"Tras Mathaussen tuvimos que aprender a reir y llorar"
Francisco Aura no vivi¨® plenamente su juventud. Este alcoyano de 81 a?os perdi¨® los mejores a?os de su vida entre la Guerra Civil espa?ola y su estancia en el campo de concentraci¨®n de Mathaussen (Alemania), donde estuvo encarcelado desde los 22 a los 27 a?os. Desde su retiro asume la dif¨ªcil tarea de evocar los horrores del nacismo alem¨¢n con la finalidad de que el holocausto no vuelva a repetirse.Pregunta: ?C¨®mo lleg¨® a Mathaussen?
Respuesta: Al concluir la Guerra Civil espa?ola pasamos a los campos de concentraci¨®n de Francia. All¨ª nos propusieron ingresar en la legi¨®n en batallones de marcha. En Eupopa estall¨® la II Guerra Mundial y fuimos conducidos como prisioneros de guerra a Mathaussen en vagones de ganado.
P: ?Qu¨¦ fue lo peor a lo que se enfrent¨®?
R: Nos convirtieron en hombres endurecidos. La supervivencia en Mathaussen se ve¨ªa como algo dif¨ªcil de superar. Te convert¨ªan en una bestia, a ir al trote en todo momento, a dormir de cualquier manera...
P: ?C¨®mo se explica tanta deshumanizaci¨®n?
R: A los que all¨ª mandaban no les interesaba la cultura, se estirpaba cualquier indicio de saber. No se soportaban las buenas formas. La violencia y la falta de respeto eran constantes. Si alg¨²n intelectual, o con aspecto de serlo, ca¨ªa en sus manos acababan con ¨¦l r¨¢pidamente.
P: ?Le preocupa que todo esto pueda volver a repetirse?
R: Se ha avanzado bastante en la erradicaci¨®n de este tipo de fanatismos, pero no hay que bajar la guardia.
P: Despu¨¦s del horror ?c¨®mo inici¨® su nueva vida en libertad?
R: Los supervivientes de Mathaussen tuvimos que volver a aprender a reir y a llorar. La dureza con la que all¨ª se viv¨ªa nos lo hizo olvidar. La recuperaci¨®n tambi¨¦n fue dif¨ªcil, sobre todo para quienes no pudieron superar la perdida de control absoluto. En el campo de concentraci¨®n se pasaba tanta hambre que hubo compa?eros que murieron al no poder frenar el ansia de comer de golpe multitud de alimentos.
P: Ahora ?a qu¨¦ se dedica?
R: Escribo, doy charlas..., Es mi aportaci¨®n para que el horror de los campos para que no vuelva a repetirse.
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