??igo tambi¨¦n EMPAR MOLINER
Bienvenidos a mi show; no sufran si me encuentran algo agarrotada, es que ayer estuve en el cine y todav¨ªa me estoy descongelando. Supongo que de un momento a otro llamar¨¢n a la puerta y ser¨¢ el Capit¨¢n Pescanova que viene para quedarse. Recuerdo que me sent¨¦ con un turista ruso, de nombre Le¨®nidas, que lloraba porque el microclima que provocaba el aire acondicionado le recordaba los montes Dzhugdzhur de su ni?ez. Me jur¨® que, si sobreviv¨ªa, pasar¨ªa el resto de su existencia en un lugar donde no bajaran de los 45 grados (y por supuesto le aconsej¨¦ cualquier bar de tapas del paseo de Gr¨¤cia, donde, como ustedes saben, ya han logrado imitar la temperatura de Bark al Bishariyin, all¨¢ en el desierto de Nubia). ?Que preciosos contrastes, nos depara agosto en Barcelona!Por eso, lo m¨ªo igual fue una alucinaci¨®n debida al fr¨ªo. Fui a ver Menos es m¨¢s y en la pantalla sali¨® el primer plano de un figurante con un polo verde. ?Era ??igo, el de Gran Hermano!
S¨ª, s¨ª... Ya s¨¦ que no se puede hablar de Gran Hermano porque es telebasura... pero ?en qu¨¦ se diferencia de aquel "experimento contempor¨¢neo" que hicieron John Lennon y se?ora, en la cama de un hotel, encerrados durante d¨ªas y con las c¨¢maras filmando? Bueno, no me lo digan.
"Mam¨¢, ?es bo?igo!", dijo una ni?a, en voz alta, porque una cosa as¨ª hay que compartirla. Si en medio del baile de la Rosa, es un suponer, alguien viera un ovni surcando los cielos monegascos, no se lo callar¨ªa. "?Es el del polo!", aull¨® una se?ora, parti¨¦ndose de risa. "?Qu¨¦ verg¨¹enza para el s¨¦ptimo arte!", gem¨ªa un se?or. Incluso al fondo de la sala, en la fila de los enrolladitos, una voz de mujer exclam¨®: "?Chicos, pero c¨®mo ha cambiado Espa?a!", por lo que deduje que se trataba de la propia Mercedes Mil¨¢, de inc¨®gnito, con sus pantalones blancos talla Nancy. Nadie par¨® de re¨ªr.
Es evidente que ??igo hizo esta cuidada interpretaci¨®n antes de participar en el concurso. Con lo que se cotiza ahora, no habr¨ªa cobrado s¨®lo las 5.000 y el bocata, que es la tarifa habitual del figurante sin frase. De manera que ustedes se preguntar¨¢n: "?Y por qu¨¦ las revistas habituales no han hecho un reportaje con el titular ??igo tambi¨¦n?". Pues seguramente porque el director de la peli, al que desde aqu¨ª mandamos un saludo, debe de estar disimulando para que nadie se entere. ??igo no parece el cl¨¢sico cin¨¦filo (como Koldo). Todos intuimos que los ¨²nicos subt¨ªtulos que habr¨¢ visto en su vida son los de los karaokes y que lo ¨²nico en blanco y negro que se habr¨¢ llevado a los ojos, con suerte, es una vaca.
Sinceramente, que todo el mundo comente tu peli por un extra es como para dejarse atropellar en el peaje de Martorell (?uy!, ?pero qu¨¦ digo? En ese peaje es imposible, los coches est¨¢n permanentemente quietos).
Adem¨¢s es la prueba evidente de la precariedad del mundo del figurante. Ni siquiera hay dinero para vestuario. El polo verde nos demuestra que el chico iba vestido de su casa ( en fin, lo que se llama "de calle").
Se lo advierto: un extra hace figuraciones en todo tipo de pel¨ªculas, o sea que a lo mejor el chico tambi¨¦n act¨²a en algun ciclo de cine mudo de los Urales, de los de la Filmoteca. Nunca lo sabremos porque los usuarios de la Filmo, en su calidad de alternativos, no segu¨ªan Gran Hermano, y si lo hac¨ªan, callaban como bellacos, por lo que si le ven, har¨¢n como que no saben qui¨¦n es.
La peli se acab¨® con el cachondeo general, de manera que cuando sali¨® el cl¨¢sico r¨®tulo "a motion picture release" todos obedecimos: "?A motion picture!", rele¨ªmos.
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