el mejor polista. Durante siete minutos, lo que dura cada uno de los seis tiempos que componen un partido, los jugadores deben meter a golpe de taco la bocha (pelota) entre los dos palos de la porter¨ªa. En este corto espacio de tiempo el esfuerzo del caballo es tal que debe ser sustituido en el siguiente.
Este deporte mueve muchos miles de millones de pesetas al a?o, y aunque se considera de ¨¦lite, desde los clubes se asegura que los tiempos est¨¢n cambiando. Lo cierto es que los antiguos jugadores aficionados son actualmente profesionales que duran en el equipo lo que dura el torneo. Adem¨¢s, los propietarios han sido sustituidos por empresas patrocinadoras. Para hacerse con un buen polista s¨®lo hay que invitarlo, lo que no significa ni m¨¢s ni menos que contratarlo. El cach¨¦ de un jugador con handicap de alta categor¨ªa (9-10) oscila entre los 5.000 y los 20.000 d¨®lares mensuales (unos 3,5 millones de pesetas), aunque hay quienes prefieren asociarse y cobrar a trav¨¦s de la venta de caballos. La idea no es mala, ya que cada jugador requiere una media de 10 equinos, cuyos precios var¨ªan de los 3.000 a los 15.000 d¨®lares. Adem¨¢s lo que llaman un super caballo, cuesta 30.000 d¨®lares. Los que se utilizan en alta competici¨®n en este deporte son en un 90% de raza polo argentino, mezcla de mestizo y pura sangre, y requieren de una esmerada atenci¨®n por parte de los peticeros (cuidadores).Tom¨¢s Fern¨¢ndez Llorente, polista profesional del equipo del club Santa Mar¨ªa y uno de los jugadores m¨¢s solicitados por sus nueve goles de handicap, asegura que el polo es cada vez m¨¢s f¨¢cil debido a la entrada en escena de los patrocinadores. ?l empez¨® en este deporte "como por casualidad, cuando estudiaba leyes" en su pa¨ªs natal, Argentina. En verano practicaba con sus hermanos, hasta que empezaron a invitarlo. Tom¨¢s, de 38 a?os, pasa dos o tres meses en EE UU, otro tanto en Inglaterra y el resto entre Argentina y Espa?a y exporta 20 o 30 caballos al a?o. Sostiene que hoy d¨ªa para jugar "no hace falta ser rico, s¨®lo disponer del animal".
Esta opini¨®n la comparte Dominique Mahony, secretario del club Santa Mar¨ªa, que insiste en que se trata de un deporte abierto al p¨²blico. "Antiguamente era m¨¢s cerrado, pero hoy no cuesta nada entrar como espectador en los torneos, y cualquiera puede jugar sin tener caballo, simplemente alquil¨¢ndolo". El club est¨¢ en estos momentos al l¨ªmite de ocupaci¨®n en cuanto a equinos, y se han tenido que habilitar incluso cuadras port¨¢tiles para acoger a los 1.100 caballos que se alojar¨¢n durante el verano en sus instalaciones.
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