Sadam, en punto muerto
La invasi¨®n iraqu¨ª de Kuwait, hace diez a?os, fue un desastre geoestrat¨¦gico para Occidente del que a¨²n tiene que recuperarse. (...) El mundo ¨¢rabe estaba profundamente dividido, con Gobiernos como el de Egipto en desacuerdo con la opini¨®n p¨²blica del pa¨ªs, que apoyaba a Saddam, o como Siria, durante mucho tiempo cliente sovi¨¦tico, que apoyaba a la alianza militar dirigida por EE UU. La Operaci¨®n Tormenta del Desierto logr¨® la haza?a de unir a Ir¨¢n e Irak, que se enfrentaron en una cruel guerra en los ochenta, en un alianza de conveniencia. El bombardeo de Bagdad y de otras ciudades iraqu¨ªes tambi¨¦n dividi¨® a la opini¨®n europea, y a pesar de la r¨¢pida expulsi¨®n de las tropas iraqu¨ªes de Kuwait por George Bush, el presidente m¨¢s popular de los sondeos de opini¨®n de la historia de Estados Unidos, perdi¨® las elecciones al a?o siguiente.A¨²n contin¨²a el debate de si la invasi¨®n se pod¨ªa haber evitado. (...) Diez a?os despu¨¦s, el pueblo iraqu¨ª est¨¢ sufriendo a¨²n las sanciones que EE UU y el Reino Unido intentan justificar. Kuwait, a pesar de los miles de millones gastados en armas, (...) contin¨²a como en 1990. Las minor¨ªas kurdas y shi¨ªes siguen como estaban, a pesar de la protecci¨®n de las zonas de exclusi¨®n a¨¦rea. (...) Sadam contin¨²a en el poder, a pesar de los intentos de golpe reales o imaginarios. (...)
La cruda realidad es que no hay intenci¨®n de repetir una operaci¨®n militar para acabar el trabajo. Ni hay consenso para suprimir las sanciones, a¨²n admitiendo que la pol¨ªtica de los ¨²ltimos diez a?os ha fracasado. As¨ª que el punto muerto contin¨²a, como Sadam.
2 de agosto
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