Las pesquisas de las autoridades francesas excluyen el fallo humano y el desgaste de los aparatos

Se empez¨® culpando a los mec¨¢nicos. En las primeras horas tras el accidente se especul¨® con la posibilidad de que alguno de los t¨¦cnicos que hab¨ªan revisado el aparato hubiera olvidado una herramienta en el interior de alguno de los motores. Air France hab¨ªa admitido que poco antes del despeque se le hab¨ªa cambiado el inversor de empuje a uno de los motores izquierdos porque hab¨ªa dado problemas en un vuelo anterior desde Nueva York. Los mec¨¢nicos que intervinieron en la reparaci¨®n tuvieron que recibir asistencia psicol¨®gica y su sindicato lleg¨® a pedir que la compa?¨ªa organizara un vuelo de Concorde para los afiliados con el fin de que pudieran mostrar su confianza en el trabajo que realizan.

Luego, el debate gir¨® hacia la obsolescencia tecnol¨®gica de un modelo de avi¨®n con m¨¢s de 40 a?os. Sin embargo, al no hallar pruebas concretas que permitieran relacionar ese factor con el accidente, la atenci¨®n se centr¨® en el tren de aterrizaje.

Una de las piezas del tren pod¨ªa haber perforado un ala y el combustible que se escapaba de ella se habr¨ªa incendiado al entrar en contacto con el fuego de los postquemadores. Otra versi¨®n apuntaba que tal vez el motor se hubiera visto afectado al absorber alg¨²n resto del tren.

"El comandante comunic¨® a la torre de control que no pod¨ªa guardar el tren", admiti¨® el jefe de de la Oficina de Investigaci¨®n de Accidentes, Paul-Louis Arslanian. Sin embargo, Arslanian tambi¨¦n dijo que "estallaron uno o dos neum¨¢ticos en el momento de despegue", sin sentirse a¨²n capaz de establecer una relaci¨®n de causa-efecto.

Todos los ojos se volvieron hacia los neum¨¢ticos que al explotar por causas desconocidas hubieran desencadenado la tragedia. Enseguida dos peritos de Goodyear, el fabricante de las ruedas, se personaron en Roissy y explicaron el peligro que supon¨ªa la l¨¢mina met¨¢lica encontrada en la pista.

Tal como hab¨ªa advertido con prudencia el ministro franc¨¦s de Transporte, Jean-Claude Gayssot: "Los hechos son claros: tren de aterrizaje averiado, motores que se paran, neum¨¢ticos que estallan, dep¨®sito de combustible agujereado, etc, pero a¨²n no se ha establecido c¨®mo se encadena todo eso".